Capítulo 21

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- Error 15: quemar mis manos con fuego -

Los días seguían pasando y las cosas habían cambiado bastante en la casa, Nam Joon e Isabelle apenas se dirigían la palabra y muy a pesar de mi declaración de amor, él seguía tratándome como a su hermana por lo que tomaba el papel de mediadora en aquel lugar durante las horas de la comida, pues el resto del tiempo se la pasaban enviciados en sus trabajos sin buscar un poco de tiempo libre.

Nunca supe cuál había sido su acuerdo final respecto a lo del bebé, pero tampoco busqué el modo de tocar el tema ya que sabía que eso era lo que provocaba tensión en el ambiente y mucho peor, había logrado que todo se volviera más difícil de sobrellevar. 

No importó cuantas veces intenté hablar con ambos, parecían sordos frente a mis palabras y eso realmente me causaba un dolor de cabeza, me hartaba y me hacía sentir que toda la situación era ridícula.

- deben hablar –dije una vez Isabelle se sentó en la mesa- no pueden evitarse toda la vida –me quejé y fruncí el ceño- ya sé que esto no es tema de mi incumbencia, pero están en mi casa y me hace sentir extraña que se peleen por un bebé como bebés

- Liz, estas son cosas que no...

Interrumpí a Isabelle- que no comprendo –afirmé y ella me miró extrañada- sí, pero me parece ridículo que después de una semana no lleguen a un acuerdo

- Eliza –me llamó Nam y yo lo miré- por favor, no seas tan indiscreta 

- perdí el apetito –dije y me levanté de la mesa- si llegan a un acuerdo tal vez regrese a probar algo

Empecé a caminar en dirección a las escaleras hasta que escuché a Isabelle llamarme molesta y mi paso se detuvo- Elizabeth, podrás ser nuestra amiga y te querremos demasiado, pero no tienes ningún derecho de meterte en esta situación y aún peor en nuestra relación –se quejó y Nam Joon la apoyó- siéntate y come, ya nosotros veremos cuando decidiremos arreglar nuestros líos, pero ya no metas las manos en el fuego

- lo hago por ustedes –dije caminando nuevamente a la mesa, era imposible para mí desobedecer órdenes- me molesta verlos así, no pueden pasar así y quiero –la mano de Isabelle me calló, había golpeado mi mejilla y ahora el ardor era la único que ocupaba mi mente, además de un extraño tipo de confusión que me dejaba nuevamente en un extraño limbo

- deja de fingir que esto te interesa –gritó molesta y salió del comedor

Mi mirada se centró en Nam Joon quien analizaba la situación desde la mesa sin siquiera inmutarse, hasta que sus ojos chocaron con los míos y negó con su cabeza levantándose de la mesa- a veces es bueno callar Liz –dijo observando mi mejilla que seguramente estaba rosada por el impacto de la mano de Isabelle- discúlpala por hacer esto, pero te advirtió que no metieras la pata -suspiró cansado y dio palmaditas en mi hombro- hay un gel congelado en el frigorífico, póntelo para que se desinflame- salió a la misma dirección que su esposa había ido, me quedé perdida en mis pensamientos durante un tiempo hasta que decidí ir a mi habitación para intentar reflexionar lo que había pasado

Empecé a pensar, repasar mentalmente todo lo que había hecho y dicho para recibir aquel golpe, pero nada surgía en mi cabeza, nada me daba razón de estar equivocada por lo que me sentía frustrada al no comprender en totalidad las palabras de Nam Joon y mucho menos la reacción que había provocado en Isabelle

- deja de fingir que esto te interesa –repetí y analicé palabra por palabra

¿acaso estaba fingiendo preocupación? 

¿acaso realmente me preocupaba? 

¿qué sentía en verdad respecto a lo que sucedía?

¿por qué simplemente actuaba como una niña haciendo berrinche?

