Veintiuno

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-¿Soy caos? -Pregunté.

-¿Qué eres qué? -Mi papá me miró confundido.

Al levantar la mirada me di cuenta como Mia, Jackson, Joseph y mi papá me miraban con una cara de confusión. Lo único que pude hacer fue reír por haber pensado en voz alta.

-Nada, estaba pensando tonterías -La boda de Bruce, por ejemplo- ¿Entonces te irás? ¿Cuanto tiempo?

-Solo el fin de semana, Jackson se va conmigo

Mordí la punta de mi bolígrafo y crucé las piernas.

-Está bien

-Joseph se quedará para ayudarte

Solo asentí con la cabeza mientras miraba los papeles sobre la mesa.
La reunión acabó y apenas era medio día así que me fui a mi oficina, todo estaba relajado así que no estaba haciendo nada. Pasaron algunas horas.
Tocaron la puerta.

-Adelante -Dije sentada desde mi silla.

La puerta se abrió pero yo tenía la vista en el ventanal, estaba atardeciendo.

-Hola -Llamaron.

Cuando giré para verlo no evité sonreír, había olvidado por completo que estaba ahí.

-Hey -Sonreí y me levanté- Que guapo te ves hoy

Sonrió un poco sonrojado, fui hasta donde él estaba y le di un rápido beso en los labios.

-Gracias -Me abrazó por la cintura impidiendo que me alejara mucho.

Hicimos contacto visual, sus ojos claros me hacían estar tranquila.

-¿Te sientes bien?

-Más que bien -Dios, qué guapo era hablándome así de cerca- ¿Cómo no me va a ir bien si me asignaste como Jefe de Construcciones?

Reí, le volví a dar otro beso.

-Vamos, no seas modesto. Te lo mereces Jeremiah

-Tal vez sí, un poco -Los dos sonreímos.

Hablamos un rato, yo sentada sobre el escritorio y él frente a mí en uno de los sillones. Inconscientemente crucé las piernas buscando comodidad pero gracias a esto mi falda se levantó un poco. Jeremiah dió un trago a su vaso con Whisky y disimuladamente, según él, vió mis piernas y levantó una ceja.

-¿Algo que decir? -Pregunté burlona, conocía su situación.

-Se me ocurren un par de cosas -Sonrió juguetón, yo me levanté y fui hasta el ventanal, ya era noche.

-Soy todo oídos

Hubo silencio hasta que él llegó a mi lado, yo miraba hacia el frente, todos los edificios iluminados, pero él me miraba a mí.

-Eres la mujer más hermosa que he visto

Me sonrojé y no lo miré.

-No hablarás en serio, o sí?

-Créeme que sí -Cuando me contestó giré para mirarlo.

Sus ojos me invitaban a perderme siempre que hacíamos contacto visual. Pero alguien abrió brusco la puerta.

-¡Alaska! -Giré, él me buscaba desesperado con la mirada.

Sabía que algo andaba mal.

-¿Qué pasa?

Él ni siquiera me miró, tomó el control de la televisión de encima del escritorio y la encendió con velocidad, buscando un programa en específico e ignorando mi pregunta.

Rising From The Dark [Batman]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora