Capítulo 16

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          Hierba mala...

_La cara de mi pequeño hermano era todo un poema, pero luego comenzó a reírse como loco.

-Me caes muy bien, sabes cómo bromear- le dijo al rey a lo que este sonrió, yo conocía esa sonrisa. No era una broma.

-No es broma. Bee te explicará- me miró a lo que yo bufé.

-¿Porqué yo?. No me va a creer- me quejé viendo cómo el salía de la habitación.

-¿De qué carajos hablan?- se colocó serio y tomé asiento frente a él.

A lo lejos escuché la risa ronca del rey.

-¿Recuerdas mi último viaje, verdad?- pregunté a Brone colocando mis codos en mis rodillas.

-Sí, pero, ¿Qué pasa?- su ceño se frunció.

Empecé a contarle a mí hermano cada cosa que pasó en la isla y, mientras más le decía, menos creía.

-Bee...- me miró serio y con sus ojos como dos platos- ¿Porqué sigues haciendo estos viajes?.

-¿Qué quieres decir?- le presté atención.

-Con esa imaginación tuya y todo eso que me acabas de decir podríamos hacer una película- bufé mientras él se rió.

-Sabía que no me creerías- me levanté pero él me haló del brazo e hizo que tomara asiento nuevamente.

-Es broma. Sí te creo. ¿En serio eres ahora propiedad de extraterrestres? ¿En serio escondes a un rey en tu casa?- él no lo podía creer. Vi su expresión y reí, recordando que yo tampoco creía nada.

-Sí, ya sé que mi vida es un libro de fantasía. Pero, por favor, ven con nosotros a 1995. No sé qué haremos, el canoso es muy reservado- susurré con una sonrisa ladina.

-¿Y él tiene súper poderes?- dijo señalando la habitación del rey.

-Solo de teletransportación- dije dudosa, aún había algo más.

De repente recordé que antes de que llegara Brone, Seth iba a contarme.

-Está bien, iré con ustedes. Tal vez no deberíamos confiar tanto, pero al carajo todo. Quiero hacerlo- se acercó a mí- cuídate, te amo- me susurró al oído por lo que fruncí el ceño- ten mucho sexo- se rió para luego irse. No sin antes llevarse un golpe en la cabeza.

A los pocos minutos de mi hermano irse, volvieron a tocar la puerta.

-¿Qué se te quedó esta vez?- abrí la puerta. Pero no era Brone quien estaba del otro lado. Por eso, mi corazón comenzó a latir rápidamente.

-La verdad es que no se me quedó nada, solo vine a visitar- cuando intenté cerrar la puerta él fue más rápido y entró. Yo cerré la puerta y eché un vistazo hacia la habitación del rey, mientras rogaba mentalmente por que no saliera.

Erin tomó asiento y miró alrededor, su sonrisa era malvada y sádica. El descaro en sus ojos era notable.

-¿Qué quieres?. No eres bienvenido, vete- intenté que mi voz no sonara asustada.

-Vine a buscarte, Izaro te quiere y Geo también. Créeme que ambos están muy enojados. Tal vez te van a cortar a la mitad para así repartirse en partes iguales- sonrió como si eso fuera lo más gracioso del mundo.

De inmediato me puse nerviosa, ¡No!. No puede ser.

-No voy a ir a ningún lado. No pueden obligarme- esta vez mi voz sí demostró el miedo que sentía.

Él se levantó y se acercó a mí a paso lento mientras yo retrocedía. Su sonrisa se había borrado y ahora sus ojos mostraban amenaza y enojo. Choqué con la isla de la cocina. ¡Maldición!.

SZIRATROVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora