Angelo en multimedia.
Beatrice:
Tengo muchas razones para no hacer esto.
No, hay infinidades de ellas.
Sin embargo solo tengo una para hacerlo.
¿Cuál escogí? Por muy descabellado que sonara, tome la segunda opción y quizás para todos mis hombres y mujeres con los que trabaje, resultaría completamente absurdo y sin fundamentos, pero era lo que yo necesitaba hacer.
No había otra salida.
Las esposas son frías en mis muñecas, no me acostumbro aunque me tuvieran esposadas a ellas desde hace tres horas mientras uno tras otro entraban agentes de la policía a interrogarme.
Peor aún, ninguno estaba especializado a ser agente contra las drogas y narcóticos, todos querían su minuto de fama para interrogar a la reina de la mafia, Beatrice Sorrentino.
Es tan absurdo y tan manipulables, mucho más a los principiantes que no dejan mirar por las ventanas del salón de interrogatorio.
Si ahora mismo yo quisiera solo necesitaría usar solo un par de palabras y estaría mismo en libertad,
—Beatrice Sorrentino.
Otro agente más.—Pienso al ver al hombre obeso ingresando a la habitación.
Sin embargo mi mirada se mantiene en la puerta abierta.
¿Espera a alguien o algo así?
Tengo mi respuesta de inmediato cuando alguien más ingresa a la sala de interrogatorios, un hombre muy bien uniformado con un chaleco que tienen unas letras en relieve que recalcan "Policía antinarcóticos"
Y bien lo primero que llamo mi atención fue ese chaleco porque es lo único que he observado tan llamativo desde que me encerraron en esta sala lúgubre y sin ninguna luz más que ese foco sobre mi cabeza a punto de quemarse , también sin alimento más que una botella de agua y un pequeño sandwich, todo para que empiece a hablar, aunque parece que se les olvido que yo misma dije que lo haría cuando llegue a la estación de policía con las manos hacia arriba dispuesta a entregarme mientras más de uno de sus agentes me apuntaron a la cabeza y me arrojaron contra el suelo.
Un agente antinarcóticos, por dios.
Al fin piensan estos hombres.
Subo la mirada a su rostro, nada que no haya visto ya, en mi ámbito laboral he cerrado negocios y me he encontrado tipos tan fríos como el fallecido Massimo Gabanna y tan atractivos como Alessandro Bertinelli, al que más de uno da por muerto y lo mismo con un desaparecido y fantasma Dante Grimaldi, con el que he cerrado muchos tratos de traslado.
Sin embargo es muy guapo como para conformarse en ser solo un policía, con ese rostro y ese cuerpo entraría como un infiltrado perfectamente o quien sabe, quizás ya lo hizo.
Y si no, estoy muy segura de que no desea ahora serlo y más con nuestra situación.
Ahora todos mis colegas son incógnitas o han sido eliminados.
¿Qué es esto?
Parece que de un momento a otro alguien decidió ponerse los pantalones y acabar con todos nosotros.
¿Acaso soy la siguiente?
Algo es claro, soy el blanco de muchos, entre policías infiltrados, políticos y los mismos hombres con los que he cerrado un trato peligroso.
Cada uno busca cobrársela y desean eliminarme por eso.
Una lista.
—¿Por qué Beatrice Sorrentino no tiene un abogado?.—Le pregunta ese policía al señor obeso.
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Nacidos en la Mafia (#6 Hijos de la Mafia)
RomanceBeatrice Sorrentino tuvo razones suficientes para dejar la Mafia y aunque lo tenia todo, decidió escoger el camino correcto y así mismo hacer un trato con la policía. Un trato que la llevara a convertirse en el blanco principal de muchos de sus enem...