Capítulo 35

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Esa tarde Lisa y yo habíamos quedado de vernos en el centro comercial para conversar un poco sobre nuestras vidas en la universidad y sobre algunas otras cosas más que se nos pasaran por la mente, la verdad es que quería salir de casa y distraerme un rato, ya que mi mente parecía seguir presente en la declaración de Tae.

Me sentía algo abrumada y mi corazón latía como loco mientras pensaba en la respuesta correcta, la que me hiciera feliz y no nos lastimara.

Suspiré preocupada bebiendo mi latte de vainilla, estaba empezando a desesperarme por el mal hábito de mi amiga de llegar tarde a cualquier lugar, en realidad había querido salir con ella durante bastante pero que se tardara tanto me dejaba impaciente.

- basta -se quejó mi hermana a lo que yo centré mi mirada en ella (había comido con nosotros en el almuerzo y papá le había pedido que me acompañara hasta que Lisa llegara para no quedarme sola)

- perdona, es que

- eres una impaciente -dijo y yo asentí suspirando- pero, no es como si no hubieras visto a tu amiga antes y tampoco es como si fuera la primera vez que se tarda en llegar ¿me equivoco? -negué con la cabeza y ella sonrió- ¿ocurre algo pequeña? 

- para nada -mentí y ella rio incrédula

- soy psicóloga ¿sabes? parte de mi trabajo me sirve para sabe cuando alguien miente y cuando no -dijo tomando mi mano- puedes confiar en mí

Asentí con la cabeza y la miré con algo de vergüenza, ella y yo no éramos tan cercanas, pero de todos modos sentía que tenía que hablar con alguien sobre lo que pasaba por mi mente y la caldera de emociones que hacían que esa sensación extraña llenara mi cuerpo cada que recordaba ese día.

- ¿conoces a mi amigo? -pregunté y ella entrecerró los ojos intentando recordarlo

- depende Liz, tienes muchísimos amigos -hizo una mueca- ¿el chico alto que se viste bonito y tiene el cabello ondulado? -asentí- entonces sí ¿pasó algo con él?

Asentí cautelosa- se me declaró el otro día -dije y ella me sonrió con ternura

- que dulce Liz, hacen linda pareja -reí nerviosa y negué con la cabeza

- todavía no he aceptado nada, apenas sé que me gusta, pero... -suspiré- me siento extrañísima desde que se me declaró

- extraña.. ¿en qué sentido? -preguntó curiosa- extraña porque te gusta también y no sabes como decirle o... ¿cómo?

Bebí un poco de mi latte y negué observando un mensaje de Lisa en mi celular " no puedo ir Liz, perdóname tengo que ayudar a mamá con las cajas de la mudanza " hice un puchero y miré a mi hermana para enseñarle el mensaje.

- bueno ¿qué importa? -dijo restándole importancia después de regresarme mi celular- sigue contándome, responde mi pregunta

- sentí ganas de llorar, pero también mucha emoción, quería abrazarlo pero también quería saltar de una ventana porque se sentía irreal

- uff, este chico te encanta ¿no? -la miré confundida y ella rio a carcajadas- ¿desde hace cuanto estás enamorada de tu amigo?

- ni siquiera sabía que estaba enamorada de él hasta que me lo dijo 

Ella me miró sorprendida y sonrió calidamente- tal vez no identificaste ese cariño porque te acostumbraste a su presencia, a compartir cada día con él y a pesar de que te emociona pensaste que era emoción por un amigo con el que contar incondicionalmente -mordí mi dedo intentado dejar que sus palabras abrieran paso a algún tipo de reflexión en mi cerebro, pero todavía no podía digerirlo todo- dime ¿cómo sabes que te gusta?

No es para Eliza® || KNJ | KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora