14. Solo hace falta un error para convertir esta misión en un fracaso.

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Angelo:

¿Decepcionante?

¿Soy decepcionante para una mujer como ella?

Esa mujer...

Dejo los pensamientos que no me han dejado dormir anoche y me levanto de la cama, es temprano y eso no me detiene para ir a hablar con esa mujer.

Sin embargo lo que encuentro en su habitación.

—¿Beatrice?

No esta.

Joder.. joder..

Beatrice Sorrentino no está.











Beatrice:

No puedo mantenerme en esa casa todo el tiempo, me sofoco y Angelo Marchetti no entiende lo que es sofocarse para una mujer que además está embarazada,

Sin embargo mi verdadero motivo al irme es por esto.

—¿Cómo se llaman estos dulces?

Jodidos antojos.

—Sfogliatelle.

Soy italiana y no había probado esta belleza.

—Denme dos y .. —Observo los otros dulces que hay dentro de la panadería.

La boca se me hace agua.

Pastiera,Zucotto, Helado napolitano, Cannoli, Tiramisu.. y muchos más.

—Denme dos de cada uno.

Si a Angelo no le gusta, más para mí.

Hago el pago con el dinero que cogí de la mesa, donde lo puso Ángelo y doy un corto recorrido tomando aire fresco junto al mar de Apulia, para luego regresar a casa.










(*)










—¿Dónde carajos estabas?

No es la clase de recibimiento que esperaba.

Suspiro y dejo las dos bolsas con productos sobre la encimera, comienzo a sacar cada uno.

—Beatrice, no puedes salir a cada segundo que quieras hacerlo.

—Tranquilo, solo fui a una panadería y a tomar aire fresco. —Cojo la tajada de Sfogliatette y se lo muestro. —¿Puedes crees que no probé esta cosa antes?

Lo dejo sobre la mesa.

—Solo espero que sepa bien.

—Ya compre para la semana.

—Lo se.

—¿Y solo fuiste para comprar dulces? Alimentos nada necesarios para ti y el desarrollo de ese bebe.

—Pues a ese bebe le provoco comer esto. —Le muestro ahora el helado Napolitano. —Mierda, ya se va a descongelar.

Camino hacia la nevera y lo guardo dentro.

Cuando me regreso, el sigue con ambas cejas juntas y una expresión total de desaprobación.

—Ángelo, no quiero discutir otra vez.

Y no me hace bien.

Me guardo eso.

—No me des motivos.

—¿Yo te doy motivos, agente Machetti?

—Lo haces, joder, y ya deja de decirme de esa manera.

Frunzo el ceño.

—Ángelo, maldición, solo Ángelo.

—Ya que llevaremos una relación solo de policía a misión. —Lo señalo a él y luego a mí. —Entonces deberíamos dejar de llamarnos como si fuéramos los mejores amigos.

—Estas decidida a complicar mi trabajo, Beatrice.

Sonrio. —¿Yo complico tu trabajo?

Sus ojos se me quedan viendo, su mirada baja a mis labios y vuelve a subir despacio.

—No debió ocurrir.

—Agente Marchetti, si vas a seguir aferrado a esa idea y no admitir lo que realmente sientes, no hablemos del tema, por favor.

Ángelo no respondo, estoy decidida a irme con un pastelito a mi habitación, pero él me detiene del brazo.

—¿Piensas que no lo deseaba?

Aparto mi brazo. —¿Ya vas a decidir admitirlo, agente Marchetti?

Ángelo no responde.

—Debe ser difícil estar al lado de una mujer que deseas mucho y tener que contenerte.

—Eres demasiado presumida.

—Pero no me equivoco ¿O no?

Observo como su manzana de Adan se contrae.

—Se cómo acaba esto, Beatrice.

—Contigo y conmigo en la cama, si también lo sé.

No hay un cambio en su mirada.

—Somos adultos.

Si dice su misión, lo mandare a la mierda.

—Solo hace falta un error para convertir esta misión en un fracaso.

—Entonces ya lo cometí yo al besarte la otra noche.

Me acerco a él.

—No te sientas culpable, estas libre. —Le digo. —Fui yo quien ya echo a perder esta misión.

—Beatrice.

—No podemos arruinarlo más.

Lo beso, no como anoche, solo lo provoco, me sostengo de sus hombros con ambas manos y comienzo a repartir suaves veces sobre sus labios, mordisqueo y tiro de el por ultimo.

Sonrio y retrocedo.

—Sigues siendo decepcionante, Ángelo.

Me doy la vuelta después de ver el enojo en sus ojos.

Otra vez le he dado donde le duele.

Sin embargo ni yo misma me lo espero hasta que sucede,  que Angelo me coja la nuca y sea el quien termine por acabar las palabras decepcionantes que tenia para el.

Nacidos en la Mafia (#6 Hijos de la Mafia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora