— Pues verás, Eira... conozco los negocios de tu familia, tu padre y yo estudiamos juntos en la misma escuela. Y antes de que digas nada, sí, tu padre nació aquí, en una familia del arrabal. Al igual que yo, lo dio todo por salir de la miseria, pero lo hicimos de maneras distintas. Él se metió al tema de prostitución de jóvenes, de drogas, de contrabando de armas y personas... bueno, ya sabes lo que hace —. Decía Ward mirándome de manera calmada.
— Eso no explica el por qué se han ido sin avisarme —. Comenté yo de manera impaciente.
— Lo sé, la cosa viene ahora. Uno de los negociantes de tu padre ha salido bastante caro, y van detrás de su cabeza, también de la de tu madre y la tuya. Ellos dos han huido, no te puedo decir dónde, tan solo puedo decirte que están bien —. Siguió explicando.
— Si también quieren matarme a mí, ¿por qué me han dejado aquí? —. Quise pensar que era alguna técnica de protección, pero en realidad por mi mente solo volaba un único pensamiento. Me habían abandonado a mi suerte, se habían deshecho de su carga.
— Se lo aconsejé yo —. Admitió — Si los encuentran a ellos, tú vas a estar aquí, y si vienen a buscarte, nosotros estaremos para protegerte —. Dijo refiriéndose a su familia. Me quedé unos instantes en silencio, mi cuerpo era un mar de sentimientos encontrados.
— Gracias por avisarme, señor Cameron —. Dije finalmente.
— Estoy en la casa de al lado, ya lo sabes. Por cierto, tus padres querían que representaras a tu familia mañana en la fiesta estival —. Le miré extrañada, esperando a que me explicara qué era ese evento — Lo hacemos todos los años, participamos los kooks en ella, celebramos una pequeña festividad de la isla, una cosilla sin importancia. Le diré a Rafe que pase a buscarte mañana, él te llevará —. Informó. Me tensé al escuchar el nombre de su hijo, pero no lo notó, cosa que casi agradecí. No sé cómo se tomaría el hecho de que su hijo es un maldito violador.
— De acuerdo, me arreglaré y representaré a mi familia —. Terminé de decir.
— Bueno, te dejo sola, que descanses. Tienes mucho que pensar y analizar. Recuerda que estamos al lado para lo que necesites —. Se despidió levantándose de su asiento, yo hice la misma acción.
— Gracias de nuevo, Señor Cameron —. Agradecí acompañándole a la puerta.
— Por favor, llámame solo Ward —. Sonrió mirándome, yo asentí.
— De acuerdo, hasta mañana —. Me despedí.
— Me gustaría preguntarte acerca de esas heridas, no tienen buena pinta —. Volvió a hablar, impidiéndome así cerrarle la puerta en la cara — ¿Tienes problemas con alguien o algo por el estilo?
— No, no es nada. Me caí el otro día con el skate —. Mentí. El hombre ante mi me miró desconfiado, pero acabó dejando el tema estar.
— De acuerdo. Buenas noches, Eira —. Se despidió al fin.
— Adiós.
Cerré la puerta y suspiré. Subí hacia mi habitación, una vez entré, me deslicé hasta el suelo, escondiendo mi cara entre mis brazos y abrazándome a mí misma.
No sabía por qué lloraba, si ni siquiera quería a mis padres, y ellos no me querían a mí, pero necesitaba desahogarme.
Al cabo de un rato escuché unos toques en mi ventana, alcé la vista y pude ver a JJ mirándome desde el exterior.
Me levanté rápida y fui a abrirle, una vez lo hice, me limpié los restos de lágrimas de los ojos.— ¿Qué ocurre, princesa? —. Cuestionó entrando a mi cuarto. Yo no respondí, sabía que si hablaba, me pondría de nuevo a llorar. Él pareció notar eso, así que tan solo me abrazó en silencio, y unas lágrimas volvieron a caer por mis mejillas.
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¿El paraíso o el infierno?||Outer Banks
FanfictionUn día cualquiera, llega a Outer Banks una nueva familia, aparentemente, perfecta. Un marido empresario, adinerado como ninguno. Su mujer, reportera y escritora, por no mencionar que también es ex modelo. También está su hija, estudiante de matrícul...