Capítulo 38.

10.4K 1K 143
                                    

Ariel.

Me saqué mis lágrimas mientras observaba como mis dos mejores amigos decían sus votos con tanto amor, no había nada más perfecto que ellos jurando amor para toda vida. Bianca y Bautista se merecían lo mejor de este mundo, no solo él es mi ángel guardián sino que ella también lo es porque estos meses fue la mejor compañía que debía tener porque me daba la confianza exacta para que confíe más en mí y en mis decisiones también me dieron la dicha de ser la madrina de ese pequeño angelito que me volvía loca.

Soy la madrina más babosa de este mundo, Naomi terminó de iluminar mi vida con tan solo sus padres al dejarme cargarla en mis brazos. Afortunada de ser parte de ellos en cada uno de sus etapas sobre todo en está donde al fin se casaban.

- Pelirroja - dice mi novio al envolverme entre sus brazos.

- Son muy hermosos - afirmo emocionada.

- ¡Vivan los novios! - gritan todos mientras vemos como ellos se besan.

- Mi tío es un mar de lágrimas - se ríe Adler.

- Ya te quiero ver a tí en una situación así - le digo suspirando.

- Una mini versión tuya con mi color de ojos será mi perdición y menos mal que ya tengo un arma en casa para ahuyentar a los desgraciados que quieran conquistar a mi pequeña - declara tomándome por sorpresa.

Me giro para mirarlo a los ojos, lo que había imaginado se sentía tan lindo pero a la vez me abrumaba mucho, nosotros no habíamos pasado de besos y pensar en hijos solo llevaba a mi cabeza el sexo, no estaba lista para todo eso.

- Adler - murmuro.

- Ari no está mal imaginar, no te estoy diciendo que ahora pero en unos diez años quien sabe. Somos jóvenes todavía - se justifica sonriendo.

Sonrío y tomo su rostro entre mis manos, era una suerte que mi vida se haya cruzado con él, soy una afortunada porque es un gran hombre que me cuida mucho más de lo que uno puede imaginarse.

- Te amo, Adler - digo con tanta seguridad.

Se queda en silencio, su cara de sorpresa es única pero luego sonríe juntando nuestros labios, su boca se une con la mía, mis manos se aferran a su nuca sin intenciones de soltarlo.

- Hay menores cerca - nos interrumpe una voz masculina.

- Piérdete Adam - gruñe mirando mal a su primo.

- Hola Ariel - me saluda el chico sonríendo.

- Estás muy lindo Adam - digo siendo educada.

- Oh tu novia sabe lo que es la belleza natural - comenta él riendo.

- Piérdete o juro que tendremos problemas - lo amenaza con una fulminante mirada.

- Recuerden que hay menores - repite con una sonrisa divertida.

- Idiota - masculla al abrazarme.

- No seas malo solo tiene dieciocho años - lo defiendo.

- Puede tener la edad que tenga y ser mi primo pero que no se meta con mi novia porque tendremos problemas - sentencia con firmeza.

- Resultaste ser celoso - bromeo acariciando su mejilla.

- Cuido lo que es mío - declara suspirando. - Te amo pelirroja - agrega dejándome sin aliento.

Después de todo lo que me pasé nunca imaginé que podría vivir algo así, un amor tan sano y puro como el que tengo con él, mi bendición fue que nuestros caminos se encontrarán en el momento perfecto.

Mi Maldita Perdición (13° SAI) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora