7. Novalee.

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— ¿Me estás diciendo que vamos a robar un dron? —. Cuestioné mirando a Kie.

Me acababan de explicar su plan, que era para poder buscar el Royal Merchant, ya que, tras descubrir dónde se encontraba, tan solo había que encontrar el barco en cuestión; donde finalmente estaría el oro.

— No lo vamos a robar, lo vamos a tomar prestado —. Corrigió JJ.

— Me vale de las dos maneras —. Contesté.

— El ser humano es el único que no distingue fantasía de realidad —. Comentó Pope mirando por la ventana.

— ¿Esa frase es tuya? —. Preguntó John B.

— No, de Albert Bernstein, pero se aplica a esta historia de la búsqueda del tesoro —. Continuó — Entonces... ¿esto qué es? ¿Fantasía o realidad? —. Finalizó el moreno.

— ¿Por qué eres tan raro, Pope? —. Dijo simplemente JJ, quien se estaba liando un porro.

— Es fantasía, pero una posible realidad —. Respondió Kiara.

— Realidad —. Aseguró John B.

— Realidad virtual —. Comentó el rubio por lo bajo mientras sacaba el mechero para encenderse el cigarro.

— La verdadera pregunta es, —. Comencé a decir mientras le quitaba a mi amigo su manera de "relajarse", a lo que él me miró mal — ¿qué es la realidad? Mantente despejado, rubiales —. Advertí mirándole seria, este solo apagó el cipo que tenía en las manos. Claramente estaba indignado.

Llegamos a la escena donde íbamos a cometer el delito, John B frenó y Kiara se bajó del vehículo, mientras JJ me daba una charla de que debía relajarme.

— Tu problema es que siempre estás muy tensa —. Aseguró.

— ¿Qué voy a estar súper tensa? Eso si se lo dices a Pope lo podría entender, ¿pero a mí?

— Pero a mí no me metas, que no he hecho nada —. Se quejó él, yo tan solo sonreí a modo de disculpa.

— La princesita tiene razón, estás siempre en tensión, hermano —. Volvió a decir su amigo dándole una especie de masaje en la espalda, a lo que el moreno se apartó.

— Dejemos está discusión para más tarde, ¿queréis? —. Dije viendo cómo Kiara entraba en acción. Nosotros nos preparamos, esperando a que fuera el momento oportuno — Recuérdame por qué tengo que entrar con vosotros —. Cuestioné susurrando a John B.

— Porque eres ágil, y tal vez haya que correr, o saltar... más bien ambas —. Respondió dudando de sí mismo.

Yo rodé los ojos sonriendo, esto iba a estar bien.

— ¿Qué tal con Kiara? —. Preguntó JJ a su amigo de pecas.

— Pues... no es raro, ni embarazoso, ni nada —. Su amigo rio y yo trataba de entender qué pasó — En fin...

— La verdad es que no pensé que me fueras a hacer caso —. Admitió JJ — Estaba seguro de que le molabas... Pope estará de acuerdo, e Ira también —. Aseguró dándome un codazo.

— Espera, ¿te has lanzado? —. Pregunté yo, los tres me miraron como si no entendieran — Que si la has besado.

— Sí, sí, pero ella me rechazó.

— Haber escuchado a otro... —. Comentó Pope con una media sonrisa, lo que hizo que todos le miráramos.

La puerta comenzó a cerrarse, así que nosotros corrimos para lograr entrar antes de que lo hiciera completamente.
JJ iba en cabeza, yo iba tras de él y nos seguían John B y Pope.
Seguimos corriendo hasta llegar a donde imagino que estaba el almacén donde se guardaba el dron.

¿El paraíso o el infierno?||Outer BanksDonde viven las historias. Descúbrelo ahora