Capítulo 24

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El tiempo pasaba bastante rápido y en cuanto lo noté, ya habían pasado algunos meses desde que empecé mi terapia, mis días gradualmente parecían haber tomado su color natural, mis clases iban bastante bien, pero todavía no conseguía retomar mi contacto con Tae Hyung, asumí era algo que seguramente necesitaba más tiempo para resolverse.

De todos modos, tuve suerte de que un día en la cafetería de la universidad me encontré con mi amiga del colegio, Tiff (sabía que estudiaba ahí, pero su facultad quedaba bastante lejos de la mía por lo que me sorprendió todavía más verla)

- Liz -me saludó dejando su café en mi mesa para abrazarme con el mismo cariño que cuando ibamos al colegio juntas

- hola Tiff -la saludé y la invité a sentarse a mi mesa- ¿qué tal? tiempo sin vernos

- pero si parece que recién ayer nos graduamos -bromeó y ambas reímos- pero todo va bien, venía a buscar a mi hermana

- sabía que seguiría odontología -reí y ella sonrió- vamos, tu mamá siempre la llevaba a su clínica, debió aprender mucho y se enamoró de la carrera, no la culpo

- si, como siempre, lograste predecir el futuro -rió y me dedicó una de sus cálidas sonrisas- ¿qué tal tú? he pasado algunas veces por aquí, pero no tenía oportunidad de buscarte

- bastante bien, cada vez falta menos para graduarme -sonreí victoriosa y ella asintió orgullosa de mí

Nos pusimos al día con algunos temas e intercambiamos números telefónicos para mantenernos en contacto, a fin de cuentas siempre habíamos sido buenas amigas pero nuestra habilidad para contactar a la otra era simplemente pésima.

Poco después abandonó la cafetería ya que su hermana menor había llegado y ambas iban a casa a preparar algo para el cumpleaños de su mamá, me había alegrado muchísimo verlas aunque eso me ponía a pensar que tabién me hubiera gustado reencontrarme con mis otras amigas y ver como estaba todas, los papás mentían cuando decían que los amigos del colegio duraban toda la vida, un día perdías sus números y no volvías a saber de ellos a menos que te los toparas en algún momento.

Y a pesar de eso, esas casualidades eran bastante divertidas.

Bebí el último sorbo de mi latte y me preparé para ir a otra clase, al entrar vi a Tae sentado observando con pereza su celular, mi plática con Tiff me había dado el suficiente valor para disculparme con él, por lo que antes de que el profesor llegara salí a una pequeña tiendita que tenía lo que buscaba y después regresé para esperar que la clase terminara rápido, pero curiosamente se me estaba haciendo eterna, pero sin importar ese pequeñísimo detalle, esperé paciente a que el reloj diera la hora para salir.

Repasé mi disculpa mentalmente varias veces y cuando terminó la clase salí primera para hablar con él afuera, me sentía algo nerviosa, pero ya me sentía lista para hablar con él, además sabía que necesitaba hacerlo porque lo había tratado muy mal por decirme cosas que no quería escuchar a pesar de saber que eran completamente ciertas.

Realmente me lo había tomado muy a pecho a pesar de que no era nada que nadi nunca me hubiera dicho antes.

- Tae Hyung -lo llamé apenas salió del salón y él me miró curioso para después regalarme una sonrisa cuadrada, como si apenas hubiera notado quien era

- ¿ya no estás molesta? -preguntó riendo a lo cual yo negué con la cabeza sintiéndome muy apenada

- lamento mucho lo que hice, no debí actuar de ese modo, simplemente querías ayudarme y yo fui muy grosera contigo, no merecías que te tratara de ese modo -dije y dio palmaditas en mi hombro dejándome extrañada

No es para Eliza® || KNJ | KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora