Una visita al reino
_Llegó el amanecer y con el llegaron nuevas metas; ir a Blue Stone Castle y conseguir nuestro barco. Debíamos llegar antes del mediodía o si no, seríamos horriblemente devorados por unas criaturas que no habíamos visto aún, pero al parecer eran peligrosas.
En la noche anterior nos dimos cuenta de muchas cosas y, al parecer, faltaban más por enterarnos. La cara de Salty Sand expresaba muchas cosas, pero había algo peor en su rostro: peligro. Aún no descubríamos quién era exactamente ese hombre de pelo azul, no sabíamos cómo sobrevivía en el bosque tan grande con criaturas extrañas y desconocidas, pero eso era lo de menos. Cómo el estaba vivo era lo de menos en ese momento, los simples humanos éramos nosotros.
-En unos minutos salimos, estén listos para entonces- Salty entró para avisarnos a todos. Cada vez que nos veía, su vista se enfocaba en Brittany.
-Todo va a estar bien- Hemist me dió un beso al ver mi cara preocupada.
-El barco es la única salida. Yo los traje, yo los llevo de regreso a casa, pero ¿Y si no está?- lo abracé al borde de las lágrimas.
-Todo estará bien, saldremos juntos de aquí- decía suavemente mientras pasaba su mano por mi cabeza.
Yo sentía que iba a colapsar, parecíamos personajes de algún libro o una película de fantasía. Pero todo era real, cada cosa tenía sentido y, mientras más sabíamos, más tormentoso era.
Apenas el sol estaba saliendo cuando partimos hacia el reino. El grupo completo seguía a Salty Sand, esta vez yo no era la líder. No sabía hacia donde íbamos así que me quedé al final de todos.
Cruzamos por las grutas, sentía curiosidad por saber lo que allí había. Luego pasamos por el pantano, el lago estaba muy sucio, pero eso no fue lo que captó mi atención.
Me asusté mucho, había una chica bañándose allí. Aún no me había visto, así que la observé un momento. Pude ver sus pechos y parte de su abdomen. Ella se percató de mi presencia y se asustó, hundiendo su cuerpo en el agua, fue ahí cuando la vi mejor; era una sirena.
Mi boca estaba en el suelo de tan sorprendida que estaba, me alejé por inercia, esas criaturas tenían leyendas espantosas.
-¡Dios santo!- exclamé alterada, coloqué mis manos en mis rodillas. Esas cosas sí existían.
-¿Pasa algo?- se acercaron a mí. Erin me tomó por los hombros al verme tan alterada.
-Hay... Hay una sirena en el lago- hablé con la voz seca.
Mi corazón latía muy rápido.
-¿Qué?- preguntaron a mi alrededor.
-Lo mejor es no molestarla, sigamos avanzando- Salty nos interrumpió confirmando que lo que yo había visto era real.
-Realmente hay muchas cosas raras aquí- Gate se colocó a mi lado. Asentí.
Él y yo nos quedamos de últimos, de vez en cuando Hemist volteaba para verificar que todo estaba bien.
-Oye Bee- llamó mi atención y lo miré. Su expresión era pensativa- Creo que hay algo que el peliazul no nos está contando sobre él- comentó serio. Era la primera vez que lo veía hablando sin sarcasmo ni humor negro.
-De todas maneras, sea lo que sea, creo que nos ha dicho lo que aún podemos entender. Tal vez luego nos dé más información. Asimilar la situación no es fácil- dije caminando un poco más adelante. Su presencia me incomodaba por todas las cosas que me había dicho.
Llegamos al reino, me percaté de ello gracias a la aparición del lugar. Todo estaba hecho en abedul, no se podía divisar mucho desde afuera ya que había una cerca de madera en frente, una puerta gigante en el centro. En los lados superiores unas criaturas que no reconocí de inmediato, solo vi que tenían alas de ave, cara de mujer y cuerpo de león. No me sorprendí tanto ya que había visto mucho hasta el momento. Las paredes eran azules y el castillo tenía dos torres.
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SZIRATROV
FantasyUna isla, dos reyes. Una disputa que va más allá que una simple guerra por Sziratrov. Bee está en el medio de todo esto sin saber cómo escapar. Bee conocerá lo que está más allá de su aburrida vida. Los monstruos no nacen, son creados y, lamentablem...