Traté de moverme, pero él pesaba demasiado.
Sentía sus manos recorriendo mi cuerpo, me asqueaban sus caricias.
Quería que parara, que dejara de usarme como a un muñeco, notaba a cada molécula de mi piel pedir auxilio.
No me sentía preparada para tener sexo con nadie, nunca lo había hecho, y no quería que todo fuese producto de una violación.Sentía mis lágrimas caer, estaba de los nervios, y la impotencia me superaba.
Nadie me iba a salvar esta vez, estaba yo sola.
Dejé de sentir el peso del chico sobre mí, por lo que aproveché a incorporarme, tenía pocas fuerzas, pero las suficientes para huir antes de que algo más pasara.
Me levanté torpemente y busqué al chico por la habitación, vi que estaba en el baño buscando algo en los cajones.Aproveché que estaba despistado para salir de aquel infierno.
Estaba más despejada que antes, aunque no lo suficiente para irme corriendo como a mi me gustaría hacer.
Bajé las escaleras agarrándome a la barandilla, tratando de no tropezar con mis propios pies.
Una vez estuve en el piso principal fui hacia la puerta; todo el mundo estaba súper ebrio, así que pude salir desapercibida.
Logré llegar a la puerta, la gente seguía divirtiéndose en la piscina, y yo luchaba por salir de ese horrendo lugar.No sabía a donde podría ir, mi casa no era una opción, la casa de Sarah tampoco, y quedarme aquí sería esperar a que el lobo volviera a aparecer.
Salí del recinto y andé haciendo eses en dirección a no sé dónde.
Fui escuchando cada vez menos el sonido de la música y las voces de toda esa gente pasándoselo bien.
En mi mente apareció una silenciosa pregunta. ¿A cuantas chicas habrían drogado esta noche, y durante cuánto tiempo han hecho esto?Paré un momento y me acerqué a una pared, estaba lo suficientemente lejos de la fiesta como para darme a mi misma un respiro.
El paseo que me había dado me había permitido aclarar la mente, a pesar de seguir bastante mareada y asqueada en la totalidad de mi cuerpo.
Miré mi "conjunto" y recoloqué mi bikini, después, abroché mi kimono. Ahora mismo agradecería haberme puesto algo más de ropa, me sentía totalmente insegura estando así.Dirigí mi mirada hacia el estrellado cielo, no escuchaba más que el sonido del mar y algún que otro grillo cantando una desafinada melodía. Al centrarme en lo que tenía frente a mi, vi el muelle completamente vacío, era la zona más turística de la isla, pero este verano casi no había visitantes a causa del huracán. Un poco más adelante estaba el restaurante de los padres de Kiara, pensé en ir allí a pedir un vaso de agua aunque fuera, pero a estas horas estaría cerrado.
Me acerqué a esa pequeña zona de muelle y playa, y me senté haciendo que mis pies se rozaran con el agua. Tan solo quería paz.
Según iba calmando mi cabeza, las imágenes de lo ocurrido asaltaban mi mente.
La presión y la ansiedad me estaban superando, así que no evité que las lágrimas cayeran.No sabía cómo pero me había defendido de Rafe, lo había intentado, pero el chico me había golpeado repetidas veces, impidiéndome así moverme.
Había empezado a tocar mi cuerpo, todo mi abdomen, mis muslos, mi cuello... hasta que pasó a comerme.
Había dejado un largo camino de marcas en mi cuello, las cuales llegaban hasta mis pechos. Recordaba el asqueroso roce de sus manos sobre ellos, sobre toda mi piel.Cuando tenía solo 14 años mi padre trató de vender mi cuerpo al mejor postor, pero Aaron se lo evitó, provocando así su muerte. Y hoy, casi roban lo que mi hermano protegió con su vida.
Más traumas al saco, como si no hubiera ya suficientes.Mi vista estaba borrosa a causa de las lágrimas, mis ojos escocían, todo mi cuerpo se sentía sucio, y mi corazón parecía estar desintegrándose lentamente. Quería gritar y desahogarme, pero cualquiera podría escucharme.
Alguien podría venir a terminar lo que Rafe había empezado.
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¿El paraíso o el infierno?||Outer Banks
FanfictionUn día cualquiera, llega a Outer Banks una nueva familia, aparentemente, perfecta. Un marido empresario, adinerado como ninguno. Su mujer, reportera y escritora, por no mencionar que también es ex modelo. También está su hija, estudiante de matrícul...