Capítulo veintiuno.

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Juliette

Cinco meses después de ver a Steve por primera vez después de dos años, recibo el mensaje de Nick Fury, Peggy ha fallecido hace unas horas, mientras dormía, el funeral seria en Londres, giro mi cabeza hacia el lugar vacío de Bucky, se ha ido a su misión, me levanto y preparo una pequeña maleta con el vestido para el funeral, reviso la nota en la mesita de noche.

" Fury adelanto la salida, la misión será de un par de horas, volveré mañana temprano, Bucky. "

Dejo una nota en el comedor que esta frente a la puerta de nuestro pequeño, muy pequeño departamento, es lo primero que vera, si es que llega antes de lo planeado, salgo de la casa y cierro con llave, activo las alarmas correspondientes y bajo por las escaleras, sin duda el edificio era muy viejo, pero Fury había instalado infinidad de sistemas de seguridad, más cuando había arruinado nuestro mayor secreto. No me arrepentía de nada, así había salvado a Steve y a los demás.

Tomo el primer vuelo a Londres, que está casi repleto de gente, pero logro llegar a tiempo para la ceremonia en la iglesia, he dejado suelto mi cabello, mi vestido era ceñido a la parte superior de mi cuerpo, las mangas llegaban hasta mis codos, la parte del cuello tenía cortes de media luna, la falda se soltaba en mi cintura, ligera, usaba zapatillas de bailarina, realmente estaba cómoda, no tenía ningún accesorio más que una cadena exquisita que Bucky me había regalado hace meses.

Me coloco en una fila donde no hay ninguna persona, estoy a mitad de la gran catedral, no interactuó con nadie, alguien pasa a mi lado y luego se detiene, miro el cabello rubio de la persona, esta se gira y me mira, es Sharon, me sonríe y niega.

          —No perteneces aquí —lo tomo como un insulto al principio, estoy a punto de contestar cuando ella toma mi mano y me lleva por el pasillo principal, saluda a algunos invitados en nuestra caminata hacia el inicio de las bancas, se para frente a la segunda fila apuntando a unos asientos vacíos — Ese es tu lugar — me sonríe — Tía Peggy me hablo de ti después de lo sucedido en Washington.

          — ¿Tía Peggy? — la miro incrédula.

          — Mi nombre completo es Sharon Carter, Peggy es mi tía abuela.

La miro con asombro, intento encontrar un parecido entre las dos pero no lo hay, solo la bondad que existía en Margaret Carter — Vaya, eso no me lo esperaba — susurro, ella quiere hablar un poco mas pero la melodía del piano de la Iglesia termina con sus intenciones, se despide de mi yendo hacia su lugar, le sonrió a las personas en la fila y paso frente a ellas con cuidado para llegar a mi asiento, me coloco frente al primer asiento vacío viendo que restaban otros tres lugares sin dueño, me giro hacia la puerta cuando es abierta de par en par.

La ceremonia empieza y por el pasillo vienen seis hombres cargando el féretro de Peggy, veo en la primera esquina a Steve, sus ojos están rojos, ha estado llorando al igual que yo. Siento como dos personas se mueven detrás de mí, pero las ignoro, no aparto mi vista de aquel espectáculo, cuando finalmente dejan el ataúd en medio del lugar, para que todos puedan verlo, Steve busca un asiento libre, alzo levemente mi mano sonrojándome por la mirada de algunas personas sobre mí, los ojos de Steve se iluminan al reconocerme, lo más rápido y respetuosamente posible se encamina hacia donde estoy, se disculpa con las personas colocándose finalmente a mi lado, al tenerme cerca me atrapa en un fugaz abrazo, el Padre que llevaría a cabo la ceremonia nos invita a sentarnos, tomo asiento aun viendo a Steve, sonrió cuando me doy cuenta que los otros dos lugares habían sido tomados por Sam y Natasha, los dos me dedican una sonrisa acogedora, Steve entrelaza sus dedos con los míos dando un ligero apretón de apoyo, los cuatro miramos como la ceremonia prosigue, limpio mis lágrimas cuando la familia de Peggy sube al pódium a compartir sus recuerdos con ella. Steve al darse cuenta de mi estado pasa su brazo por mi espalda apretándome contra su cuerpo, da un leve beso a mi frente y susurra palabras de apoyo para tranquilizarme.

A Peculiar Little Marvel Story | Bucky BarnesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora