Ángelo:
Tengo un severo problema con esta mujer.
Ni siquiera puedo conciliar el sueño, Beatrice se mueve a mi lado y mis dedos se deslizan por su espalda desnuda y fría.
—¿No puedes dormir, agente Marchetti?
Ya me di por vencido.
¿Qué haré cuando esto termine?
Estoy en la misma posición de Selina y Gabriella.
Joder..
Y yo que estaba llamándole la atención a Gabriella por involucrarse con Dante, prácticamente he hecho lo mismo, Beatrice es igual de peligrosa que Dante o lo era hace poco.
Ahora están buscándola, lo ha perdido todo y aunque nos ayude en el juicio, lo más probable es que ella termine tras una celda.
Beatrice no es tonta, lo sabe muy bien, pero no lo importa, ni si quiera el perder a su hijo porque eso llegara a pasar si todo marcha bien para nosotros, sin embargo a pesar de pensar en esa posibilidad, lo único que Beatrice Sorrentino desea es mantener a su hijo con vida.
La beso y ella se sube en mi encima, dejo que se mueva a su antojo mientras yo mantengo presionada sus caderas con ambas manos.
Lo disfruto, mierda, vaya que me encanta.
Y cuando voy a recibir todo el placer, algo sucede.
Escucho un ruido y algo se rompe en el piso de abajo.
—Mierda.
Bajo a Beatrice a mi lado, ella coge las sábanas y se cubre con ella, llevo los dedos a mis labios y hago una señal de guarda silencio.
—Vístete. —Es mi única orden.
Ella se apresura a hacerlo en silencio, estiro la mano hacia el cajón donde tengo guardada mi arma y la sacó, me pongo los pantalones y levanto la mirada a Beatrice.
Ella niega.
—No, Ángelo.
—Quédate aquí.
Voy a irme y ella me toma del brazo, nuestras miradas se encuentran.
Esta preocupada por mi y mi única opción es darle un beso suave en los labios.
—Quédate aquí, Beatrice.
Suelto su mano y salgo de la habitación, bajo las escaleras y levanto el arma apuntando a más de un solo lugar ante el primer ruido.
Las luces se encienden y me quedo helado, escucho pasos detrás de mi, es Beatrice a pesar de que le dije que se quedara en el segundo piso.
—¿A quién crees que le estás apuntando, Angelo Marchetti?
Mi amiga me sonríe levantándose la mano y su esposo está furioso.
Bajo el arma.
—Selina.
—Me da gusto verte otra vez, Angelo.
Selina y Beau Lombardi.
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Nacidos en la Mafia (#6 Hijos de la Mafia)
RomanceBeatrice Sorrentino tuvo razones suficientes para dejar la Mafia y aunque lo tenia todo, decidió escoger el camino correcto y así mismo hacer un trato con la policía. Un trato que la llevara a convertirse en el blanco principal de muchos de sus enem...