No es para Eliza® || KNJ | KTH

Capítulo 22

- Error 16: dejarme atormentar por mis demonios -

Lentamente, las cosas volvían a la normalidad, gracias a los milagrosos avances médicos.

Mis padres habían vuelto a casa y yo podía regresar a mis clases en la universidad, pero a esto le acompañaba una extraña sensación y pensamientos que empezaban a inundar mis pensamientos.

Sentía que cada día perdía su brillo y todo se convertía en un ciclo del que no sabía cómo escapar y no hacía más que hacerme sentir miserable incluso cuando ya no tenía el pesar con el que cargaba diariamente.

Cada día reflexionaba a profundidad lo que iba mal en mi vida y es que seguía sin comprender lo que sucedía conmigo, no entendía en que momento del tiempo me había perdido en todos los modos imaginables.

Solo sabía que en algún punto perdí todo el gusto que tenía por mi vida y eso me causaba excesiva repugnancia hacia mí.

Me sentía sucia

Me sentía destruida

Estaba vacía, pensaba que ya no había alma en mi cuerpo, simplemente órganos haciendo su trabajo

- ¿ya hiciste el trabajo de histología? -me preguntó Tae mientras organizaba sus apuntes en aquella gruesa carpeta que tanto me presumía

- tardé toda la noche -le dije y suspiré cansada- ¿Cómo estás? -le pregunté y él me miró sin comprender mi pregunta

- bien -sonrió curioso- ¿por?

- me siento rara -le dije y él siguió arreglando su carpeta- siento que mi vida perdió sentido -solté

- ¿por qué lo dices?

- me siento inútil -apoyé mi cabeza en mis manos- siento que ya no tengo un alma ni mucho menos un objetivo para seguir, dios, me odio tanto -dije y él tomó mis manos

- Liz ¿de qué demonios hablas? -preguntó con su ceño fruncido- tu objetivo es estudiar, ser una buena profesional, viajar por el mundo y ser una de esas personas que cuando alguien los ve dice "quiero ser como ella" ¿no es eso lo que siempre me haz dio acerca de tu proyecto de vida? -lo miré haciendo una mueca, soltó mis manos y guardó todas sus cosas en su maleta- vamos por un café, hay mucho de qué hablar

Ambos fuimos a la cafetería de la universidad, yo me senté y simplemente esperé el regreso de Tae con nuestras bebidas, como siempre había pedido latte de vainilla y ordenó un pequeño postre para compartirlo.

Realmente no sabía cómo explicarle todo lo que sentía, no tenía idea de cómo decirle que me sentía rota y patética por no poderle encontrar un sentido a mi vida después de habérmela pasado planeando todo lo que quería que pasara con mi futuro.

- bueno, explícame todo -dijo colocando mi café frente a mí al igual que el pequeño postre

- te lo acabo de decir -bebí mi café- me siento mal, siento que perdí el hilo que estaba siguiendo

Tae frunció sus labios y se acomodó en su asiento- ¿qué tanto tiene que ver Kim Nam Joon en esto? -preguntó y lo miré confundida- ¿pasó algo que no me has contado? -negué con la cabeza mintiendo (había omitido muchísimas cosas en nuestra llamada)- entonces ¿de dónde viene ese cambio tan radical? La Liz que yo conocí estaba segura de lo que quería, sabía lo que tenía y se sentía feliz por eso, pero aun así buscaba conseguir más ¿dónde quedó mi amiga?

- no lo sé -dije masajeando mi frente

- ¿estás segura de que Nam Joon no tiene nada que ver en esto? -preguntó nuevamente y lo miré con mi ceño fruncido, cansada de que pensara que la razón de todos mis males siempre sería él- no me mires así Liz, sé que sufres demasiado por él, pero entiende que él no te va a hacer caso ¿qué te he dicho? vales oro, tienes que dejar de esa manera tan... -entrecerró sus ojos buscando la palabra y yo me sentí extrañamente molesta