Cuando era pequeño siempre me gustó ver el show de mi papá, era genial, siempre me preguntaba como hacia para que el muñeco hablara, me decía que era un secreto de estado, y que era mejor no saberlo.
Lo más aterrador era que muchas noches unos murmullos me despertaban y podía oír a papá hablando con alguien sobre la mesa que se encontraba en el cuarto de la cocina, caminaba muy despacio para ver que sucedía y hay estaba mi padre tomando unas cuantas cervezas con este horrible muñeco, lo que más me asustaba era en la forma como el muñeco volteaba a verme, como si presintiera que yo estaba espiando los o que quizás esperaba que yo llegara, a eso nunca le encontré una razón lógica, pero bueno era mi papá el que lo manipulaba y eso causaba un poco se seguridad en mi.
Pero esto no pasó ni una ni dos veces, pasaron muchas noches, muchos días, semanas y años.
Cuando crecí le perdí la importancia al saber cómo mi padre lo hacía hablar, ya lo había descubierto años después, por esta razón ignoraba a mi padre cuando me llamaba desde su habitación para contarme la historia del muñeco y para decirme que tenía que hacerme cargo de él, pues esa cosa despreciable para mí era toda su vida, y cada vez que mi padre decía eso lo odiaba muchos más, si recuerdo bien mi padre compartió más con ese títere de mierda que conmigo.Ahora que mi padre a muerto, lo único que me ha dejado de herencia a sido ese maldito títere y aún sigo pensando que es lo más horrible que he visto, lo más aterrador es esa cara con la que me mira fijamente, esos ojos tallados en madera enorme de color rojizos que dan la impresión de penetrar mi alma, no he sido capaz de aceptarlo nunca pero ese muñeco me asusta profundamente, y aunque siempre he pensado que mi padre le daba la vida a ese muñeco, hoy vuelbo a pensar como lo hacía, como mi padre era capaz de confiarle tantas cosas a un ser inerte y ser capaz de pasar horas y horas completas hablando con ese títere, siempre pensé que de esa manera llenaba ese vacío, que la muerte de mi mamá le había causado, pero si soy sincero no recuerdo muy bien como ese muñeco llegó a casa, quizás un regalo o simplemente lo encontró en la basura, por más que pienso y pienso no soy capaz de traer nada a mi mente, solo el temor imenso que causa hasta en mis huesos, maldito, creo que debe saber cuanto lo odio, y que siempre he hecho lo imposible por botarlo, de sacarlo de mi vida, una vez quise quemarlo pero mi padre me vio antes que fuera capaz de mandarlo al infierno, en fin en este momento quisiera saber como es posible que este muñeco esté de nuevo en casa, si no estoy mal hace una semana lo sepulte en el mismo ataúd con mi padre, y aún más como maldición es capaz de moverse y reírse de esa manera tan fastidiosa mientras entierra en mi cuerpo ese cuchillo una y otra vez.
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30 NOCHES DE TERROR
TerrorUn conjunto de historias cortas de miedo, que cautivan la mente del lector y lo lleva a vivir esos momentos cruciales de la vida de los personajes.