Capítulo 13.

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Ariel.

Nuevamente estaba en el departamento de Bautista, debía reconocer que extrañaba un poco el caos de la casa de Helena pero sabía que no podía quedarme siempre y debía volver. No puedo ser tan desagradecida cuando él solo ha sido mi angel guardian y vela el triple de mi seguridad además podría decir que añoraba nuestra rutina juntos como los desayunos o las cenas de cada día.

- ¿Es un caso complicado? - consulto cortando el silencio.

Bautista quita su mirada de su notebook y suspira. - No tienes una idea Sirena, la última vez que trabajo con mi hermano - declara con seguridad.

- ¿Se puede saber de qué se trata? - inquiero curiosa.

- En realidad no pero será nuestro secreto - acota guiñando su ojo con complicidad. - Unos hermanos pelean por la herencia de su padre, ambos son ambiciosos que quieren todo y se echen la culpa - agrega rodando sus ojos.

- Que feo eso, son hermanos - acoto molesta.

- Si pero por dinero baila el mono - dice riendo.

- ¿Y quién va ganar? - consulto.

- Por mi ninguno deberíamos dividir las cosas pero Alexander no va ceder ante a Amy, esos dos quieren ganar en todo - se queja bufando.

- ¿Por qué? -

- Amy es la madre del hijo de Alexander, viste esa frase dónde hubo fuego cenizas quedan bueno en ellos queda el fuego ardiendo pero hasta que no se den una oportunidad seguirán con esa competencia absurda de quién va a ceder a quien - me cuenta negando su cabeza.

- ¿Y se aman? - digo.

- Como que estás muy preguntona Sirena - se ríe. - Se aman como unos locos solo que son muy orgullosos para reconocerlo- agrega divertido.

- La vida es una y hay que vivirla - exclamo.

- Bueno Sirena, que esperas para tu hacer lo mismo - acota mirándome a los ojos.

- Estoy tratando - digo mirando mi taza de café.

- Y lo sé, me pone feliz que de a poco vayas mejorando - comenta.

- ¿Se nota? -

- Si sirena, tu sonrisa, tu mirada y si como dice Helena vas ser un jodido ave fénix fuerte y letal - asegura muy convencido.

- Bautista - murmuro avergonzada.

- Mi linda Sirena - se ríe divertido.

- Debo ir a la fundación - comento nerviosa.

Después de organizar todo, vamos a su auto donde apenas se pone en marcha su hermano lo llama y se ponen hablar de ese caso que los está sacando de quicio ambos pero para mí suerte rápido llegamos a la fundación.

- Cualquier cosa me llamas - dice antes que baje.

- Si Bautista - contento sonriendo.

- Vendré por tí, hoy solo estás hasta el mediodía - acota pensativo.

Una moto pasa bien cerca de su auto y aparca casi en la entrada de la fundación, ambos nos quedamos observando a la pareja que se bajaba.

- Idiota - masculla Bautista al ver a Adler.

- ¿Lo conocés? - pregunto mirando a la mujer que bajaba con él.

- Adler Bank, con él compito por el puesto de tío favorito - comenta.

Suelto una risa divertida por su comentario, solo Bautista podía decir esas cosas.

- Creo que tienes competencia fuerte - acoto.

Mi Maldita Perdición (13° SAI) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora