7

127 17 0
                                    

            Salir de aislamiento después de días sin contacto humano, resulta gratificante para Luhan; más, incluso, de lo que ha llegado a esperar en él mismo. Cuando ve la puerta abierta y la ve a ella entrar, moviendo las caderas con chulería y unas esposas en la mano que prometen ser más agradables que cualquier celda, siente alegría. Él sintiendo alegría.

El aislamiento es una de las peores cosas que le han hecho, y no bromea. No ha podido tener contacto humano con nadie, se ha sentido solo e incluso, el infernar silencio apenas roto por el mismo, ha logrado ponerlo de muy malhumor. Poder ver más personas después de esos días es hasta agradable, sobretodo porque la primera persona que puede ver es la policía sexy, Minseok, con su cuerpo erótico y su mirada de superioridad.

-¿Te has divertido en aislamiento? -Cuestiona ella mientras le coloca las esposas. Luhan sonríe de lado, chulesco. A chulería no le gana nadie, ni ella.

-Ha sido divertido -Miente -Sobretodo cuando pensaba en ti y en tus caderas. Muy bonitas, por cierto.

-Pues sigue mirando porque es lo único a lo que va a acceder una basura como tú -Dice ella, empujando su cuerpo para que camine fuera de la celda especial. -Vamos, debo llevarte a tu celda.

-Qué carácter... ¿Te has aburrido sin mí?

-No, al contrario. Ha sido como unas pequeñas vacaciones -Comenta -Se ha sentido bien.

Luhan sonríe y, ya más relajado, decide callarse. Le encanta que le siga el juego y le conteste a las insinuaciones, incluso si es para insultarle o menospreciarle. No le importa. Al contrario, le encanta que ella sea una mujer completamente independiente y contestona. Es valiente, y eso le pone a cien. Es muy distinta a Wendy, todo lo que ella nunca fue en vida. De alguna manera, la hace más atractiva. Más única.

Se mantiene en silencio hasta que llegan a su celda, dónde encuentra a dos golpeados Baekhyun y Jongdae. Ella abre la celda y lo empuja dentro, sacándole más tarde las esposas. No se despiden el uno del otro y Luhan se gira a verles.

-¿Y esas caras? -Cuestiona -¿Os habéis metido en algún lío aprovechando que no estaba?

-Mas bien han aprovechado que tú no estabas -Corrige Baekhyun -Que te cuente Jongdae, que es cosa suya.

Luhan se sienta en una de las dos camas y mira, con curiosidad, al preso hacker, cuyo aspecto no es del todo espectacular. Tiene un ojo morado y su mejilla está marcada. Por si fuera poco, el labio permanece hinchado, aunque no duda que debe estarlo menos que otros días. Todas las marcas no parecen recientes.

-Antes de que llegaras, pedí ayuda a un grupo de presos. -Relata -Supongo que ya sabes esto, pero te lo diré igual. Si pides algo, debes dar algo a cambio, y no puedes poner condiciones.

-Lo sé.

Es algo básico en las cárceles.

-Por eso mismo, cuando me ayudaron, pidieron que pusiera el culo para uno de ellos -Explica -Y me negué. Aproveché tu llegada para pedir ayuda, sabiendo que me estaba arriesgando todavía más. Por suerte, me salió bien la jugada, hasta que acabaste en aislamiento unos días.

-Y se han aprovechado -Confirma. Jongdae asiente -¿Te la han metido?

-¡No! -Grita con asco. Baekhyun ríe. -Iugh, no. Solo nos han golpeado.

No pregunta por qué Baekhyun se ha visto afectado porque se lo imagina. Ellos dos siempre están juntos, de forma que se apoyan el uno al otro. Incluso si antes de entrar no se conocían de nada, ahora se han hecho mejores amigos por las condiciones que los rodean. Puede entenderlo si se imagina débil y sin el nombre, en secreto, de El Ciervo. No todo el mundo lo conoce, pero sabe qué, algunos presos, lo han reconocido. Nadie dice nada, de todos modos. Nadie quiere meterse con El Ciervo, mucho menos con la persona que hay detrás, cuidando de él.

-Bueno, a mi lado, nada va a pasarte -Le asegura -Prometí protegerte y eso haré.

Como respuesta, Jongdae le dedica una sonrisa. No necesitan decir nada más para entender que los tres son amigos. Se van a proteger en las buenas y en las malas.

.

.

.

Horas después, después de la cena y a punto de dormirse, la puerta de la celda es abierta. Baekhyun y Jongdae ya están dormidos, pero él permanece despierto. Ante el ruido extra, se levanta y contempla la figura en medio de la oscuridad que se ha colado dentro. Es ella, la policía sexy.

-¿Qué atrae a una policía en medio de la noche? -Cuestiona divertido. Ella solo rueda los ojos.

-Nada que tu desees -Responde -Se me olvidó darte esto. -Indica.

Entonces, Luhan se da cuenta que está cargando una bolsa con varios elementos dentro. No tarda en entender que le han llegado algunas cosas de fuera, así que rápidamente la agarra, siendo ligeramente brusco. Minseok da dos pasos hacia atrás, más no se marcha.

-Tienes también una carta -Le dice -La cual hemos leído, aunque ya deberías de imaginar que lo hacemos a menudo.

-Lo sé.

-Dime, Luhan; ¿Por qué te llama El Ciervo y quién es LZY? -Pregunta, haciendo que Luhan la mire con sorpresa.

Esas iniciales las conoce perfectamente. Ya no solo el apodo, que es bien conocido por cualquiera con un mínimo contacto con dicho hombre, sino el hecho que esa persona haya querido mandarle una carta, a riesgo de ser detectado. No le conviene, piensa. No debería haberlo hecho, a no ser que sepa que, sepan o no quién es, no le va a pasar nada. ¿A quién habrá pagado?

-No te importa. -Contesta, pero es tarde. Ella sospecha algo y eso no es bueno. Ha tardado demasiado en responder. Seguramente ha sido demasiado obvio. -No te metas en mis asuntos o puedes salir mal.

-¿Me estás amenazando?

-Sí.

-No te conviene hacerlo. -Insiste.

-Y a ti no te conviene saber ciertas cosas -Dice él -Es solo un amigo, no tengo por qué decirte más. Y El Ciervo es un apodo.

-Ya, seguro. -Minseok se gira con molestia. Ha ido con la idea de sacar algo de información, por poca que sea, pero no ha logrado sacar nada. -Te estaré vigilando.

Y se marcha, con la idea preconcebida de investigar quién diablos es ese LZY y su verdadera relación con Luhan. Además, piensa investigar de dónde proviene ese apodo, porque le suena de algo y eso no es bueno. Luhan no es quién dice ser. Toda la información que tiene la policía de él está incorrecta y ella lo sabe. Tiene ese presentimiento y, cuando ella tiene uno, nunca falla.

Tampoco fallará ahora.

En la celda, Luhan se sienta sobre su cama y saca el contenido. Hay cosas básicas para vivir y la carta, la cual es una burla. Que esa persona se haya arriesgado para burlarse de él, solo indica el ego que tiene y el poder que es capaz de manejar.

No importa, se dice. Después de todo, va a necesitar, tarde o temprano, su ayuda.

Entre rejas (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora