Problems ✔

Capítulo 4

—Creí que no vendrías— Jack se encontraba sentado en un columpio.

—Vanessa no me dejaba salir de casa— le reste importancia.

—¿Crees que ha sido Malcom?

—No lo creo, él quedó muy herido y lo último que supe fue que estaba fuera de la ciudad.

La historia de mi mejor amigo y la zorra de Dakota no había sido nada bonita, en resumen ella lo había enamorado para dañarme a mi  y todo porque mi hermano no le hacía caso es una loca de mierda. Aún me acuerdo cuando Malcom lloraba su ruptura como un niño, él se había enamorado tanto de ella.

—Suficiente para tomar venganza, Wilson, piénsalo.

—Mira Jack— me senté en un columpio a su lado—, no es Malcom, además él no quiere regresar a esta ciudad, me lo dijo la última vez que lo vi.

—¿Y si sí?

—¿Y si no? Por más que nos halla hecho la vida de cuadritos Dakota no merece esta mierda.

—El karma es una zorra, Sydney.

Rodé los ojos, él tenía razón. Dakota no había sido una buena amiga, al principio éramos las mejores amigas, lo admito, pero cuando vio que mi hermano regresaba para estudiar acá en el mismo instituto se volvió tan loca por él que incluso llegó a querer vivir conmigo algo que no sucedió jamás. Con el paso del tiempo ella se resignó y dijo superarlo pero no fue así, la obsesión por Junior se llevó a Malcom también, Dakota comenzó a salir con mi mejor amigo haciendo que se perdiera él también y llevándome consigo.

Malcom sufrió mucho a raíz de toda esta basura, solo han pasado seis meses, en todo ese tiempo él decidió irse con su papá a Europa y según me dijo no volvería hasta mi graduación, que por cierto es más o menos en unos cinco meses más.

—Ya lo sé, Jack, créeme cuando te lo digo pero estoy segura de que no fue él.

—¿Alguien más tiene de enemiga a Dakota?

—¿Quién no?

Dakota es la típica chica que a todo el mundo le cae mal, por ser antipática, presumida, soberbia y mal hablada.

—Además, solo hay una persona que odia tanto a Dakota como nosotros en esta ciudad.

—Ámbar Cassini— asentí.

Ámbar era la chica más divina en toda la ciudad, era dulce, amable, simpática y siempre tenía una sonrisa y un consejo para ti. Todo lo contrario a Dakota, por eso se tenían riña y más cuando Ámbar se enteró de que Dakota se había metido con su novio con el cual llevaban más de dos años de relación, fue un tremendo escándalo.

—¿Hola?

—Hola, Ámbar, habla Sydney

—Sydney, hola, ¿cómo estás, cariño?

—Bien, gracias, oye llamaba para saber si quieres venir a tomar algo conmigo y con un amigo mañana en Moon, ¿qué dices? Puedes tratar a una amiga o a quien sea.

—¡Claro, belleza! Ahí estaré mañana, llevaré a mi novio, nos vemos.

—Claro, nos vemos— colgué.—Listo— mire a Jack.

—Si ves, nos sirvieron tus conectes con la gente mayor— reí sin gracia.

—Como sea, me voy— me paré.

—¿No te vas a quedar más tiempo conmigo?— puso cara de perrito.

—Te ves ridículo, Trevor, nos vemos mañana en Moon — dije mientras me iba.

—¡Se que te encanta!— grito a mis espaldas.

Reí mostrándole mi dedo corazón.

Idiota, esa palabra brotaba como sudor de su cuerpo.

Jack Trevor, alto, musculoso, ojos cafés, pelo castaño, tenía un año más que yo, todo un bad boy a simple vista, claro, en realidad era buena persona pero no era de mi tipo, es más nadie en esta ciudad era de mi tipo.

Cuando llegue a mi casa no había nadie, solo dejaron una nota diciendo que irían al cine, le reste importancia y subí a mi habitación.

¡Dios! Que desorden, no me había dado cuenta de lo desordenada que soy. Medio recogí las cosas que estaba en el suelo y me acosté en la cama.

Me quedé dormida al instante.

—¡Sydney!— saltaron en mi cama.

¿Quién diablos saltaba en mi cama?

—¿¡Qué rayos!?— grite.

—Holii.

Dannah, rodé los ojos.

—¡Por el amor a Dios, Dannh!— exclamé poniéndome una almohada en la cabeza.

—Despierta, tenemos que ir a Moon, hoy toca la banda de Daniel y le prometí ir a verlo, ya hablé con tus padres tenemos el permiso— hablo entusiasmada.

—¿Daniel? ¿Cómo que ya tengo permiso? Dannah, por favor, ya deja a ese chico en paz— hable sacándome la almohada de cara.

—Sabes que se muere por mi— se encogió de hombros—, si tus papás ya me dieron permiso para llevarte conmigo.

Rodé los ojos.

—Dannah, yo n...

—¡No te atrevas a decir que no Sydney!— exclamó—, ya tengo suficiente con no saber que te vas a poner.

—Esta bien, Dann, vamos a ver a Daniel— dije sin ánimos.

Ella entró a mi armario y revolvió todo allí adentro, es decir no estaba arreglado pero estoy segura que el desorden es monumental.

Al final eligió una top crop negra y unos jeans y botas a juego con la top, me maquille y salimos, mis padres nos advirtieron que nada de drogas o estupefacientes raros, Junior nos llevo ya que él vería a Vanessa allí también.

—Hay mucha gente— le dije cuando llegábamos, Moon trabajaba como cafetería en el día y en la noche se convertía en una discoteca, era realmente genial y atraía a muchas personas.

—Por allá hay una mesa disponible— salió corriendo hasta la mesa y nosotras la seguíamos detrás.

Junior había ido por las bebidas y cuando regresó trajo con él a Jack.

La banda comenzó a tocar y vi a Daniel con la guitarra y el micrófono, él cantaba y la tocaba, casual. La banda era integrada por tres chicos más que conocía de cara y jamás en la vida he tratado con ellos ni por error. Aunque parecen chicos buenos dicen que son de muy mal bando, entonces ni Junior ni Malcom me dejan acercarme.

—Daniel no deja de mirarte— le dije por encima de la música a Dannah.

Ella sonrió:—Te dije que esta loco por mi.

Te amo mucho.