Y si esta vez no es la única vez que pasamos por el mundo, que tal si somos almas inmortales que se encuentran y reencuentran generando un ciclo infinito donde la única constante es ver morir a alguien, durante mucho tiempo Katherine Monnett ha teni...
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"Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos."
- Eduardo Galeano
Dormí bien, perfectamente bien y me alegraba porque lo necesitaba, no tuve ningún sueño y que bueno por hoy era mi primer día en una nueva escuela, daría inicio a una etapa, me levanté de la cama y fui a ducharme tarde más de lo usual ya que quería estar presentable así que amplíe mi rutina de belleza cuando al fin estuve lista, caminé hacia mi ventana y abrí mis cortinas, el cielo estaba totalmente nublado y hacía frío me encanta este clima escogí mi ropa y acomode mi mochila con las cosas necesarias, una vez que estuve lista baje a desayunar, era temprano así que me tocó hacerme mi desayuno; tome un vaso de leche y preparé huevos me hice todo un menú ya que tenía mucha hambre mi mamá bajo después de un rato.
- pero como está mi nena ebria??
- venga mamá que no estaba tan ebria.
- jaja, pero lo estabas, te dije que no tomarás Katherine. Dijo con una expresión dura mientras preparaba algo de desayunar
- pero no tanto mamá.
- en fin, llegaste bien y es lo que cuenta, que tal te la pasaste?
- fue una fiesta normal, pero me la pasé bien ya no soy tan desconocida después de todo.
- me alegro, anda come que ya es tarde.
Dijo mirando el reloj que estaba justo adelanté y era cierto ya era tarde se me pasó el tiempo volando, comiendo.
- maldición es cierto adiós, mamá.
Tome mis cosas y agarre una manzana y las llaves del coche de mi hermana Maryse y me fui, aprendí a manejar desde hace mucho tiempo, mi papá quería criar a unas mujeres totalmente capaces de todo y en estos tiempos agradecía eso, me subí al coche y puse la ruta para llegar a la universidad que estaba a 40 minutos, en el coche puse música para tratar de adquirir valor y funcionó me dio poder ya no sentía tantos nervios.
Ya estaba cerca del instituto Watford se veían la horda de automóviles tratando de entrar al estacionamiento cuando por fin pude entrar mi teléfono sonó era Nadia
- hola, dime qué ya estás en la uní?
- voy llegando, dónde estás tú
- en el estacionamiento
- yo igual a ver alza la mano
Y lo hizo a 3 lugares donde estaba la Vi su cabellera dorada se hizo visible y me dirigí a ella, tenía suerte ya que había un lugar vacío junto a ella una vez estacionado el auto salí y la saludé.
- bienvenida el instituto Watford, Kate.
- gracias, Nadia y bien que tal me vas a dar recorrido
