Capítulo 15

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          Apariencias

_Creo que sería buena idea insertar aquí una pregunta, ¿Qué carajos significaba eso? Oh no, una mejor, ¿Yo qué tenía que ver ahí?.

Mi ceño no podía fruncirse más, mi cara era un poema, no entendía ni la cuarta parte de lo que el rey acababa de decir y se percató de inmediato porque me incitó a sentarme.

-¿De qué carajos está hablando y porqué está diciendo iremos?- cuestioné cruzando mis brazos sobre mi pecho.

-No me hables así, soy el rey- advirtió.

-No el mío- reí sin ganas- ahora dígame porqué me está incluyendo en algo sin mi permiso.

-¿Tengo que pedir tu permiso?- estaba a punto de reír.

-Creo que su sistema de gobierno no es muy justo, pero sí. Aquí se pide permiso- creo que era urgentemente necesario enseñarle sobre derechos personales a este hombre.

-Podría explicarte, pero no lo entenderías. Si te cuento algo, ¿irás conmigo al 1995?- su cara mostraba un poco de duda, pero yo no iba a perder la oportunidad.

-Primero me gustaría saber sobre esa loca idea, ¿Está usted hablando sobre teletransportación?- la idea me daba miedo.

-Sí, tenemos que ir justo a ese momento, justo antes de que mi madre tenga a mi hermano- explicó- tenemos que hacer algo y creo que eres apta para eso- entrecerró sus ojos mientras me escaneaba con la mirada.

-¿Qué tipo de cosa?- coloqué mis dedos en mis sienes.

-Salvar la isla- no quiso decir más y la verdad es que yo tampoco quería saber.

-Lo haré, pero ahora cuénteme la otra parte del trato- exigí reacomodándome en las pequeñas sillas que yacían en el balcón.

-Tengo treinta años- confesó. Me quedé callada mientras parpadeaba repetidas veces. Miré su cara seria así que me levanté para ir a mi habitación mientras bufaba, pero me detuvo por la muñeca- es broma, toma asiento- sonreía.

¡Otra vez estaba sonriendo!. ¿Qué carajos estaba pasando?.

-Mi padre murió cuando yo apenas tenía cinco años, era un soldado y dejó a mi madre con nueve meses de embarazo. Mamá era ama de casa, se casó muy joven y no pudo trabajar, ¿Qué podría ella hacer con un niño de cinco años y embarazada?. Su embarazo era riesgoso, no podía trabajar y mis abuelos le habían dado la espalda desde antes de yo nacer. La cosa se puso peor, por su orgullo no pedía ayuda y a mí no me permitía hablar tampoco. Ya no teníamos dinero y quedamos en la calle>>- comenzó y me quedé en silencio mientras escuchaba su historia.

<<Estábamos en un callejón sin salida, literalmente. Hasta que a mamá le comenzó a doler el vientre, agua comenzó a derramarse por sus piernas, pero yo no sabía cómo ayudarla. Hasta que vi su cuerpo en el suelo lleno de dolor salí corriendo a una tienda de discos, era lo más cerca que había, pero el señor no quiso ayudarme así que tuve que ir más lejos, una señora de un restaurante no pudo acompañarme, pero llamó a la ambulancia, cuando llegué al callejón, mamá estaba tirada en unos cartones viejos entre trapos que olían a humedad y a tierra. Para cuando llegaron los paramédicos, mi hermano había nacido en el suelo de un callejón mugriento>>- tomó una pausa para respirar profundamente.

<< Todo eso que pasamos no fue nada, lo peor sucedió unas horas más tarde. Mamá estaba muy deshidratada, y creían que estaba débil, pero el bebé había nacido bien y sin ninguna afección. Pero mamá no pudo sobrevivir al parto, no aguantó, tenía anemia. Por lo que mi hermano y yo llegamos a un orfanato. Yo era un niño callado, siempre fui así, pero cuando querían adoptarnos por separado, hacía todo tipo de berrinches para que no lo hicieran. Cuando yo tenía diez, él tenía cinco y por fin una familia adinerada logró adoptarnos>>- sonrió un poco irónico. Estaba segura de que en cualquier momento lloraría.

SZIRATROVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora