Los tres volvimos a entrar al restaurante para preparar las provisiones para Sarah y John B. En un inicio todo era demasiado silencioso; al menos hasta que Kiara comenzó a relatar lo que había pasado entre Pope y ella, para que lográramos comprender las acciones del moreno.
- ¿Tendrán suficiente comida? -. Cuestionó Kie entregándole una bolsa de pan a JJ, quien lo guardó todo en otra bolsa más grande. Mientras, yo estaba cerrando una mochila en la que ya habíamos metido los suministros.
- Necesitarán para un par de semanas, así que sí -. Terminó de guardar las cosas y se echó la bolsa al hombro.
- Creo que he herido sus sentimientos -. Confesó. Yo la miré con una mueca en el rostro, mientras que me acerqué hacia ella y pasé mi brazo por sus hombros.
- No te comas tanto la cabeza, anda -. Comenté dando un pequeño apretón a mi amiga.
- Eso; no te martirices tanto -. Me siguió JJ - Sus sentimientos han cambiado. Las últimas 24 horas ha sido como Jekyll y Hide.
Salimos del lugar detrás de Kiara. Yo llevaba una mochila con comida y JJ una caja. Seguíamos a la morena hacia su camioneta. La siguiente parada era la casa de el rubio.
- Confieso que echo de menos al Pope de antes -. Comentó Kie - Al menos sabía qué esperar de él.
- ¿Dónde estabas? -. Dijo de repente una voz. Alcé mi vista y vi a la madre de Kiara ante la chica. Tenía pinta de estar enfadada. JJ y yo estábamos metiendo los suministros en el maletero de la camioneta de nuestra amiga.
- Estoy bien, he dormido aquí.
- Ya, pues llevamos media noche buscándote -. Volvió a hablar su madre - ¿No ibas a decírnoslo?
- Te lo estoy diciendo ahora -. Respondió la morena de manera nerviosa. JJ acababa de cerrar el maletero y ambos estábamos observando la escena curiosos.
- ¿Qué narices estáis haciendo? -. Cuestionó la mujer mirándonos también a nosotros
- Disculpe, debemos irnos -. Intervino JJ.
- Perdona -. Trató de disculparse Kiara.
- No, chicos, de eso ni hablar. ¿Acaso no sabes la que hay liada? -. Contradijo la madre de la chica.
Yo me subí al asiento trasero mientras que JJ se colocó en el de copiloto; esperando a que Kie se subiera. La pobre muchacha seguía discutiendo con su madre, cosa que era normal, ya que la mujer estaría preocupada por su única hija.
No trataba de prestar atención a lo que decían, simplemente oía a la madre de Kiara llamándola y advirtiéndola de diversas cosas, mientras que nuestra amiga trataba de disculparse como bien podía. Finalmente, arrancó el vehículo y nos largamos del lugar.
Nadie dijo nada en todo el camino; las palabras sobraban. Nos dirigíamos hacia la casa de JJ, cosa que sería de todo menos cómoda para el rubio. Yo iba atrás, con la sensación de estar siendo observada. Definitivamente estaba completa y absolutamente paranoica.
No tardamos mucho en llegar a la casa de JJ. Cuando Kie apagó el motor del vehículo, los tres observamos aquella destartalada casa. Yo, por mi parte, sentía la necesidad de abrazar al rubio y susurrarle que todo iba a ir bien.
- Hogar, dulce hogar -. Dijo de manera triste. Apoyé mi mano sobre su hombro desde el asiento de atrás, dándole a entender que tenía mi apoyo.
- ¿Quieres que vayamos? -. Cuestionó Kiara por las dos. El rubio se removió el pelo de manera nerviosa tras quitarse la gorra.
- No -. Acabó diciendo finalmente - Será un momento.
Dicho esto se bajó del vehículo, y, por un impulso, yo lo hice también. Él se giró para mirarme; podía ver el miedo en sus ojos. Sin pensarlo dos veces le abracé, y él escondió su rostro en mi cuello.
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¿El paraíso o el infierno?||Outer Banks
FanfictionUn día cualquiera, llega a Outer Banks una nueva familia, aparentemente, perfecta. Un marido empresario, adinerado como ninguno. Su mujer, reportera y escritora, por no mencionar que también es ex modelo. También está su hija, estudiante de matrícul...