Extra.

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Nota: Como se lo pecadoras que son y solo he escrito dos smuts en esta historia.
Les daré el último smut (en este libro) de Juliette y Bucky, el cual estará indicado en cursivas para los lectores que no les gusta este tema.

También habrá un recuerdo, el cual estará indicado en negritas.

The Falcon and The Winter Soldier

PARTE 1

Juliette

Salgo de mi casa al escuchar los golpes que Sam le daba al árbol, él toma posición nuevamente y lanza el escudo que había pertenecido a Steve, le sonrió cuando nota mi presencia, va hacia el gran árbol, toma el escudo y trota hacia mí.

          —Algún día harás que ese árbol caiga sobre mi casa —le digo en modo de reprimenda y le doy un vaso de limonada, él lo acepta gustoso tomando su contenido en un gran sorbo.

          —Lo siento, buscare uno más lejos —me devuelve el vaso pero yo no lo tomo, en cambio quito el escudo de sus manos.

          —No tienes que replicar lo que Steve hacia —le digo —Es como tu puedas —me alejo de él caminando al lugar donde había estado el moreno, tomo mi posición cargando el escudo del Capitán América con mi brazo derecho, lo estiro hacia atrás para luego lanzar el escudo hacia el árbol, este se incrusta como anteriormente había pasado, pero en su transcurso no había tambaleado una sola vez como sucedía con Wilson —Steve era treinta kilos más pesado que tú y por supuesto, 60 kilos más que yo —menciono caminando hacia el árbol y sacando el escudo de el, me acerco al moreno entregándole el escudo y tomando el vaso vacío —Tienes que encontrarte con el escudo, no seguir literalmente todos los pasos del Capitán América.

Sam suspira y asiente mirando el escudo —No quiero decepcionarlo.

Le sonrió y pongo mi mano en su hombro —Lo sé, y no lo harás.

             —¿Cuándo te volviste tan madura? — dice viéndome a los ojos y sonriendo.

Rio y me encojo de hombros— Cuando tuve un hijo sola y lo crie todo un año y medio completo para después estar cinco años sin el — asiento —Tengo 108 años Sam —rio —Debía madurar en un momento.

Él se ríe y asiente —Aun parece que tienes 30.

Estoy a punto de responderle cuando escucho que alguien me habla —¡Mami! —grita Raphael bajando del autobús, corre hacia mí lo más rápido que le permiten sus pequeñas piernas, sonrió y me acerco a él tomándolo en brazos.

            —Hola, mi vida —sonrió besando su mejilla, por el sendero viene su padre respirando irregularmente —¿Qué paso, Soldado? —rio al ver a mi esposo.

            —Este niño da guerra —dice cansado —Todo el día, corrió y corrió por todo el parque —vuelve a retomar el aire.

Rio y miro a mi pequeño —¿Qué te dije sobre cansar a papi?

Raphael ríe tomando un mechón de mi cabello y se esconde detrás de este, los tres adultos soltamos una carcajada por la acción del pequeño —A lavarse las manos —le susurro y lo bajo, una vez que sus pies tocan el piso sale corriendo hacia la casa. —Cada vez es más rápido —susurro al ver la nueva habilidad de mi hijo, volteo a ver a James y él me sonríe.

            —El suero está en sus venas, sin duda.

Suspiro y me abrazo un poco, el suero del Súper Soldado lo había heredado, de eso no había ninguna duda, lo único que me preocupaba era si la inmortalidad también la había adquirido.

A Peculiar Little Marvel Story | Bucky BarnesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora