Capítulo 26.

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Ariel.

Estaba completamente molesta con Bautista por romper nuestra promesa, no había aparecido en todo el día de ayer y no solo me enojaba eso sino que también estaba preocupada por él, nadie me daba indicios de nada y que esté incomunicada en este lugar no ayudaba mucho.
Tenía un dolor en el pecho, no se que sucedía pero algo dentro mío decía que todo iba a cambiar y eso me asustaba mucho.

- No desayunaste nada - dice Gema entrando a mi habitación.

- No tengo ganas - contesto con tristeza.

- Mira te vas a comer todo tu desayuno sino no saldremos de esta habitación - sentencia poniendo una silla enfrente mío para observar que coma mi comida.

- Hoy no Gema - murmuro cansada.

- No hay opción Ariel - dice entregándome el tenedor.

Sin poder quejarme comienzo a comer mi desayuno, no estaba de ánimo y mucho menos tenía ganas de hablar, sentía la intensa mirada de Gema en cada uno de mis movimientos supervisando que no quede nada en mi plato.

- Tu medicina - me da mis dos pastillas acompañada de un vaso de agua para que las tome y luego abrir la boca controlando que definitivamente las había tomado.

- Gracias Gema - susurro volviendo a mi cama para taparme y dormir.

No me sentía bien.

- ¿Quieres ir hablar con la psiquiatra? - me pregunta con preocupación.

- No, hoy solo quiero dormir - digo.

- Ariel - me regaña.

- Hoy no Gema - le pido, escucho su suspiro y como cierra la puerta de la habitación.

Cierro mis ojos sintiendo mucha angustia interna, no quería perder a Bautista y algo dentro mío me afirmaba que ya lo había perdido, él es mi amigo, mi única familia no podría vivir si pierdo a mi único soporte.
No sé cuántas horas dormí hasta que Gema entró nuevamente avisándome que tenía visitas, salté de la cama acomodé mi ropa y cabello para salir de la habitación con la gran esperanza que sea Bautista pero las pierdo cuando solo veo a su hermano y a su tía hablando entre ellos.

- Hola linda - me saluda Isabel, su tía.

- Hola - murmuro con tristeza.

- Si esperabas a mi hermano no vendrá, le hemos asignado una tarea para que se mantenga al margen de lo que sucederá en el juicio - habla Alexander.

- Bautista está muy involucrado sentimentalmente, no puede ser tu abogado porque en el primer momento que lo provoquen olvidará todo - asegura su tía.

- ¿Él está bien? - pregunto.

- Si lo está - me responde su hermano.

- Retomemos en dónde quedamos la otra vez - sugiere Isabel sonriendo mientras toma mi mano. - Es duro, serán súper duros contigo pero nos tendrás a tu lado - asegura dándome su apoyo.

- Buscarán intimidarte, culparte por la forma en que vestias, no haber dicho que se detuvieron por eso necesito que empieces a controlar tus emociones porque buscarán quebrantarte en cada momento  pero como dijo mi tía estaremos a tu lado - declara con mucha seguridad.

Asiento a cada una de sus palabras, cada vez faltaban menos días para el juicio, mi ansiedad, mis nervios y mis miedos se iban potenciando. Tenía días en la que me sentía muy fuerte pero otros como hoy que pensaba que no podría sobrevivir a ese proceso cuando me siente enfrente de mis tres agresores.

Ellos se van una hora después dónde volvemos a repasar cada pregunta, Alexander es duro pero se que lo hace para que me haga más fuerte en ese momento,  la otra parte para salvarse buscará dejarme mal a mí y por esos tanto el hermano y tía de Bautista buscan generar mi fortaleza para que nada de lo que pase ese día me afecte más de lo que ya lo hace.

- Hola - la voz de Adler me hace mirarlo mientras entra a la habitación.

- Hola Adler - lo saludo desgranada.

- Me dijeron que hoy estás triste - acota preocupado.

- Fue un día largo - murmuro cerrando el libro que supuestamente estaba leyendo.

- Gema me dejó entrar esto - dice sacando un pequeño chocolate.

- Gracias Adler - digo con una gran sonrisa.

En silencio abro el chocolate y lo parto a la mitad, él se niega a aceptarlo pero de tan insistir lo acepta para que ambos juntemos comamos.

- ¿Sabes algo de Bautista? - le pregunto.

- Se que está organizando la despedida de solteros de su hermano y Bianca hace la de Amy por lo que escuche decir parece que ambos debían ponerse de acuerdo porque creo que ambas despedidas son el mismo día - me responde encogiendo sus hombros.

- ¿Bianca volvió? - consulto sintiendo una punzada en mi pecho.

- Si - Adler sonríe. - Se la extrañaba mucho, fue un año duro pero sabemos que sus estudios son lo más importante pero ahora viene a quedarse unos meses y después de rendir su último examen de su maestría se quedará definitivamente instalada en Chicago - me cuenta.

- ¿Bautista y ella están juntos? - murmuro con un nudo en mi pecho.

- No lo sé - me mira a los ojos. - ¿Qué sientes por Bautista? - me pregunta.

- Es mi amigo, le debo mucho - digo mirando para otro lado.

- Pero te pregunto si sientes algo más sentimental, se que es difícil eso pero me gustaría saber para ver a qué me enfrento - mira sus manos.

- ¿Enfrentar? - digo sin entenderlo.

Sus ojos grises me observan, toma mis manos y las envuelven con las suyas. - Me gustas pelirroja y quiero saber si tengo oportunidades de intentar algo contigo - declara dejándome sorprendida.

- No estoy preparada para nada de eso Adler, no se que es el amor  y mucho menos puedes enamorarte de mí después de todo lo que me paso. No soy una mujer buena para nadie - digo negando mi cabeza.

- Eres una mujer maravillosa, fuerte y puedo enamorarme de tí, tu historia de vida viene contigo y nunca digas que no eres buena para nadie - seca mis lágrimas. - Eres mucho para cualquier hombre - agrega.

- No se si podré - murmuro.

- Déjame mostrarte que sí - me dice.

- Adler - musito corriendo mis ojos de su rostro.

- No te estoy diciendo ahora Ari, cuando todo termine, salgas de este lugar y te sientas mejor me gustaría que tengamos una cita, ir al parque o al cine. Podemos ir a dónde quieras - afirma mirándome a los ojos.

- No se si podré - musito.

- Claro que sí, solo confía más en tí - agrega dejando un beso en el dorso de mi mano.

Me suelto de su agarre para abrazarlo, no entendía que veía él en mí y porque quería cargar con todos mis problemas, es un hombre maravilloso que podría tener una gran mujer a su lado pero me elegía a mí que estaba más que dañada, me sentía tan injusta con él.

Él no merecía cargar conmigo.


























*Más tarde subo el próximo capítulo. 😊

Mi Maldita Perdición (13° SAI) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora