Capítulo 38

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Mi vida universitaria había ido incluso más rápido que mi vida de colegiala, el último examen y el último adiós a los profesores parecía algo tan lejano cuando empecé mi senda, pero era algo que estaba viviendo, ocurría en ese mismo instante y la felicidad no me cabía en ese momento.

Mientras me maquillaba y mamá me ayudaba a peinarme me sentía muy orgullosa de lo que había conseguido, estaba a horas de recibir mi título  universitario y con eso marcaba un paso muy importante en mi vida, podía empezar a trabajar y cumplir el sueño que Tae y yo teníamos de fundar una organización odontológica juntos.

 Era un día bellísimo para mí y me sentía muchísimo más feliz que cuando salí del colegio.

Papá y mamá conducían hacia mi universidad y mamá no paraba de decir que estaba muy feliz de que me fuera a graduar, todo pasaba tan rápido que cuando menos lo noté ya estaba sentándome junto a mi chico para esperar que empezara el programa.

- dios, estoy muy feliz -murmuré y él me sonrió

- también yo, mis papás vinieron para verme -soltó animado a lo que yo lo miré muy feliz, sabía que eso era muy importante para él (también lo era para mí)- y mi tía y mi hermano -rio nervioso- nunca había conseguido que la familia estuviera completa solo por mi -besé su mejilla y en respuesta acarició mi mano con suavidad

El programa empezó y honestamente no puse atención a ni una palabra de los profesores ni mucho menos al discurso del mejor egresado, Tae Hyung se había encargado de desviar toda mi atención a nuestras manos que no dejaba de jugar guerra de pulgares hasta que anunciaron que empezarían a dar los diplomas y automáticamente dejamos de jugar para esperar que nos llamaran.

Después de eso, oficialmente estábamos graduados y la gente empezó a tomar fotos a todas las personas, como pudimos escapamos y salimos de el grupo de gente que estaba eufórica tomando fotos y lanzando gorros por todos lados, nosotros estábamos felices también, pero preferimos alejarnos antes que recibir un golpe.

Mamá y papá nos encontraron y nos felicitaron, nos tomaron varias fotografías y después mi novio tuvo que buscar a su familia que también esperaba ansiosa para felicitarlo.

Ese día conseguí dar el paso mas grande en mi vida, ya era una profesional y sentía que estaba lista para comerme al mundo (a bocados pequeños claro está).

...

Ya había pasado algún tiempo desde nuestra graduación (apenas semanas en realidad) y como tenía intenciones de seguir una especialidad, debía esperar un tiempo hasta que se abrieran las postulaciones por lo que tenía varios días libres para descansar en casa y molestar a mamá de vez en cuando.

Pero ese día tuve la suerte de que mi novio apareciera por mi casa, dijo que quería pasar tiempo conmigo ya que Yeontan estaba en la veterinaria recibiendo su baño y vacunas.

Nos pusimos cómodos en el sofá y me acurruqué en su pecho mientras veía como pasaba los títulos de las películas en busca de algo que fuera de nuestro interés, ese se había convertido en mi momento favorito, adoraba estar a su lado, me encantaba sentir el latir de su corazón y que acariciara con tanta dulzura mi mejilla.

Me hacía sentir más enamorada cada segundo que pasábamos juntos.

- ¿qué te parece esta? -preguntó señalando una película en la que aparecía la Tía May de Spider-Man (ese en el que sale Tom Holland)- es de romance y cosas del destino

Reí bajo y asentí- está bien, quiero ver a la Tía May enamorándose -bromeé y él rio bajó, para después dejar un beso en mi mejilla

Por más que el tiempo hubiera pasado entre nosotros, seguía sintiendo sus actos como algo dulce y muy romántico que simplemente me derretían y me hacían tener gansas de apretarle las mejillas y besarlo hasta que nos cansáramos.

La película empezó a reproducirse y ambos la veíamos completamente sumidos en cada escena.

Me gustaba muchísimo lo ridículamente romántica que llegaba a ser y adoraba el simple hecho de que la protagonista estuviera haciendo locuras con tal de encontrar a su alma gemela, aunque era un poco boba al buscar simplemente un nombre y jurar ciegamente que eso la haría feliz, me recordaba un poco a mí.

Y de hecho, me recordó más a mi cuando al final descubrió que el nombre que ella pensó era el de su alma gemela en realidad no era lo que ella había anhelado toda su vida sino que el hombre correcto era el del personaje interpretado por Robert Downey Jr. 

- no puede ser ¿cómo la dejaron pasar? -preguntó Tae y yo reí

- es el amor -bromeé- su amor es tan profundo que todo se da a su favor -agregué y me senté recta en el sofá

- no esperaba esa respuesta, pero tiene bastante sentido -dijo y yo le regalé una sonrisa

- me encantó la película

- también a mi -sonrió para después dejar un casto beso en mi frente- ¿me regalas un poco de agua por favor?

- claro -sonreí y fui a la cocina por un vaso con agua- has elegido bien la película de hoy -le felicité llenando el vaso

- a mi también me parece que he elegido bien, deberíamos ver alguna otra -recomendó y reí a carcajadas mientras salía cuidadosamente de la cocina para dejar el vaso de agua en la mesita de la sala

- mis papás te matarán si te ven aquí -le dije sentándome a su lado, pero me cuerpo se congeló en cuanto lo vi

Tae me miraba completamente sonrojado, con una pequeña caja en sus manos y curiosamente parecía temblar de los nervios.

- Tae

- Liz -me interrumpió- no pensé que volverías tan rápido de llenar el vaso y tampoco creí que me verías así -se excusó y yo reí tomando su mano para tranquilizarlo- bueno... ya sabes

Negué con la cabeza fingiendo amnesia- ¿qué debería saber?

Él sonrió algo aliviado y tomó un hondo respiro para apretar mi mano- te amo muchísimo y me haces muy feliz -lo vi completamente perdido y yo notaba lo mucho que le estaba costando- yo... es decir, tú, me complementas y nunca creí conocer a alguien tan maravilloso -intentó cubrir su rostro arrepintiéndose de sus palabras pero yo tomé su mano nuevamente y deposité un beso dulce para darle algo de coraje- no puedo hablar, Liz, en mi mente tenía un discurso muy romántico que te haría llorar de alegría pero estoy muy nervioso, demasiado -habló sincero y yo asentí

- ¿quieres llegar a la pregunta? -negó nervioso y reí bajo- ¿quieres que te de mi respuesta?

- todavía no -suspiró- no quiero perderte, yo... creo que

- tranquilo -lo interrumpí y acuné su mejilla en mi mano libre- Tae Hyung nunca me vas a perder -sonreí sintiéndome algo nostálgica- nunca me había enamorado del modo en que lo hice contigo, no he amado a nadie tanto como a ti y nunca me había sentido tan cómoda y viva como cada momento que comparto a tu lado -empezaban a salir lágrimas de mis ojos y mi voz se quería entrecortar, no sabía que realmente las personas podían llorar de la felicidad, pero ahí estaba yo- Tae eres la personas más valiosa que he conocido y te amo y te adoro como no tienes idea

Él suspiró intentando que la lágrimas que también corrían por sus mejillas dejaran de molestarlo- Liz -murmuró mi nombre y besó mi mejilla

- ya sé cual es tu pregunta y realmente quiero estar a tu lado siempre -murmuré- quiero amarte toda la vida y que seamos igual o el doble de felices de lo que somos ahora

Los ojos de Tae conectaron con los míos y finalmente la pregunta consiguió brotar de sus labios- ¿quieres casarte conmigo? -asentí sin pensarlo dos veces consiguiendo sacarle una bonita sonrisa y que él atacara mis labios con emoción

El destino había conspirado a nuestro favor.

No es para Eliza® || KNJ | KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora