Capítulo XXIII "Incertidumbre"

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"Resulta extraño pensar que, cuando uno teme algo que va a ocurrir y quisiera que el tiempo empezara a pasar más despacio, el tiempo suele pasar más deprisa"

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"Resulta extraño pensar que, cuando uno teme algo que va a ocurrir y quisiera que el tiempo empezara a pasar más despacio, el tiempo suele pasar más deprisa"

- JK Rowling

No pude dormir, no dormí en toda la noche porque no quería cerrar los ojos y ver esas imágenes, sangre esparcida alrededor de mi y un dolor instalado en mi pecho no me dejaron en paz,la constante imágen de una persecución.

Cuando llegue a mi casa anoche me sentía desesperada solo me encerré en mi habitación e intente llamar de nuevo a Dorian pero no contestaba, tenía miedo; necesitaba verlo, me enamore de él infinitamente, me enamore de él por su versión en mis sueños, o más bien por su versión en mis recuerdos, aún estaba confundida respecto a lo que pasaba, estos días han pasado como si fuera un sueño, no como los que tengo pero así me he sentido.

Estoy en mi cama tratando de controlar mi respiración para no tener un ataque de pánico, como los solía tener, miro el techo y este ya no tiene mis dibujos y pinturas, esta en blanco, sin vida, retiro mis vista y observo la ventana, esta abierta y puedo ver todos los colores y matices de afuera, por un momento eso me da paz, pero no quiero quedarme en cama como si no sucediera nada, necesito estar en contacto con Isabel y Dorian; así que me paro y busco mi celular y lo llamo pero aún no contestan, regreso a mi cama, pero el sonido de una notificación hace que me levante deprisa, es Isabel me mandó un mensaje

ISABEL: Kate, estamos bien, él esta bien, ya estamos en camino a casa.

Cuando terminé de leer el mensaje, exhale no estaba consiente que estaba conteniendo la respiración, pero ahora mi respiración se normalizo, estaban bien, está bien.

— Kate, baja es hora de la mudanza. — gritó mi madre a través de la puerta.

— Ahora bajo. — respondí automáticamente, me cambie y recordé que hoy me mudaría.

Cuando baje ahí estaban toda mi familia junto con Nadia y Aiden, quienes me miraban con entusiasmo, bueno al menos mi familia y Nadia ya que Aiden estaba ojeroso y su mirada era totalmente diferente, baje las escaleras y me mire por el reflejo de un espejo que estaba en la estancia, me veía como Aiden, salude a todos y Nadia fue la que hablo

— Sorpresa ¡¡ jajaja vengo a ayudarte a mudarte

— Muchas gracias, pero no era necesario

— Venga, si es necesario, además tu nos invitaste a ayudarte, ¿no lo recuerdas?

— Claro que lo recuerdo.

— Bueno entonces dime donde están las cajas para que Aiden las suba al auto

— Pero antes, por favor, chicos quédense a desayunar. — intervino mi madre

Ellos aceptaron así que mi casa estaba llena, estaría mejor si él estuviese aquí, pero al menos ya sabia que él estaba a salvo. Era algo extraño, porque en este momento me sentía como si estuviese flotando, esa sensación de estar y a la vez no, estaba en automático, me serví leche y fruta todas en el comedor estaban hablando yo solo escuchaba hasta que terminamos, yo subi a mi habitación a bajar todas mis cosas y me di cuenta que en realidad tenia muchas, algunas cajas contenían mis dibujos, en otras estaban mis pinturas, pasteles, acrílico en todos colores, también tenían pinturas en oleo; también había varios pinceles separados, luego estaban mis libros, las baje y Aiden me ayudo a subirlas a su auto o más bien su camioneta.

De vuelta a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora