Capítulo 29

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Los días de navidad volaron y las personas empezaban vender cosas para la noche de año viejo, ya se sentía cierta nostalgia en el ambiente y las personas caminaban por las calles comprando cosas para celebrar la llegada de un año más con sus seres más queridos.

Era 29 de diciembre, el clima estaba calando mis huesos y yo caminaba por la calle acompañando a mi mamá a comprar los regalos de navidad.

- debiste traer un saco más abrigado –se quejó mamá y yo negué con la cabeza

- estoy bien –mentí y ella me miró haciendo un puchero

- luego ¿por qué será que te enfermas? –dijo y juntas entramos a una tienda- a ver, tenemos que comprar regalos a muchas personas –hizo una mueca y mi cerebro me recordó lo terrible amiga que era

- mañana es el cumpleaños de Tae –dije y mamá me miró curiosa- no le había comprado nada, porque pensé hacerlo en el pueblo –me regañé mentalmente- ¿cómo pude olvidarlo?

- ay yo no sé, pero ahí vemos algo para comprarle

Pasamos literalmente toda la tarde dentro de aquella tienda, revisé cada una de las repisas y ninguna parecía tener el regalo que yo hubiera querido darle a mi amigo, nada parecía ser suficiente para él y me estresaba no conseguir llegar a una simple idea, hasta que en la zona de música encontré un álbum de Nat King Cole titulado Sings for two in love.

Yo apenas estaba aprendiendo sobre el jazz, pero sabía que ese era uno de sus artistas preferidos y sabía que esa era una buena idea de regalo, además de que contenía A little street where old friends meet  y nosotros escuchábamos bastante esa canción, sobre todo cuando estábamos en la cafetería.

Pero aún teniendo ese álbum, sentía que el regalo era muy poco

- ¿y si le das dinero y que se compre algo que le guste? –dijo mamá ya cansada por haberla hecho caminar tanto

- no puedo hacer eso -me quejé y mamá bufó

- en ese caso hazle algo, te gustan las manualidades, puedo comprarte algunos materiales que te falten y mañana se lo entregas

No lo había tomado como una opción, pero me parecía una excelente idea, el álbum sumado a lo que sea que fuera a hacer y el paquete de galletosaurios que mi abuela me había regalado, eran simplemente el plan perfecto así que, asentí y juntas fuimos a una papelería, compré algunos marcadores.

Llegamos a casa y yo fui a mi habitación directamente, sintiéndome inspirada por mi diario y lo bien decorado que estaba empecé a hacer una carta, las palabras salían muy fácilmente de mis manos y me sentí muy feliz cuando la terminé, por la estética y por las palabras que escribí para él (siempre se me daba bien escribir mis pensamientos, pero era algo patosa a la hora de hablar).

Bajé alegremente a la cocina y entré- hice la mejor carta del mundo –canturreé y vi a mi papá haciendo una ensalada

- que bueno –dijo mamá esperando a que el agua se calentara- ¿qué le escribiste?

- cosas de los dos –dije y sentí la curiosa mirada de papá sobre mí- también puse fotos de nosotros y puse algunos stickers de la serie que nos gusta 

- ¿carta para? –preguntó papá y yo lo miré sintiéndome extrañamente nerviosa

- mañana es el cumpleaños de Tae y le hice una carta

- ¿Tae?

- es su amigo de la universidad –aclaró mamá- el chico que le regaló el panda y vino a la fiesta

Papá se notaba curioso y desconfiado respecto a la vaga información que le dábamos- tendrás cuidado –alertó y yo lo miré curiosa y ligeramente molesta

No es para Eliza® || KNJ | KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora