Corazón vacío

3. Bicho raro

Otro día más, otro día más de sufrimiento, además he tenido que madrugar más para no coincidir con Marina, estamos desde ayer sin hablarnos, yo lo prefiero la verdad, no esperaba que pensara eso de mí. Cuando pueda me iré de aquí, seguramente será un pisito pequeñito, pero no necesito más, seguro que seré el triple de feliz que aquí, no tendré a alguien que me amargue la existencia día tras día, ya no puedo soportarlo más.

Llego a la universidad un poco pronto, raro en mi la verdad, pero es lo que toca cuando no te quieres cruzar con tu hermana.

Estoy ya a punto de entrar por la puerta cuando alguien me toca del hombro, la verdad es que me asombro porque nadie me suele parar, bueno más bien nadie me habla.

- Hola Alba-dice contenta-.

- Hola Natalia, que raro que te acerques.

- ¿Y eso?-pregunta sorprendida-.

- Porque nadie suele hacerlo, ya lo sabes.

- Ya...pero tal vez eso puede cambiar, si tú quieres claro-dice tímida- ¿Vamos entrando? Que al final vamos a llegar tarde y no es plan.

Que fuerte, que Natalia quiere tener mi compañía, seguro que es una broma, mejor no me ilusiono que luego llega la hostia, como siempre, que todo el mundo se va de mi vida sin ningún motivo.

- ¿Quieres entrar conmigo? ¿A la universidad?-pregunta sorprendida-.

- Claro, venga vamos-tira de ella para que le siga-.

Nada más entrar a la universidad veo a gente cuchicheando y mirándonos, la verdad es que esta situación no me está resultando cómoda, prefiero ser un fantasma la verdad, seguro que están así porque es raro verme con alguien, que triste la verdad.

- ¿Y qué tal? ¿Ya estás mejor?

- Si, muchas gracias.

- Anda pero mira a quienes tenemos aquí-dice con maldad-.

La que faltaba, ¿por qué tiene que venir justo ahora cuando estoy tan agusto hablando con Natalia? Que ganas tiene de joderme todo la verdad.

Intento acercarme a Natalia sin que se note mucho para decirle que mejor me voy a ir ya y así no tener que aguantar más a mi hermana. Cuando llego le hablo al oído muy bajito.

- Natalia, yo me voy ya, no quiero estar donde esté mi hermana, espero que lo entiendas y no te enfades.

- Tranquila no te preocupes, te entiendo perfectamente, luego intento buscarte, ¿vale?

- Gracias, por todo-le sonríe-.

Uf, nunca había estado tan cerca de ella, que nervios más tontos me han entrado la verdad.

Nada más terminar de decirle eso, decido que ya es hora de que me vaya, no aguanto más la cara que me está poniendo mi hermana, que ganas tengo de que la conozcan como es realmente, para que todo el mundo sea consciente de todo lo que he sufrido a lo largo de los años.

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Nada más irse Alba, Marina me coge del brazo y me lleva a una habitación, lo hace tan rápido que no me da tiempo ni de quejarme.

- ¿Pero qué haces? Suéltame-le dice enfadada-.

- Quiero hablar contigo y no quiero que nadie se entere.

- Ya hablamos suficiente ayer, ¿no te parece?

- Que sí, que sí, lo que tú digas, ¿qué pasó ayer entre mi hermana la bicho raro y tú?

- Que no le llames así-le dice enfadada-.

- Es lo que es, es un bicho raro al que nadie quiere acercarse, ¿no te has dado cuenta?

- Que dejes de llamarla así joder.

- Que pesada te estás poniendo con mi hermana, me aburres eh.

- Mira, paso de tí, me voy.

Iba a salir de la habitación cuando Marina me frena agarrándome del brazo.

- Tú no te vas hasta que te lo diga yo, ¿,te queda claro?-le dice con cara muy seria-. Voy a probar otra vez y espero que esta vez escuche lo que yo quiero escuchar.

- Pero Marina, que vamos a llegar tarde a primera hora.

- Me da igual, cuanto antes me lo digas, antes saldremos de aquí y menos bronca nos echarán por llegar tarde, todo esto depende de ti. Pero que sepas que mi paciencia se está cansando, ten cuidado.

- ¿Qué quieres saber?-pregunta ya cansada-.

- ¿Qué pasó ayer? Nunca os había visto hablando en la uni, bueno ni en ningún sitio vaya.

Flashback

- Espera, ¿me acabas de decir que te importo? ¿tú? Esto tiene que ser una broma porque vaya...

- No es ninguna broma Alba, te lo estoy diciendo enserio, por eso estoy aquí.

- No me lo creo Natalia, esto tiene que ser una broma de mi hermana y no me está gustando un pelo...

- Que no joder Alba, escúchame. Yo no sabía que Marina era así ni se comportaba así contigo. Hace un rato, justo antes de subir yo aquí he discutido con ella Alba, algo que nunca nos había pasado, pero se ha metido de nuevo contigo y no he aguantado más.

- ¿Te has enfadado con mi hermana por defenderme?-pregunta sorprendida-.

- Claro Alba y lo haré todas las veces que haga falta-le dice sonriendo-.

- Joder, nunca alguien me había defendido y la verdad es que me gusta la sensación que estoy sintiendo, muchas gracias Natalia.

- ¿Y qué sensación es esa? Si se puede saber claro.

- Sensación de que parece que todo va a cambiar y que irá a mejor, a lo largo de mi vida, aunque de momento es corta, nunca he tenido esta sensación, básicamente porque nadie se preocupaba por mí. Bueno hace bastante tiempo todo esto era diferente, antes Marina era genial conmigo, ¿sabes? Y entiendo que sea así conmigo, no la culpo.

- ¿Pero cómo la puedes entender? Se porta fatal contigo Alba...

- Lo sé, sé que se comporta fatal conmigo pero la entiendo, yo no sería tan dura si estuviera en su lugar, pero bueno. Creo que ya es hora de irnos, llevamos horas aquí y está empezando a refrescar.

- La verdad es que sí, un poquito de frío si que hace. Oye Alba-le dice con miedo-.

- Dime.

- ¿Me contarás qué pasó para que Marina se comporte así contigo?

- Cuando esté preparada y confíe en ti.

- Con eso me sirve-dice contenta-.

Fin del flashback

- Nada que te importe a tí Marina y ahora si me disculpas quiero irme ya a clase, no quiero estar más tiempo en un sitio contigo.

- Te estás pasando Natalia, mi hermana te está haciendo mucho mal, ¿no te das cuenta? Mira todo lo que has cambiado en unas horas.

- No he cambiado, sólo me he dado cuenta de la realidad y la verdad es que no me gusta, no me gusta la Marina que conocí ayer.

- Natalia sabes perfectamente que no soy así.

- ¿Sólo eres así con tu hermana no?-pregunta enfadada ya-.

- Natalia...

- Ni te intentes justificar, no me interesa, espero que nadie se entere de que cómo eres realmente, si pasa todo el mundo te dejará de lado y entonces no serás nadie, que tengas un buen día Marina.

Y sin esperar una contestación por su parte me marché, no me interesaba para nada todo lo que pensaba decirme, ya he perdido demasiado tiempo con la hermana equivocada.