Capítulo 14.

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Ariel.

Sabía que algo andaba mal, el malhumor de Bautista sumado a la llamada que estaba teniendo a fuertes gritos en su habitación me tenían preocupada, es la primera vez lo que veo de esa forma y no me gustaba para nada verlo de esa así pero me mantenía en la cocina resguardada con mi taza de café, no quería molestarlo llevaba varios minutos discutiendo con fervor que tenía miedo que algo le suceda.
Mientras esperaba el ruido de la puerta me hizo poner en alerta, nadie tenía la llave de este lugar a no ser de Sabrina la chica que limpia el departamento una vez a la semana pero hoy era martes y ella venía los miércoles, mis sentidos de alerta se agudizaron cuando empecé a escuchar los tacones acercarse a la cocina.

- Buenos días Ariel - suspiro aliviada al reconocer a la mamá de Bautista.

- Señora De Luca - digo nerviosa. - ¿Quiere algo de tomar? - automáticamente le pregunto de manera servicial.

- Un poco de café no me vendría mal - acota sonriendo.

Me bajo de la silla para servirle en una taza un fuerte café y volver a dárselo en la mano.

- ¿Mi hijo? - inquiere al dar su primer sorbo.

- Está en su habitación hablando por su celular - respondo y justo escuchamos un grito de Bautista.

- Tiene el mismo carácter de su padre - asegura negando su cabeza divertida.

- ¿Quiere algo más señora? - consulta mordiendo mi labio inferior.

- No cariño - me sonríe. - ¿Cómo estás? - inquiere al observarme.

- Estoy bien señora, gracias por preguntar - digo con una incómoda sonrisa.

- La próxima semana presentaré la colección otoño - invierno estás invitada al desfile y la fiesta luego - me invita entregándome un sobre dorado.

- Gracias señora - murmuro avergonzada porque no sabía cómo decirle que no me sentía cómoda en lugares donde hay mucha gente.

Escuchamos un fuerte ruido que nos alarma y salimos de la cocina para encontrarnos con Bautista que había estampado su carísimo celular contra el suelo furioso.

- ¡Bautista De Luca! - lo regaña su madre.

- ¿Qué demonios hace en mi casa? - pregunta irritado.

- El tono de voz, soy tu madre - réplica con una fulminante mirada.

Bautista la mira, bufa y nos deja solas en el medio de la sala, era la primera vez que lo veía de esa forma, no se que le pasaba pero en verdad estaba muy preocupada por él.

- ¿Sabés que le pasa? - me pregunta su mamá con su ceño fruncido.

- La verdad no sé, es la primera vez que lo veo así - contesta mostrando mi preocupación.

- Bautista es el más tranquilo de mis hijos pero cuando explota es mejor huir porque desata el infierno - comenta su mamá suspirando.

Ella me hace señas para que vayamos nuevamente a la cocina dónde nos enfrascamos en una buena charla de moda, bueno mejor dicho ella me pone a tono sobre la tendencia de esta temporada también me cuenta que hizo una colección infantil dónde sus nietos van a desfilar y me hace sonreir.

- Lo siento mamá - nos interrumpe entrando a la cocina para dejar un beso en su mejilla.

- Está bien cariño, todos tenemos días malos - argumenta ella de manera comprensiva mientras recibe un abrazo por parte de su hijo.

- Disculpa Sirena - agrega apenado y sonrío para que esté tranquilo. - ¿Qué haces aquí, mamá? - consulta al servirse una taza de café.

- Vine a dejarte la invitación al desfile - saca otro sobre de su cartera. - Y a pedirte un favor - comenta.

Mi Maldita Perdición (13° SAI) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora