Capítulo 20

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        Repercusiones

_Sentí un miedo terrible cuando no pude encontrar a mi hermano, de repente pensé lo peor. Siempre habíamos sido él y yo, así que no puedo imaginar un mundo donde solo sea yo.

-¿Cómo que no está?. Durmió contigo- Britt se levantó y se acercó a mí.

-Vamos a buscarlo, tiene que estar en algún lado- Seth también se levantó y todos fuimos en su búsqueda, por segunda vez.

Los resultados fueron iguales, no había rastro de él. Subí a la habitación y ahí no estaba su equipaje, pero, más allá de las sábanas revueltas y desarregladas, algo resaltaba entre lo oscuro de las sábanas.

Me acerqué rápidamente y desdoblé la hoja para luego soltar un grito con lo que tenía escrito.

Creo que ya sabes que soy vengativa, querida Bee. Espera, ¿No estabas pensando que me quedaría como tonta, verdad?. Cada acción tiene su consecuencia, esto no es karma, tal vez ni lo merezcas, pero no me importa.

Arrugué el papel y lo rompí en pedazos mientras lloraba. No pasó mucho tiempo hasta que llegó Britt y me abrazó mientras yo me dejaba caer. Los demás llegaron y Hemist me levantó.

-Izaro lo tiene- comuniqué mientras mis lágrimas caían. Yo sabía que si no lo salvaba, era el fin- no puedo quedarme aquí.

Me levanté para salir, pero alguien me detuvo en la puerta. Seth estaba allí parado bloqueando la entrada.

-¿Qué harás?- me preguntó esquivando mis intentos de pasar.

-Necesito buscarlo- dije intentando empujarlo.

-No puedes, eso es lo que ella quiere, no puedes entregarte así. Los puede matar a los dos- empezó a desesperarse.

-Lo siento, pero no puedo dejar que Izaro convierta a Brone en uno de ellos. No quiero tener un hermano como Geo- lo que dije lo ofendió y lo sé, lo vi en su cara. Pero no podía quedarme allí mientras esa loca experimentaba con algo tan sagrado como mi hermano.

-Bee, no seas tonta. No puedes ir de esa manera, ¿Qué harás? ¿Irás a encontrarte con Geo y decirle que te entregue a Izaro? ¿O piensas pararte en el medio del bosque hasta que ella venga y te recoja?. Lo mejor que puedes hacer es quedarte aquí y calmarte. No voy a dejar que te vayas a ningún lado- dijo deteniéndome por el brazo.

No pude decir más porque sabía que en el fondo él tenía la razón. Me llevó hasta su habitación y bufé cuando vi que nos estaba encerrando, qué bueno, porque yo sí iba a cometer una locura.

-¿Piensas dejarme aquí encerrada?- pregunté sentándome en la orilla de su cama mientras que el se quedó sentado en el sofá.

-Al parecer es necesario- dijo quitándole importancia.

-Me lanzaré por la ventana- me acerqué a los ventanales y abrí uno, acercándome a la orilla.

-¿Crees que me voy a levantar para ayudarte?. Lánzate si quieres, así no conseguirás a tu hermano. Lánzate ya, ¿Qué esperas?- él estaba utilizando psicología inversa.

Igual no me iba a lanzar así que miré hacia el bosque por unos segundos más y luego volví a cerrar la gran ventana.

-¿Sabes que aunque cambiamos algo del pasado aún así Geo se convirtió en lo que es?- su pregunta me llamó la atención así que caminé hasta el sofá y me senté a su lado. Su mirada estaba puesta en un punto desconocido de la habitación.

-¿Tener a su madre viva no cambió nada?- pregunté pero él solo negó sin mirarme.

-Al parecer hay un factor aquí que no encaja, volví al pasado y el comportamiento de Geo es normal, cuando lo vi en el pasado no estaba metido en las drogas ni nada de eso, pero sí desaparece, lo que me hace pensar que lo que pasó tenía que pasar. Pero igual seguiré investigando- toma una respiración larga y luego continúa- cuando mi hermano fue secuestrado solo lo buscamos hasta más no poder, pero algo pasó después. La conocí a ella, conocí a Izaro. Parecía una mujer normal y le conté mi historia y dijo que me ayudaría, casi me enamoro de ella. El día en que todo pasó yo fui a su casa y ella me recibió, desde ahí no recuerdo más. Solo sé que estaba en el espacio, algunos días habían pasado y ya era tarde. Ellos me habían convertido en lo que soy ahora, maldije a Izaro miles de veces y la odiaba, pero cuando me percaté de que mi propio hermano fue parte de todo esto, solo pude dejar que mi corazón se rompiera- lo que me dijo hizo que algunas lágrimas cayeran.

SZIRATROVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora