Ariel.
Estaba completamente molesta con Bautista por romper nuestra promesa, no había aparecido en todo el día de ayer y no solo me enojaba eso sino que también estaba preocupada por él, nadie me daba indicios de nada y que esté incomunicada en este lugar no ayudaba mucho.
Tenía un dolor en el pecho, no se que sucedía pero algo dentro mío decía que todo iba a cambiar y eso me asustaba mucho.- No desayunaste nada - dice Gema entrando a mi habitación.
- No tengo ganas - contesto con tristeza.
- Mira te vas a comer todo tu desayuno sino no saldremos de esta habitación - sentencia poniendo una silla enfrente mío para observar que coma mi comida.
- Hoy no Gema - murmuro cansada.
- No hay opción Ariel - dice entregándome el tenedor.
Sin poder quejarme comienzo a comer mi desayuno, no estaba de ánimo y mucho menos tenía ganas de hablar, sentía la intensa mirada de Gema en cada uno de mis movimientos supervisando que no quede nada en mi plato.
- Tu medicina - me da mis dos pastillas acompañada de un vaso de agua para que las tome y luego abrir la boca controlando que definitivamente las había tomado.
- Gracias Gema - susurro volviendo a mi cama para taparme y dormir.
No me sentía bien.
- ¿Quieres ir hablar con la psiquiatra? - me pregunta con preocupación.
- No, hoy solo quiero dormir - digo.
- Ariel - me regaña.
- Hoy no Gema - le pido, escucho su suspiro y como cierra la puerta de la habitación.
Cierro mis ojos sintiendo mucha angustia interna, no quería perder a Bautista y algo dentro mío me afirmaba que ya lo había perdido, él es mi amigo, mi única familia no podría vivir si pierdo a mi único soporte.
No sé cuántas horas dormí hasta que Gema entró nuevamente avisándome que tenía visitas, salté de la cama acomodé mi ropa y cabello para salir de la habitación con la gran esperanza que sea Bautista pero las pierdo cuando solo veo a su hermano y a su tía hablando entre ellos.- Hola linda - me saluda Isabel, su tía.
- Hola - murmuro con tristeza.
- Si esperabas a mi hermano no vendrá, le hemos asignado una tarea para que se mantenga al margen de lo que sucederá en el juicio - habla Alexander.
- Bautista está muy involucrado sentimentalmente, no puede ser tu abogado porque en el primer momento que lo provoquen olvidará todo - asegura su tía.
- ¿Él está bien? - pregunto.
- Si lo está - me responde su hermano.
- Retomemos en dónde quedamos la otra vez - sugiere Isabel sonriendo mientras toma mi mano. - Es duro, serán súper duros contigo pero nos tendrás a tu lado - asegura dándome su apoyo.
- Buscarán intimidarte, culparte por la forma en que vestias, no haber dicho que se detuvieron por eso necesito que empieces a controlar tus emociones porque buscarán quebrantarte en cada momento pero como dijo mi tía estaremos a tu lado - declara con mucha seguridad.
Asiento a cada una de sus palabras, cada vez faltaban menos días para el juicio, mi ansiedad, mis nervios y mis miedos se iban potenciando. Tenía días en la que me sentía muy fuerte pero otros como hoy que pensaba que no podría sobrevivir a ese proceso cuando me siente enfrente de mis tres agresores.
Ellos se van una hora después dónde volvemos a repasar cada pregunta, Alexander es duro pero se que lo hace para que me haga más fuerte en ese momento, la otra parte para salvarse buscará dejarme mal a mí y por esos tanto el hermano y tía de Bautista buscan generar mi fortaleza para que nada de lo que pase ese día me afecte más de lo que ya lo hace.
- Hola - la voz de Adler me hace mirarlo mientras entra a la habitación.
- Hola Adler - lo saludo desgranada.
- Me dijeron que hoy estás triste - acota preocupado.
- Fue un día largo - murmuro cerrando el libro que supuestamente estaba leyendo.
- Gema me dejó entrar esto - dice sacando un pequeño chocolate.
- Gracias Adler - digo con una gran sonrisa.
En silencio abro el chocolate y lo parto a la mitad, él se niega a aceptarlo pero de tan insistir lo acepta para que ambos juntemos comamos.
- ¿Sabes algo de Bautista? - le pregunto.
- Se que está organizando la despedida de solteros de su hermano y Bianca hace la de Amy por lo que escuche decir parece que ambos debían ponerse de acuerdo porque creo que ambas despedidas son el mismo día - me responde encogiendo sus hombros.
- ¿Bianca volvió? - consulto sintiendo una punzada en mi pecho.
- Si - Adler sonríe. - Se la extrañaba mucho, fue un año duro pero sabemos que sus estudios son lo más importante pero ahora viene a quedarse unos meses y después de rendir su último examen de su maestría se quedará definitivamente instalada en Chicago - me cuenta.
- ¿Bautista y ella están juntos? - murmuro con un nudo en mi pecho.
- No lo sé - me mira a los ojos. - ¿Qué sientes por Bautista? - me pregunta.
- Es mi amigo, le debo mucho - digo mirando para otro lado.
- Pero te pregunto si sientes algo más sentimental, se que es difícil eso pero me gustaría saber para ver a qué me enfrento - mira sus manos.
- ¿Enfrentar? - digo sin entenderlo.
Sus ojos grises me observan, toma mis manos y las envuelven con las suyas. - Me gustas pelirroja y quiero saber si tengo oportunidades de intentar algo contigo - declara dejándome sorprendida.
- No estoy preparada para nada de eso Adler, no se que es el amor y mucho menos puedes enamorarte de mí después de todo lo que me paso. No soy una mujer buena para nadie - digo negando mi cabeza.
- Eres una mujer maravillosa, fuerte y puedo enamorarme de tí, tu historia de vida viene contigo y nunca digas que no eres buena para nadie - seca mis lágrimas. - Eres mucho para cualquier hombre - agrega.
- No se si podré - murmuro.
- Déjame mostrarte que sí - me dice.
- Adler - musito corriendo mis ojos de su rostro.
- No te estoy diciendo ahora Ari, cuando todo termine, salgas de este lugar y te sientas mejor me gustaría que tengamos una cita, ir al parque o al cine. Podemos ir a dónde quieras - afirma mirándome a los ojos.
- No se si podré - musito.
- Claro que sí, solo confía más en tí - agrega dejando un beso en el dorso de mi mano.
Me suelto de su agarre para abrazarlo, no entendía que veía él en mí y porque quería cargar con todos mis problemas, es un hombre maravilloso que podría tener una gran mujer a su lado pero me elegía a mí que estaba más que dañada, me sentía tan injusta con él.
Él no merecía cargar conmigo.
*Más tarde subo el próximo capítulo. 😊
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Mi Maldita Perdición (13° SAI)
RomansaTreceavo libro de la Saga Amor Incontrolable (SAI) Dos caminos se cruzan de la forma más rara del mundo, Bautista nunca espero que un día normal una chica vestida de novia se suba a su auto y le pide que la ayude a escapar. Todo parecía irreal pero...