Entre rejas (+18)

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            -Tienes visita.

Así amanece Luhan. Una semana después de la humillación, y de que se vengara al día siguiente follándosela delante de un divertido Baekhyun y un avergonzado Jongdae, no se espera despertar esperando una visita. De todos modos, sabe quién puede ser. No hay personas que deseen visitarlo salvo su hermano, el cual ya ha estado ahí.

-Que bien... -Murmura. -Ahora voy.

Está medio dormido, así que se levanta lentamente. Se estira cansado, bosteza y camina hasta la entrada de la celda, ahora abierta por Tao. De nuevo, es Tao quién lo lleva, confirmándole que es uno de los policías amenazados y pagados por Yixing para mantener el silencio. Por dinero baila el perro.

Ya fuera de su celda, Tao le pone las esposas y lo lleva con tranquilidad por el pasillo. Las miradas están en ellos y Luhan las ignora, paseándose por la cárcel como si fuera el rey – y, de alguna manera, se puede decir que lo es – incluso si está esposado por el mismísimo Tao, uno de los policías más fuertes y temidos de la prisión.

Si bien antes no conocía mucho de él, ahora conoce bien su perfil. Es alguien con paciencia. Es tranquilo y amable. Pero sabe varios tipos de artes marciales y muchas de estas incluyen armas, las cuales está autorizado a usar en caso extremo. Es temible cuando se enfada y no duda en herir – e incluso matar – a cualquier preso que lo enfade. Lo ha visto en acción. Pero a él no le puede hacer nada, recuerda. Está amenazado por su hermano y, con tan solo arrancarle un pelo de la cabeza, morirá.

Tao no es idiota. Sabe qué debe y qué no debe hacer. Dañar al Ciervo es una de las cosas que nunca debe hacer. Pero nadie en la cárcel – salvo los miembros de la misma mafia y, obviamente, los policías – saben eso. Y está seguro de que no todos los policías. Por ejemplo, sabe que Minseok es ajena a todo.

Cuando por fin entra en la sala, ve a su hermano sentado. Se ve tranquilo y no ha cambiado en nada desde la última vez. Tao lo suelta y le coloca las esposas de la mesa, aunque no las fuerza demasiado. Entonces, se marcha. Como la anterior vez, los guardias miran hacia otro lado y no escuchan nada. Es ilegal, pero es Yixing.

-Es bueno verte de nuevo, Luhan -Le saluda -Se te ve más brillante, y más musculado.

-He estado usando el gimnasio de la cárcel -Confiesa -¿Cómo va todo ahí afuera?

-Bien. Todo va estupendamente. Tu grupo de moteros sigue intacto, supuse qué desearías esto. Ahora mismo está siendo controlado por tu mano derecha, pero lo vigilo de cerca por si hace algo que no debe. -Le relata -Supongo que saldrás pronto de aquí.

-Sí, pronto te daré el aviso.

-Te iré a ver en un mes. Espero que, para entonces, pueda sacarte. Estoy esperando demasiado tiempo.

-Lo siento -No lo siente -Pero tengo cosas que hacer aquí. Las estoy acabando, si te sirve de consuelo.

Yixing sonríe de lado, imaginándose que clase de cosas tiene que hacer en la prisión que lo instan a quedarse más tiempo aún.

-Ya, me lo imagino -Ríe -Sé suficiente como para imaginar que te diviertes mucho. Es una buena chica, pero la tienes loca. ¿Estás seguro de qué se irá contigo por las buenas? Porque yo no lo estoy.

-De una forma u otra, saldré con ella.

-Que alentador -Se burla -Se te ve muy seguro. Espero que las cosas salgan como esperas. De todos modos, he estado investigando algunas cosas sobre ella, ¿Sabes? Sus relaciones personales, dónde se mueve, antecedentes, familia...

-¿Algo que comentar?

