Capítulo 20

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Estaba terminando de hacer la página web de la empresa de Sarah. Si realmente quería triunfar esta chica, lo necesitaría. En mi estancia en París había aprendido muchas cosas y una de ellas era informática, no se me daba del todo mal. Igualmente esto sería el comienzo y cuando la empresa tuviese recursos pagaríamos por algún diseño mejor que los míos puestos que eran algo mediocres.

—No está nada mal. —Susurró detrás de mí una voz que bien conocía.

Giré mi cuello para verlo, aunque no hizo falta pues él se sentó a mi lado.

—Jul, necesito que vuelvas a hablar con Robert. —Dijo y llevó su mano hacia la mía para acariciarla.

—Sí, la verdad es que quería volver a tratar con él. —Afirmé y él puso una expresión de sorpresa. —El otro día me comporté algo extraña y tiene que pensar que soy un poco cascarrabias. —Tyler rió y yo negué con la cabeza algo avergonzada. —Quiero disculparme.

—No tienes que hacerlo, cariño. —Susurró. Y pude sentir como ese 'cariño' que salía de sus labios se introducía directamente a mi corazón. —Solo te lo comentaba porque él es el director de marketing de la empresa MNG, no sé si la conoces.

—Eh, no.

—MNG es una de las empresas más grandes con respecto a ingeniería aeronáutica.

—Guau, eso suena muy bien. —Dije y él asintió.

—Robert estudió como yo, finanzas en Yale. —Comenzó diciendo. —Él se especializó posteriormente en el área del marketing mientras que yo lo hice administración y negocios. Siempre fuimos grandes amigos, de los mejores, y cuando me enteré de que él estaba en Sidney para un negocio no dudé en llamarle. Te lo presenté no solo para que conocieses a un amigo mío, sino porque creo necesario que una de las personas que ha conseguido tanto por esa multinacional te aconseje.

—Vaya, Ty, no sé qué decir...

—No digas nada. —Sonrió y apretó mis manos. —Solo quiero que aprendas de él, es muy inteligente y sé que tú también y aprovecharás todo lo que él te diga.

—Muchísimas gracias. —Sonreí ahora yo. Realmente era una muy buena oportunidad y ya eran varias las que Tyler estaba haciendo por mí. —Te debo ya mucho.

—Págamelo esta noche.

— ¿Cómo? —Pregunté sin comprender.

—Invítame a cenar. —Soltó de golpe y yo reí divertida.

—Muñeco, ¿me estás pidiendo una cita? ¿Y qué clase de cita es si la cena la paga la mujer?

Tyler rió ahora, se encogió de hombros y me besó dulcemente en la mejilla.

—Te buscaré en tu habitación sobre las 7. —Se levantó y me guiñó un ojo. —Sorpréndeme.

Reí al ver como Tyler se iba de la sala donde estaba trabajando. Este chico no dejaba de sorprenderme, nunca mejor dicho.

Apagué el ordenador y me dirigí a la cita con Robert. Lo primero que hice fue disculparme por mi actitud, él aceptó las disculpas y me explicó que Tyler era algo difícil pero que 'es un tío que vale la pena'. No pude hacer otra cosa más que asentirle, ya que últimamente me estaba dando cuenta que Tyler sí valía la pena. Y era algo que me daba miedo.

Dejamos de hablar de mi rubio favorito y comenzó a darme una serie de consejos que realmente eran buenos. Técnicas de investigaciones de mercados, marketing-mix, consejos en negocios y tratos con clientes, etc. Parecía que estaba de nuevo en la facultad o al menos así me sentí yo. Y hablando de facultad, me aconsejó que terminase mis estudios, pues realmente no tenía ningún título que me avalase en caso de quedarme sin trabajo. Y sí, le di la razón, porque para ser honestos tenía en mente volver a París y terminar lo que empecé, terminar mi carrera en económicas.

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