Capítulo 35.

12.9K 1.2K 163
                                    

Ariel.

Cuando estaba terminando mis estudios secundarios siempre en mi cabeza estuvo la idea ferviente de estudiar para ser fisioterapeuta, era uno de mis más grandes sueños tener un gran centro de rehabilitación para niños y poder aportar un granito de arena por mejorar su capacidad de vida por eso me había esforzado el triple al conseguir esa beca que ayudaría a cumplir mis sueños.

No quería defraudar a nadie.

Mis primeros años en la universidad fueron un caos, me costó mucho adaptarme al ritmo pero cuando lo logré terminé siendo la nota más alta en cada materia. Ponía todo de mí para cada día cumplir con mi sueño, ese año que sucedió todo en mi vida estaba en mi último semestre a nada de recibirme pero tuve que dejar todo por el simple hecho que no podía conmigo misma en ese momento pero hoy después de todo lo que viví había decidido en volver a terminar mi último semestre en la universidad.

- Hola novia - me saluda Adler cuando abro la puerta del departamento.

- Hola novio - digo con una gran sonrisa cuando sus manos se aferran en mi cadera para atraerme a dónde está así juntar nuestros labios.

- Te extrañé Pelirroja - murmura.

- Y yo a tí - declaro enrroscando mis brazos detrás de su nuca.

Había semanas dónde Adler no aparecía por temas de trabajo, estaba en encubierto y no podía pasar tiempo a mi lado. Entendía eso pero no quitaba que me preocupaba mucho por él todos esos días, solo quería que se pasen rápidos para volverlo a tener conmigo como ahora estamos.

- ¿Papá Bau no está? - pregunta divertido mientras cerramos la puerta del departamento.

- No, se fueron temprano porque tenían una ecografía - le cuento mientras caminamos a la cocina.

- Me estabas esperando - asegura al ver el desayuno que había preparado.

- Si, dijimos que nuestros desayunos siempre serían juntos - declaro sonríendo.

Adler había cambiado mi vida entera desde el momento que apareció, todavía recuerdo cuando lo golpeé en la nariz ese fue como nuestro primer acercamiento pero nunca voy a olvidar todas las veces que venía a verme cuando estaba internado en el área de psiquiatría, todas esas tardes que se sentaba conmigo a enseñarme a jugar al ajedrez sin nisiquiera preguntarme nada ahora este hombre es mi novio, lo mejor que la vida me puso en mi camino.

- Te tengo algo - dice haciéndose el misterioso. De su bolsillo saca una pequeña cajita y la pone cerca de mi mano. - Feliz cumple mes - agrega dedicándome una sonrisa.

- Adler - murmuro enamorada.

- Ábrelo - me pide.

Tomo la cajita con cuidado, al abrirla encuentro un pequeño colgante con un dije de una A.

- No debías - digo emocionada por su regalo.

- Cumplimos cuatro meses juntos pelirroja - agrega.

- Me haces sentir mal porque no tengo nada para tí - comento haciendo un mohin.

- Me conformo con unos besos - dice con media sonrisa.

- Eres bastante económico - bromeo para acercarme a él y juntar nuestros labios, mientras mis manos se aferran a su cabello y las suyas en mi cadera impidiendo que nos separemos.

No iba hacerlo, me encantan sus besos y sobre todo su manera de respetarme. Se que él sabe lo que me sucedió pero está esperando que le cuente por mi misma lo que viví, mi psicóloga me dijo que el día que sea sincera con él podré dar un paso más a nuestra relación.
Todavía no estaba lista pero sabía que con el tiempo si podría.

Mi Maldita Perdición (13° SAI) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora