El lugar de los recuerdos
_Con la boca abierta. Esa es una frase que suele decir la gente cuando se sorprende bastante.
“Me quedé con la boca abierta cuando vi tal cosa” dicen y todos entienden la referencia de inmediato.
¿Qué pasa si les digo que después de ver a mi padre no me quedé con la boca abierta?¿Me creerían si les digo que me quedé con la mente cerrada?. Sí, ahora esa será mi expresión para decirles que no podía pensar, no era que mi mente estaba nublada sin poder ver la claridad, no podía pensar. Mi cerebro no le mandaba órdenes a mi cuerpo.
Por un largo tiempo me quedé allí, mirando el extraño portal de mi pared. Cuando pude reaccionar, lo primero que hice fue parpadear para confirmar lo que yacía en mi visión, pero la imagen de mi padre no se iba. Como ya dije, no recordaba su rostro ya que yo estaba muy pequeña y Brone también, pero nuestras fotos tomadas en el jardín de la casa tiene colores vivos y rostros que no olvidaría.
Brone se acercó a mí al ver mi expresión y Salty permanecía callado, mientras que el hombre del otro lado solo nos observaba.
-No sabía que mi hija era el blanco de unos asesinos y mi otro hijo es el secuaz- intentó bromear el mayor de todos. Pero nadie pudo reír.
Brone estaba demasiado sorprendido y me miró solo para investigar mi expresión y confirmar lo que ya sabíamos. Era un hecho, nuestro padre estaba vivo.
Mi mente se abrió, señores. Y lo hizo como quien acaba de abrir una presa; en lágrimas.
Comencé a llorar y me dejé caer en el piso. No le guardaba ningún rencor a mí padre, de hecho no tenía nada que reprocharle, excepto por algo.
-¿Has estado vivo todo este tiempo y le habías hecho creer a mamá que estabas muerto?- pregunté hipeando. Brone se agachó y me abrazó.
-¿Quién dijo que tu madre no lo sabía?. Su madre lo sabía todo, sabía sobre la isla y todo lo que hay en ella- dijo y miró al suelo con nostalgia.
-¿Porqué nunca nos dijeron algo?- Brone lo miró con reproche.
-Porque nunca pude volver y, aún, no puedo volver. ¿Porqué les diría que su padre está vivo si no pueden verlo?- esta vez, su tono comenzaba a quebrarse y algunas lágrimas se derramaron por su rostro.
-No lo puedo creer- Salty habló después de haber callado tanto tiempo.
Yo tampoco, secundo lo ya dicho. Mi madre nos había ocultado algo importante por mucho tiempo, pero no podía enojarme. No estaba enojada, en absoluto. Ni siquiera resentimiento. Solo un poco abrumada al saber que no estaba sola que, tal vez, nunca estuve sola.
Salty rompió la conexión un momento después y no discutimos sobre el hecho de irnos de 1995 o a la isla. Pero ya había tomado una decisión.
Cuando Seth llegó, me encontró en la sala con los ojos hinchados y la nariz roja. Frunció el ceño y con sus ojos le cuestionó a Brone sobre lo que había pasado.
-El monje es nuestro padre, rey- le contestó lo que el peliblanco quería saber.
El rey estaba sorprendido, pero no me dijo nada. Tal vez porque habíamos discutido más temprano y realmente yo no quería ni mirarlo así que lo evité y me dirigí a mi habitación.
Entré al baño y me lavé la cara para quitarme las lágrimas secas que se posaban en mi rostro como las gotas que se que quedan en un hoja cuando llueve.
Decidí acostarme un momento para reflexionar un poco. Pensé en mi madre, pero no pude pensar en mi padre, porque de él no tenía recuerdos.
Alguien tocó mi puerta, al principio no respondí, realmente no quería hablar. Pero después le permití pasar a la persona que estaba del otro lado del marco.
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SZIRATROV
FantasyUna isla, dos reyes. Una disputa que va más allá que una simple guerra por Sziratrov. Bee está en el medio de todo esto sin saber cómo escapar. Bee conocerá lo que está más allá de su aburrida vida. Los monstruos no nacen, son creados y, lamentablem...