Me preguntaba tantas veces lo mismo que en algún punto en el tiempo me di cuenta que no estaba ayudando tanto como creía, solo metía mis dedos en la herida de alguien más porque no me sentía conforme, buscaba lastimar a alguien sin siquiera notarlo y eso me provocó odio hacia mí porque yo era la única culpable de que Isabelle se molestara durante la comida de hecho, podía ser mi culpa el que no hicieran las pases y llegasen pronto a un acuerdo.

Entre mi reflexión y castigo mental empecé a escuchar la conversación que Nam Joon e Isabelle estaban teniendo en la sala, para mi mala suerte las paredes eran demasiado delgadas y podía escuchar con claridad lo que decían, me sentía aún peor por tener la desgracia de ser una mala amiga y además escuchar su pelea con lujo de detalle.

Así que, como única buena acción decidí poner música en mis audífonos en alto volumen, para no meterme más en sus asuntos y hacer lo que debí desde un principio, dejarlos tomar sus decisiones como los adultos y pareja casada que eran.

Tal vez pasó una hora o incluso menos tiempo pues me había despertado el sonido de mi celular con la llamada de mi madre, pausé la música y atendí su llamada

- Liz ¿estás bien? –preguntó mamá preocupada

- sí, solo estaba dormida –dije bostezando- ¿Cómo están allá?

- bien, pero nos preocupamos porque no contestaban al teléfono ¿Nam e Isa están bien? –preguntó y yo me levanté de mi cama

- si –mentí porque no sabía que había pasado con ellos y miré el reloj- sacaron a Laika a dar un paseo no deben tardar -

Mamá se despidió y yo me quité los audífonos, ya no estaban discutiendo, pero me preocupaba que algo malo hubiera pasado, por lo que salí de mi habitación y bajé las escaleras.

En la sala no había rastro de ellos, los platos de la mesa ya no estaban ahí, pensé que tal vez realmente habían salido con Laika hasta que la vi desde la ventana recostada en su esquina favorita durmiendo como siempre.

La cafetera sonó sobresaltándome, entré a la cocina y ambos se encontraban ahí sin dirigirse la palabra

Isabelle me miró y me sonrió evidentemente agotada y preocupada, cosa que no hizo más que provocarme más odio por ser tan estúpidamente mala con una persona tan amable como ella- lamento haberte golpeado –dijo y yo la miré completamente apenada- es solo que estaba fuera de mí y... -se interrumpió a si misma para tomar mi rostro con cuidado y revisar que no siguiese inflamado- ¿estás bien? -asentí algo abrumada

Nam sirvió café en dos tazas y le entregó uno para mirarme- aun así, no tenías por qué hacer lo que hiciste, ni mucho menos decir lo que dijiste –me regañó y yo asentí

- de verdad lo siento –dije desde lo más profundo de mi corazón tragándome mis ganas de hacer un drama- mamá llamó, estaba preocupada porque no contestaba nadie

- ¿en serio? -preguntó Isabelle y rio bajo- es que nos quedamos dormidos después de hacer cuentas

Parecía que finalmente habían decidido algo respecto a su bebé y me alegraba, pero más importante, me daba intriga y eso me empezaba a picar la consciencia porque sabía que debía dejarles tranquilos por más curiosa que yo fuese.

- lo vamos a tener –dijo Nam después de seguramente haber notado la curiosidad en mi rostro- el bebé –sonrió y yo los miré animada

Finalmente me explicaron que el nuevo salario de Isabelle no era lo mejor del mundo y que por ello mantenían todos sus gastos con el salario de Nam y la verdad es que en ese caso comprendía toda su discusión (pero pensaba que si tan solo me lo hubieran dicho desde el principio hubiera sacado una calculadora y los hubiera obligado a no disminuir sus gustos lujosos)

Al final, todo en la vida tiene una solución y hablar ayuda.

No es para Eliza® || KNJ | KTHDonde viven las historias. Descúbrelo ahora