Capítulo 13

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Obvié la mirada de Tyler, se notaba que no le había sentado bien que Rob hubiese aparecido, y a decir verdad no tuve ninguna intención de llevarlo antes de saber por la situación peculiar que estaba pasando. Sin embargo, no me caracterizo por dejar solos a mis amigos, y si Tyler se enfadaba, pues que lo hiciese. ¿Cuándo me ha importado si él se enfada?

Los chicos conocían a Rob de simple vista, por lo que opté por presentarlos. Todos le dieron la mano con una sonrisa excepto Tyler, quien le dio la mano pero evitó mirarlo a la cara, algo de lo que sólo yo me di cuenta, pero ignoré.

—La tienda no va muy bien. —Comentó un poco decaída Sarah sobre su negocio. —Tengo muchas deudas con proveedores y voy a tener que cerrarla, porque la ropa no se vende.

—A mí siempre me ha gustado lo que has diseñado, tremenda. —Le afirmé, ella se encogió de hombros.

—Pero tengo que vivir y necesito pasta. —Tomó un sorbo de su cerveza. —No puedo vivir de ilusiones y deudas.

—Lo hemos intentado todo. —Pasó Matt el brazo por los hombros de su novia. —Y no hay manera, ha invertido tanto dinero que creemos que se va a recuperar nunca.

— ¡Yo puedo ayudar! —Exclamé convencida. Sarah era muy buena amiga mía y no pensaba dejarla tirada. Si podía aportar mi granito de arena no dudaría en hacerlo. Ella me miró confusa.

—Si puedes comprarme toda la ropa, te aseguro que me ayudas. —Sonrió y yo reí.

—No, tonta, pero estudié en París muchas técnicas de marketing y además estuve trabajando para la empresa Leblanc en el área comercial.

— ¿Cómo? —Preguntó atónita.

—Conozco muchos recursos para la venta, nena. —Le sonreí y ella empezó a cambiar sus gestos, intentaba sonreír pero no se le veía muy segura.

— ¿Y... y cómo lo harás?

—Tendría que analizarlo, pero lo más probable es que estés estancada porque este pueblo está algo anticuado, tanto en población como en gustos. Necesitas ver más allá de estas calles, ¿has pensado en vender por internet?

Ella negó sorprendida con la cabeza.

—Creo...creo que podría funcionar. —Dijo sonriente y miró a Matt, este le abrazó.

—Te dije que la gorda era un genio. —Me guiñó un ojo y miró a su novia para besarla con dulzura.

— ¡Contratada! —Exclamó con alegría Sarah. —Lo malo es que por ahora no sé cómo pagarte, no tengo liquidez ni solvencia.

—Tranquila, voy a comisión. —Le guiñé un ojo y ella sonrió.

—Anda. —Comentó Rob, que hasta este momento permanecía en silencio. —Tanto tiempo buscando empleo y lo consigues donde menos esperas. —Me sonrió con ternura y me tomó de la mano. 

Temblorosa, acepté ese acercamiento y miré a Tyler, el cual serio tomó su móvil. Este volvió a dejar su teléfono encima de la mesa y aclaró su voz para hablar.

—Si vas a llevar su campaña de marketing. —Me comentaba. —Podéis vestir a los modelos que harán mi nuevo spot publicitario en Australia.

— ¿En serio? —Solté la mano de Rob y miré emocionada a Sarah, la cual no se lo creía aún.

—Claro. —Volvió a mirar su teléfono, escribió algo y me miró otra vez. —El departamento de marketing de mi empresa ha tomado la decisión de hacer un nuevo anuncio sobre Australia, y los modelos tendrán que ir vestidos, es una buena oportunidad para publicitar la ropa, además iréis en agradecimientos.

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