-Es una chica normal y corriente. Tiene pocos amigos pero los tiene desde hace muchos años -Empieza a hablar -Sus amigos son todos también corrientes y, como ella, no tienen antecedentes penales. Casi todos sus amigos son chicas, pero tiene algún amigo chico. Los días libres los dedica a descansar, llenar la nevera y cosas típicas y alguna noche sale de fiesta.

-¿De fiesta?

-Discoteca, karaoke...

-Oh.

Vaya, no se ve a alguien tan seria e imponente como Minseok haciendo cosas tan normales como esa. Por alguna razón, como solo ha visto esa faceta de policía, no es capaz de imaginársela fuera del uniforme. Es interesante conocer este lado de ella.

-Por cierto, para ser policía no es muy inteligente -Comenta Yixing. Luhan alza una ceja -Hackear un teléfono móvil es muy sencillo.

-¿Has hackeado su teléfono?

-Sí. No personalmente, pero tengo gente. -Dice -No hay nada comprometedor salvo fotos ligeramente sexys y vídeos de ella bailando.

-No podía esperar menos de ella -Ríe Luhan con diversión.

-Si se mueve en la cama tan bien como mueve el culo para bailar, creo que entiendo por qué estás tan contento con ella -Bromea Yixing medio en serio, medio en broma. Luhan sonríe, tenso. El comentario no le ha gustado nada. Ella es suya. Yixing no tiene derecho a hablar de ella de esa forma, tampoco a pensar sexualmente en ella. -Tranquilo, no es como si fuera a tocarla. Está buena, pero sé que eres demasiado posesivo. Yo, en cambio, soy algo más liberal.

-Tú tienes como cinco mujeres para ti solo y las haces jugar entre ellas -Le recuerda -Somos muy distintos en ese sentido.

-Seis -Corrige -Son seis. Tengo una nueva.

-¡¿Cuántas más piensas tener?! -Grita sorprendido.

-Mm... -Yixing finge pensar -¿Diez?

-Eres imposible... -Comenta Luhan, recostándose en la silla. ¿Por qué será que ya no se sorprende tanto como antes? Su hermano tiene una libido increíblemente alta y es demasiado promiscuo. Siempre lo ha sido. -De todos modos, ¿Me pasarás esas cosas? Tengo derecho a ver qué tiene en el móvil.

-Oh, por supuesto. He pensado en ello -Dice -Mira, en este móvil tengo todo lo que he sacado del suyo.

Luhan estira el brazo y lo agarra. Comienza a ver las fotos una detrás de otra. Son todas increíbles, con un toque sexy intrínseco en alguien como Minseok. Además, tienen un toque lindo también. Pasa rápidamente a los vídeos, quedándose embobado. ¡Joder, si que sabe mover el trasero!

-¿Te gusta lo que ves?

-¡Cállate! ¡Te prohíbo verlos!

-Demasiado tarde, ya sabes. Me he divertido alguna noche con ellos -Se burla.

-¡Maldita sea! -Luhan se levanta y golpea la mesa amenazante, pero Yixing le manda una escalofriante mirada que lo paraliza. Si hay alguien que es capaz de infundir miedo en El Ciervo, es Lay Zhang Yixing. -Idiota...

-Me gusta que sepas cuando parar. Eres mi hermano y te quiero, pero no permitiré que se me falte el respeto.

El resto de la charla sigue con normalidad, aunque con el ambiente tenso.

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Cuando Yixing sale, una vez se ha marchado Luhan, es escoltado por dos policías hasta la salida. La conversación ha ido bien, con algunos problemas de por medio, pero ha sido productiva. Ha podido comprobar algunas cosas que necesitaba y se puede volver a China con tranquilidad.

De lejos, puede ver a Minseok, la policía que lo tiene completamente loco. Ella se lo queda mirando y se esconde detrás del enorme cuerpo del policía rubio, cuyo nombre no recuerda, pero sí recuerda haberlo amenazado alguna vez. Pasa de largo, sonriente, y solo le dedica un corto saludo que ella corresponde.

Infunde miedo en ella como lo infunde en muchos otros, pero no deja de tener esa mirada leónica en su rostro.

Le gusta.