Capítulo 20

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- Error 14: decirle lo que sentía -

- hola -saludó Nam Joon acariciando el vientre de Laika, la cual se había echado patas arriba como toda una coqueta en busca de atención

- hola -lo saludé y me senté frente a él- debo preguntar ¿Qué pasó ahí arriba? -pregunté directamente y él me miró agotado- hablé con Isabelle y dijo que no querían hijos -tragué saliva y sentí como una espada atravesaba mi corazón- pensé que tú los querías -miré a Laika y suspiré- siempre dijiste que en tu proyecto de vida estaba casarte con una buena mujer, tener tres hijos y disfrutar de tu vida a su lado hasta que envejecieran -empezaba a flaquear así que decidí mirar mis dedos- ¿por qué no quieres ese bebé ahora? Tienes una excelente vida, buena paga, buen trabajo, una familia que te apoyará, incluso sabes que mis papás te apoyarán y ayudarán con lo que esté a su alcance ¿por qué no lo quieres tener? -le pregunté sintiéndome exasperada y finalmente lo miré a los ojos

Su cabeza bajó al suelo con agotamiento- Elizabeth -murmuró- no te metas en asuntos que no te incumben -me riñó con una voz grave y oscura- si solo buscabas quejarte por mis decisiones de vida, creo que es momento de que te vayas, realmente prefiero estar solo

Lo miré atónita, nunca había usado ese tono conmigo y de por sí sentía mi corazón querer salir de mi pecho porque no sabía cómo actuar, nuevamente mi cerebro me dejó en shock y para ese momento todo se tornó negro, sentí mis energías irse de mi cuerpo hasta que cerré mis ojos para reponerme un poco aunque para el momento en que los abrí, me encontraba en mi habitación, la realidad se había convertido en un extraño tipo de mal sueño del que ya no sabía distinguir mi mundo del de la fantasía que observaba.

Habían voces gritando mi nombre y me sentí desesperada por no saber quién me llamaba, por no comprender que me pasaba y por sentirme tan asqueada de que una situación así me sucediera en un momento en que se me necesitaba.

Nuevamente perdí el control de mi cuerpo, pero al abrir los ojos me encontraba en el patio y Nam Joon me decía que me recostara sobre sus piernas, sentía mis ojos inundados de lágrimas, me sentí impotente y muy pequeña frente a todo lo que pasaba en mi mundo.

- ¿estás bien? -preguntó Nam preocupado, acariciando mi cabeza

- si -balbuceé y él suspiró aliviado- ¿Qué pasó?

- colapsaste -dijo regalando una sonrisa de preocupación mezclada con alivio

Colapsé, me desmayé, mi cuerpo no pudo más con la presión que estaba recibiendo, además de que ni siquiera había desayunado y mi descanso no había sido precisamente algo perfecto.

En ese momento sentí que no solo estaba cansada física, sino también emocionalmente.

De hecho era tanto el desgaste que sentía en mi, que podía asegurar que mi vomito verbal estaba próximo a salir y por más que buscase la fuerza por retenerlo no iba a ser capaz de guardarlo, me sentía incluso peor que cuando lo vi besándola.

Finalmente entendía que ya no sería sencillo mantener las cosas así, me sentía completamente quebrada por dentro y tan solo empecé a llorar como si hubiese perdido a algún ser querido, sabía que el me miraba pero ya no me sentía dueña de mi cuerpo.

Las lágrimas salían de mi por montones dejándome un dolor de cabeza y una sensación de estar en un limbo ya que no me sentía tranquila pero tampoco me sentía preocupada, estaba hecha un desastre en todos ámbitos.

Frente a mi reacción, Nam acarició mi cabello cuidadosamente mientras murmuraba que todo estaría bien, aunque los demonios de mi mente decidieron atacar en el momento menos adecuado y simplemente ya no podía conmigo.

No es para Eliza® || KNJ | KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora