Capítulo 21

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||La Dama Tatuada||

¡Atención! Esta es una orden de evacuación de emergencia.
El ejército controla el centro de Baltimore. Conserven la calma y sigan las instrucciones del personal de emergencia.
En breve, se dará la lista de los refugios y primeros auxilios.
Día 23. Procedan con precaución. Eviten los cables eléctricos caídos.
Si encontraron un refugio fuera de la ciudad, quédense donde están y aguarden nuevas instrucciones. —

Lydia recordó aquel mensaje por radio que enviaban las fuerzas armadas y que ella escuchaba junto a sus padres y algunos otros sobrevivientes dentro del extenso sótano donde pasaron los primeros días del inicio de todo. Aquella ayuda, sin embargo, quedó en el olvido  y el caos llegó al poco tiempo por orden natural. Algunos lograban vivir con ello, animándose al exterior como nueva forma de vida y adaptación; pero otros, cedían ante la locura y se volvían seres agresivos.

Tal y como el padre de Lydia....

Lydia, oh , Lydia ¿acaso conoces a Lydia? Oh, Lydia, la dama tatuada.
Los hombres sus ojos adoraban.
Pero más su torso admiraban.
Lydia, oh, Lydia. Es enciclopedia.
Oh, Lydia, la Reina del tatuaje... —

La azabache repitió en su mente aquella canción que su madre solía cantarle cuando su padre se volvía agresivo. El calor de sus brazos y suave voz, lograban que olvidaste por momentos aquella realidad distorsionada que tenía sobre el fin del mundo.

—Recuerdo la mirada que tenía. —comentó, mirando en dirección de la celda de Henry aunque no pudiera verlo a él.— Aún la veo. Es tan fría... era...—corrigió.—¿por qué te cuento esto?— bufó.

—Porque es mejor el silencio. Es mejor que estar sólo. — respondió, Henry desde su respectivo confinamiento.

—Nunca estuve sola. Mi gente viajaba en grupo con los muertos. Están los sonidos, el olor... —

—No te mentiré. Andar con piel de muertos es algo chiflado. —

—Pensar que este lugar no caerá como todos los demás, eso es cosa de chiflados.— contraatacó.

—No estamos de acuerdo. —

—Tu papá es un desgraciado como el mio. Lo único que hizo fue escapar.— escupió, refiriéndose Daryl. —¿es tan difícil? ¿hay muchos guardias aquí?—

—Daryl no es mi papá.—negó de inmediato.— Ni siquiera quiere estar aquí. Sólo lo hace por un favor a mi madre. —

Lydia recargó su rostro contra los barrotes.

—Creí oirte decir que tu madre había muerto. —comentó.

—Quise decir, mi segunda mamá.—aclaró.—Es dura. No conviene meterse con ella. ¿qué le pasó a tu papá? —

Sangre. Lydia recordó la sangre en la que se ahogaba su padre tras esa herida en su yugular.

—Era un hombre estúpido.—explicó mientras jalaba un poco él lóbulo de su oreja tras el agudo dolor que sentía en su canal auditivo. — Sobreviví gracias a mi madre. Ella me protegió. Se parece mucho a tu mamá... Tampoco conviene meterse con ella. —

[•••]

Aquella mañana, Jesús y Neferet encabezaron el grupo de búsqueda conformado por Nilo, Magna, Yumiko, Connie y Kelly; con el objetivo de buscar a los desaparecidos Alden y Luke.

—¿Qué ves, bonita? —preguntó Jesús, mirando hacia el árbol al que la pelinaranja se había trepado.

—No le digas "bonita", papá es un celoso de mierda. —reprendió Nilo a su padrino y Jesús rió suavemente.

El Puente ||Daryl DixonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora