Once

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-¿Alaska? ¿Donde estás?
Bufé mientras escuchaba por el celular, estaba acostada en mi cama recién despertándome.
-En mi casa
-La policía está aquí
-¿Qué?
Intenté moverme pero alguien me abrazaba por la cintura.
-Quieren hablar de... eso -Susurró-
-Que me esperen ahí, yo llego -Colgué-

Giré y me encontré con Bruce, también él se venía despertando.
-Buenos días -Dijo mientras sonreía-
-Hola
Me jaló a él y me abrazó fuerte.
-¿Todo bien?
-Sí, asuntos de la empresa -Nos miramos- Nos arreglamos y nos vamos, esta bien?
Asintió con la cabeza, yo le di un corto beso en los labios y me levanté.
-Dios que frío
Él se levantó.
-Te acostumbras
Nos sonreímos y cada quien se fue a arreglar.

—————————————

-Jim Gordon
-Alaska Müller, un gusto
Nos dimos la mano.
-Perdón por acudir hasta ahora, la ciudad nos mantiene ocupados
Los dos nos sentamos.
-Sí, yo entiendo -Suspiré- Creo que usted está al tanto de la situación
-Así es, me entregaron algunas pruebas antes de que usted llegara. Entiendo que es algo delicado
-Sí -Lo miré- Tenemos una sospechosa aquí
-Hablamos con ella, hizo acusaciones muy fuertes en contra de usted
-¿Cuáles?
-Dice que lo de usted es resentimiento, porque su prometido se involucró con ella.
-Bueno, yo a él nunca le di información acerca de todo lo que se manejaba aquí, tampoco se mostraba interesado. Por eso sospecho de ella, obviamente conoce todo lo que se hace aquí
-Suena lógico
Tomé mi bolsa y saqué algo.
-Creo que esto puede servirle -Se lo di-
Era la memoria que había conseguido en el muelle.
-¿Como lo consiguió?
-Es lo de menos -Me levanté- Solo quiero que se haga justicia
Él se levantó.
-Tiene que tener cuidado Señorita Müller, el Guasón y los Moskvin no son cualquier tipo de criminales
-Lo sé
-Nos vemos, cualquier cosa aquí está mi tarjeta

Flashback

El frío del invierno ruso era imparable, ni esa cabaña en medio de la nada podía protegerme. Sentada en un rincón miré la mancha de sangre seca, una lágrima salió de mi ojo derecho mientras que un dolor punzante no abandonaba mi pecho, hace ya un mes habían matado a mi mamá ahí, frente a mí. Me abracé a mi misma y dejé de llorar, no podía permitirme ser débil.
La puerta se abrió y un hombre entró, lo conocía.

-Hey, hola, cómo estás? -Se sentó a mi lado-
-¿Como tengo que estar? -Dije con un hilo de voz-
-Yo sé que esto es difícil Alaska, pero saldremos de aquí pronto, te lo prometo
Lo miré para soltarme a llorar, él me abrazó.
-¿Por qué me ayudas James?
-Eres especial para mí -Explicó- No estoy aquí por gusto, y nunca había tenido una excusa para irme, pero creo que la encontré
Nos miramos a los ojos, él limpió mis lágrimas y me besó dulcemente. Cuando nos separamos me robó una pequeña sonrisa.
-Vamos, tenemos que practicar -Se levantó y me ayudó a hacerlo-
Hace ya algún tiempo me había estado enseñando a pelear. Sabía que con él todo estaría bien, era parte de la familia de mis secuestradores y asesinos, los Moskvin, sin embargo, estaba segura de que él era diferente.

Fin del Flashback

-Hijo de puta -Me acabé el vaso de Whisky de un trago-
En la computadora tenía un archivo completo con el expediente de mi caso, nunca hubo justicia para mi mamá.
Salí de la oficina fastidiada, el día había pasado rápido y estaba por anochecer. Me encontré con Zara.

-Hola -Le sonreí- ¿Hay novedades?
Se quedó pensativa.
-Sí, todos los hospitalizados han sido dados de alta
Me sentí aliviada.
-También hay algo más
-¿Qué? -Ella hizo una seña con la cabeza-
Me encontré con un arreglo de rosas hermoso, todas rojas. Sonreí abiertamente y me acerqué para leer la tarjeta.

"Para Alaska Wayne"

Reí de la emoción.

-¿Ahora te tengo que llamar Señorita Wayne?

-Shhhh -Reí nerviosa-

Ella sonrió al ver mi emoción.

-Yo sabía que se traían algo

-Ay Zara -No borraba la sonrisa- Me alegró el día

Nos quedamos calladas.

-¿Quieres ir a cenar? -Propuse- No quiero llegar a cocinar

-Vamos

Las dos salimos de ese lugar y nos fuimos en auto hasta un restaurante de sushi, todo estaba transcurriendo con normalidad. El lugar estaba casi vacío, terminamos de cenar casi a las 8 de la noche y la llevé a su casa.

-¿Es por aquí?

-Sí, allá adelante -Señaló-

Avancé un poco más y me detuve donde ella me indicó, hubo un destello que llamó mi atención, parecía la luz de otro auto pero no le tomé importancia.

-Nos vemos mañana, gracias por traerme

-Nos es nada Zara, hasta mañana

Ella se fue, yo comencé a conducir y unos pocos metros después me percaté de que a pesar de que me había detenido las luces seguían detrás de mí. Comencé a sentirme nerviosa y siendo sincera no sabía cómo reaccionar, intenté acelerar porque mi auto era mucho más rápido pero fue inútil, a lo lejos otra camioneta ya me tapaba el paso así que tuve que frenar. No podía hacer nada. Y me dejé llevar por mi sentido irracional e impulsivo, salí molesta del auto.
Miré para atrás y la camioneta estaba detenida, nadie bajaba. Pero cuando vi la de adelante noté que alguien se acercaba a mí, mantuve mi postura.

-Espere mucho para conocerte
Cuando estuvo cerca lo pude mirar: traje a la medida morado, pintura en el rostro, una cicatriz en forma de sonrisa, cabello verde. Era intimidante, pero yo también.
-No sé quién eres
Soltó una risa, como si fuera un loco.
-Solo vengo a advertirte -Sacó un cuchillo y lo puso sobre mi cuello, con su otra mano me sostenía para que no me moviera- Todos los que nos están mirando en esas camionetas, te quieren muerta
Se relamió los labios, yo por alguna razón no reaccionaba.
-Considera esto como un acto de piedad -Acarició mi cabello- No tiene nada de divertido matarte aquí, guapa. Hay muchos voluntarios para eso, ya sabes, tus viejos amigos, los Moskvin

Él se rió y se fue.

Rising From The Dark [Batman]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora