Epílogo

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Es increíble lo difícil que es curar las heridas. Y no, no me refiero a las físicas sino a las emocionales. 

Hace ocho meses que no escuchamos sus tonterías, que no vemos sus ojos burlones ni olemos su aroma. El inspector no se equivocaba. Ese día marcado en mí como un tatuaje Damon nos dejó para irse a un lugar mejor, o al menos eso espero. 

No encontraron su cuerpo, según el inspector había ocurrido una "combustión espontánea humana" y ni siquiera se podían diferenciar las cenizas ya que estaba mezclada con la de los muebles. 

Debido a esto no pudimos hacerle un funeral como el quería: llevar sus cenizas a un Burger King y esparcirlas en medio de una hamburguesa para después enterrarla. Si, algo raro para la gente "normal" pero muy común en Damon. Nunca quiso que lloráramos por él pero nos es imposible.

Axel y Blair se siguen sintiendo muy culpables de su muerte: "Merecía vivir mas que yo" suelen decir ambos. No puedo negar que la tristeza sigue en mi interior pero por suerte tengo a Blair a mi lado y a un niño seguramente hermoso en camino. Si, faltan solo cuatro meses para recibirlo. Y esto es gracias a Damon.

Axel por su parte está junto a Emily. Ambos van enserio lo cual me alegra porque Axel ha pasado página y Emily ha madurado. ¿Recordáis la niña consentida de papá? Pues no queda ni rastro de ella. 

No me gustaría seguir hablando de mis penas por lo que trato de despejar la mente y concentrarme en el cadáver que me ha tocado inspeccionar. Si, al fin soy forense. No quise cogerme la baja hasta que no pudiera andar por mi misma, así que por ahora aquí estoy. Aunque seguramente en unos días no haga nada de nada.

Después de unos cortes en la piel e investigación meticulosa de los órganos, ordeno a mi ayudante que lo cierre y apunte la causa de la muerte: envenenamiento. 

Me quito la bata y los guantes y salgo al pasillo. Un calor inmenso me rodea. Las salas de inspección están congeladas comparado con el resto del edificio. Camino apresurada atravesando varias puertas mientras me arreglo un poco el pelo. Recibo un mensaje de Blair

"Estoy en la calle de enfrente"

Trato de andar lo mas rápido que puedo y al fin salgo. El sol empieza a esconderse ya por el horizonte y la suave brisa logra moverme varios mechones de pelo. Localizo el coche. Cuando llego subo y le doy un beso delicado a Blair a modo de saludo.

—¿Qué tal tu jornada? — pregunta sonriendo.

—Agotadora— me quito la camiseta y los pantalones y en solo unos segundos me coloco el vestido plateado de corte sirena. Me miro en el pequeño espejo del parasol de mi asiento y me pinto las pestañas, labios y me coloco un poco de colorete. Me arreglo el pelo hacia un lado y miro a Blair. 

—Que rapidez— sonríe divertido.

—Es su aniversario—  bajo la vista. Todavía me duele— Hay que estar a la altura— noto como su expresión cambia. Reconozco esa cara, dolor. Coloco mi brazo sobre sus hombros y le acaricio el pelo suavemente. —Tranquilo, te quiero

—Gracias — susurra y se inclina un poco para notar más mi tacto sin dejar de mirar la carretera.

Llegamos y todos están ya presentes. Matteo, Vanesa y Tyler, Emily y Axel y Jane y Lucas. María llegará en unos instantes. Por supuesto, Laura y Camille están con una canguro por esta noche. El ambiente es mejor que las ultimas veces que estábamos reunidos. Seguramente sea porque él quería vernos felices, y eso haremos.

—Ha llegado la hora de jugar a lo de los móviles— Vanesa anima el ambiente y comienza poniendo el suyo sobre la mesa. Dudamos un segundo porque falta María pero al final la imitamos.

𝓟𝓻𝓸𝓶𝓮𝓽𝓸 𝓪𝓶𝓪𝓻𝓽𝓮 𝓼𝓲𝓮𝓶𝓹𝓻𝓮 [BORRADOR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora