Capítulo 26

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Los meses volaban, al igual que mis clases y cuando menos lo noté, diciembre ya estaba golpeando la puerta de mi hogar, los arreglos navideños y aquel ambiental que mi papá adoraban hacían el lugar mucho más cálido, era el único mes en que la fría casa tomaba vida y todos nos inundábamos de paz, además de que era mi cumpleaños y a mamá y a mí nos encantaba la exagerada cantidad de chocolates que me regalaban.

Un día antes de mi cumpleaños me llevé la grata sorpresa de encontrara a mis amigas sentadas en una escalera de la entrada de mi casa, me sentía muy feliz de verlas y aún más cuando se trataba de Lisa y Zu, ya que no tuve la oportunidad de despedirme de ellas como debía cuando me gradué y al poco tiempo perdí contacto con ambas.

- que guapa que estás -chilló Zu con su típica emoción infantil

Yo reí a carcajadas y las abracé a modo de saludo- ¿cómo están? me hacía mucha falta verlas 

- a mi me hacía falta verte a ti bae -dijo Lis- Zu y yo nos encontrábamos todo el tiempo en el colegio, pero ya no podía ver a mi mejor amiga para contarle mis cosas -suspiró apenada

Aprovechando el momento de reunión intercambiamos números y nos pusimos al día con todas las cosas que estaban pasándonos.

Lisa me contó sobre su graduación (lo cual me apenó muchísimo porque de verdad quería estar ahí para mi mejor amiga, pero ella se había mudado y mi celular se había extraviado, así que no había un medio por el que pudiera contactarme con ella realmente), también dijo que su mamá se había casado con un señor que si era agradable y que ahora ella estaba estudiando medicina como siempre lo había deseado.

Por otro lado, Zu dijo que le faltaba un año para graduarse y que le seguía pareciendo cómico el hecho de que nos hubiéramos hecho amigas porque Lisa compró la última dona en la tienda del barrio (y es que mi mejor amiga lo había hecho con toda la mala intención de que la siguiente persona no pudiera comer su dona).

Y al final, les conté un poco de mi vida en la universidad, les conté de mis clases y lo que hacía para divertirme en mis tiempos libres (que básicamente era ir a la cafetería con Tae y si estábamos con mucha energía, íbamos a la pista de patinaje del centro comercial, para ver a los profesionales, porque Tae no sabía patinar y yo era tan mala que me caía cada 3 segundos).

Fue bastante entretenido tener ese contacto con ellas otra vez y sentí ganas de llorar cuando me entregaron una funda de regalo porque ya se tenían que ir, sentí bastante nostalgia al verlas, pues todas mis mañanas y tardes del colegio me la pasaba platicando con ellas y siempre habíamos sido muy buenas amigas a pesar de la diferencia de edades.

Me despedí de ellas y las vi tomar rumbos diferentes, después entré a casa y abrí la bolsa de regalo que me habían dejado, se trataba de un disco musical de un grupo que ellas y yo escuchábamos mientras regresábamos a casa, se llamaba Hello y era interpretado por un grupo que se llamaba MAMAMOO, mi mejor amigo y yo lo habíamos descubierto por accidente y cuando se lo mostramos a Zu, le gustó tanto como a nosotras.

Me encantó ese detalle, parecía un modo de atesorar nuestra amistad.

...

Como en todos mis cumpleaños, había despertado a la madrugada y desde entonces, me pasé dando vueltas en mi cama en busca de retomar el sueño, pero duré unas horas así hasta que finalmente conseguí conciliar mi sueño y despertar otra vez repentinamente porque ya era hora de prepararme para ir a la universidad.

- feliz cumpleaños mi hijita hermosa –dijo mamá colocando mi desayuno sobre la mesa

- gracias –sonreí y la abracé

No es para Eliza® || KNJ | KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora