19. La fiesta (III)

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Genial, justamente lo que no quería escuchar, pues al final si que tenía yo razón, en un mes ha sido capaz de olvidarme y no ha sido ni capaz de venir a buscarme para explicarme lo que pasaba, no sé porque sigo aquí, lo mejor es que me vaya a casa. total aquí ya no pinto nada.

- Creo que ya no pinto nada aquí, será mejor que me vaya, pasa una buena noche-dice sin mirarla-.

- Pero hace un segundo querías escucharme, ¿qué ha cambiado?-pregunta sin entender nada-.

- He cambiado de opinión, buenas noches Alba.

- Nat no te vayas así, por favor, te necesito en mi vida-dice llorando-.

- Ya veo lo mucho que me necesitas, te fuiste hace un mes y ni te has dignado a buscarme ni nada y yo preocupada por ti, que ridícula me siento, anda entra y no hagas esperar mucho a Joan, que seguro que tiene muchas ganas de meterte la lengua hasta la campanilla.

- ¿Y qué te importa a ti lo que haga con Joan?-pregunta enfadada-.

- Ya nada.

- Pues no es lo que parece, da la sensación de que te ha jodido verme tan cerca de él.

- Pues estás muy equivocada, puedes estar con quien te dé la gana y como te dé la gana, la verdad es que a mí ya me da igual.

- Pues perfecto.

Pensaba que se iba a marchar pero veo que se está acercando, ¿qué cojones quiere hacer? Seguro que ha bebido muchísimo y no tiene ni idea de lo que está haciendo, tendré que ser yo la que ponga distancia aunque me joda, pero es lo mejor para las dos.

- ¿Pero qué haces Alba?-le pregunta mientras la aparta para que se aleje-.

- Sólo quiero comprar una cosa-dice sonriendo-.

- ¿Y para eso tienes que estar tan cerca?-dice con miedo-.

- Si, no te muevas Natalia, cuanto antes me dejes hacer lo que quiero antes serás libre, pero tengo que comprobar una cosa.

- ¿Ya lo has podido comprobar?

- Ajá, pero necesito hacerte una pregunta.

- Alba quiero irme ya...

- Shh-le dice tapándole la boca-. Sólo necesito que me respondas a una pregunta y te dejaré marchar.

No sé lo que quiere pero acabará conmigo, la tengo demasiado cerca, puedo oler lo bien que huele a vainilla, creo que ese olor va a ser mi favorito a partir de ahora, aunque ya no esté más en mi vida ese olor me recordará siempre a ella.

- Esta bien Alba, pregunta lo que quieras pero aléjate un poco-dice nerviosa-.

- ¿No te gusta que esté tan cerca?-le dice al oído-.

- La verdad es que me es indiferente pero igual sale Joan y se piensa cosas que no son.

- ¿Y te importa mucho lo que el piense?

- Me da igual pero se te veía muy a gusto con el cuándo os he visto, yo creo que lo mejor que puedes hacer es ir con el, ¿es lo que tenías pensado no?

- Pero igual he cambiado opinión y lo que me importa ahora es que me respondas.

- Ya te he respondido Alba, déjame irme a casa.

- ¿Eso es lo que quieres?-pregunta con cara de pena-.

- Pues la verdad es que si, aquí no pinto nada y yo la verdad es que me quiero ir porque no he venido a pasarlo mal.

Corazón vacíoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora