Capítulo treinta y tres.

2.9K 181 51
                                    

Juliette

Bajo del carro cuando llegamos a la cabaña Stark, lo más alejada posible de la civilización, perfecta para escapar de cualquier responsabilidad o peligro, o simplemente de tus amigos. Bajo del Audi de Steve colocando mis lentes de sol sobre mi cabeza, soy la primera en divisar a Stark, sonrió al ver la escena familiar frente a mí, veo al multimillonario tensarse, sabe de nuestra presencia, sin embargo, Tony intenta ignorar que estamos frente a su casa, pero no puede, más bien Morgan no lo deja al alzar su mano y saludarnos animadamente, sonrió asintiendo en forma de saludo, Tony suspira saludando de la misma forma hacia mí, coloca a la nena de tres años en el suelo agachándose a su altura, le susurra unas cuantas cosas, ella sonríe corriendo rápido por las escaleras del porche y adentrándose a la casa.

          —Hola Tony —le sonrió acercándome a donde está el filántropo, abro mis brazos y el me abraza gentilmente, acaricia mi espalda antes de alejarse y ver a las personas detrás de mí.

          —Hola a todos —sonríe al verlos elevando su mano en saludo, frunce el ceño a ver a nuestro cuarto invitado no deseado, se tambalea un poco a punto de caer —Espera —dice sin aire, nos mira nuevamente analizando nuestras caras y luego mira a Scott asombrado —No he visto nunca loca noticia en la televisión o en internet —menciona incrédulo.

Asiento cruzándome de brazos —Una larga historia —menciono alzando una ceja —Tenemos que hablar —le susurro, el hombre frente a mi asiente subiendo los escalones de su porche, giro un poco hacia los otros tres moviendo mi cabeza para que nos sigan, camino detrás del Hombre de Acero —Linda casa —menciono al ver la decoración del pórtico, tomo asiento en una de las sillas de madera cuando Stark nos lo permite, Scott mueve sus manos un poco nervioso, le dedico una sonrisa tranquilizadora —Scott, cuéntale a Tony todo lo que nos dijiste a noche —le pido al hombre, este asiente empezando a contar su trabajo al lado de Hank Pym, su esposa y su hija, le cuenta sobre el túnel cuántico tomando por sorpresa a Tony, el cómo no fue afectado por el chasquido de Thanos como todos lo teníamos pensado desde un principio, le habla sobre su idea del viaje en el tiempo a través del reino cuántico.

           —¿Cómo lo llamas? —dice Tony y yo suspiro pesadamente, estaba en su momento de burla.

           —Atraco al tiempo —susurra algo avergonzado.

Tony asiente y nos entrega unas bebidas —Viajar en el tiempo —vuelve a asentir —¿Cómo no se me había ocurrido? —claro está que lo dice sarcásticamente, nos mira a cada uno —Porque es peligro, sin contar que es imposible.

Steve lo interrumpe —Después de todo lo que hemos visto y vivido, ¿Lo consideras imposible? Las gemas se encuentran en el pasado, podríamos regresar, tomarlas y así Thanos no ganaría.

Scott asiente y empieza a hablar —Podemos ir en base a las reglas del viaje del tiempo, no hablar contigo mismo, no hacer ligeros cambios en los lugares, no apostar.

Tony los mira a punto de reírse pero se detiene —Muy bien, se están basando en historias de ficción, en películas, si vas al pasado y regresas con alguna cosa de esa época a la tuya, tu futuro no cambia, lo que estarás haciendo es abrir otra línea de tiempo.

Nos quedamos en silencio y yo proceso la información que ha dado, alzo la vista y el me mira, sentado a mi lado —Podemos ir al pasado, recolectar las gemas y traerlas, producir un nuevo chasquido —le susurro —Uno en el que regrese a todos.

Steve, Natasha y Scott aplauden mi idea pero Tony simplemente me mira, se queda callado y se inclina hacia mi —Es peligroso, arriesgado, estúpido —toma mi mano y da un apretón ligero —Y es muy probable que terminemos muertos.

A Peculiar Little Marvel Story | Bucky BarnesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora