Capítulo 9.

8.9K 1.1K 283
                                    

Ariel.

Notaba a Bautista más feliz de lo normal, siempre de buen humor y casi vomitando flores de colores por la boca, en lo poco que lo conocía nunca lo había visto de esa forma y algo dentro mío o mejor dicho mi instinto femenino decía que detrás de todo eso se escondía una mujer y en verdad me ponía muy contenta que una buena chica este a su lado porque él se merece lo mejor del mundo.
Mientras esperaba a que termine de cambiarse preparaba su desayuno siempre es habitual que tome lo mismo un café negro bien cargado con dos tostadas con queso crema, con eso estaba listo para irse a trabajar y volvernos a ver para la cena dónde le preparaba un buen plato de comida. Cómo todas mis mañanas la esperaba hasta que el sonido del timbre del departamento me hizo fruncir el ceño, nadie venía estás horas así que con un poco de miedo fui abrir la puerta para encontrarme con un señor alto de intensa mirada vestido de traje acompañado de varios hombres de negro.

- ¿Acá vive Bautista De Luca? - inquiere al observarme.

- Si - digo con miedo.

- ¿Quién es Sirena? - escucho que dice y se sorprende al ver a las personas. - Señor Meitzner - agrega tragando en seco.

- Nosotros tenemos temas muy importantes que hablar, por las buenas o mis muchachos lo harán por las malas - sentencia él señor.

- Señor Meitzner primero debo llevar a ella a la fundación de su familia después puede mandarme a sus gorilas para que me busquen y hablamos - dice Bautista al interponerse entre mí y ese hombre.

- Creo que no entendiste algo De Luca te dije que hablaríamos ahora, ella la puede llevar un hombre de mi confianza a la fundación - declara ese hombre con su ceño fruncido.

- Lo siento señor pero no confio en nadie y más cuando se trata de ella - argumenta al cruzarse de brazos.

El hombre lo miro con una mira gélida que siento que traspasa mis huesos, en verdad tenía miedo y no entendía el porqué estaba acá queriendo hablar con Bautista.

- No tengo problema de esperar - acota el hombre entrando directamente al departamento acompañado de sus guardaespaldas.

- Ven Ariel - dice Bautista y lo sigo nuevamente a la cocina. - Voy a llamar a Helena para que venga a buscarte así te lleva a la fundación - agrega tomando su celular.

- ¿Quién es él? - pregunto nerviosa.

- Es un conocido Ariel, no debes tener miedo - acota tratando de tranquilizarme. - Por favor ve a preparar lo que necesites - me pide llamando a su prima.

Escuchando sus palabras corro a mi habitación, tenía mucho miedo pero más que algo le pase a él, ese señor en el salón parecía un mafioso y en verdad quería sacar a Bautista de acá, no quería que se quede solo.

- Sirena, Helena está en una cirugía pero Dmitri y Stefano vendrán a buscarte - aparece él.

- Puedo quedarme acá - murmuro.

- No Sirena hemos quedado que irías, Madison te espera - comenta suspirando.

- No quiero dejarte solo - musito con miedo.

- Estaré bien Ariel, ese señor solo trata de intimidarme no debes tenerle miedo - dice con una sonrisa.

- ¿Por qué está aquí? - pregunto mordiendo mi labio inferior.

- Eso no importa Sirena, toma tus cosas que Dmitri está afuera - declara observando su teléfono celular.

Asiento a sus palabras y nuevamente lo sigo sin hacer contacto visual con el hombre que está cómodo en el sillón, Bautista me lleva hasta abajo donde el esposo de Helena me esperaba acompañado de ese niño tan hermoso que no duda en correr abrazarme con fuerza y me hace sonreír.

Mi Maldita Perdición (13° SAI) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora