Capitulo 24

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—¡¿Qué tal esa resaca?!— grité a todo pulmón en la puerta de la habitación de mi hermano, obviamente allí también estaba Dannah

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—¡¿Qué tal esa resaca?!— grité a todo pulmón en la puerta de la habitación de mi hermano, obviamente allí también estaba Dannah.

—No grites, por favor— me dijo Danny.

Reí, anoche se habían ido a la fiesta y llegaron muy tomados, es decir, completamente borrachos. Fue tan divertido verlos caerse y levantarse para después caer. Me reí un montón y por supuesto que hice vídeos y les tomé fotografías. Yo no fui, me quedé con mis padres a ver una película aunque ellos insistieron en que valla.

—¿¡Cómo les fue!?— volví a gritar.

—¡Sydney!— me regañó Junior.

—Ya, ya, está bien, me voy, paz— me encogí de hombros mientras me daba la vuelta y cerraba de golpe la puerta.

Mi mamá estaba haciendo el desayuno mientras mi papá se servía café.

—Buenos días— canturree entrando en la cocina.

—Buen día, mariposa, ¿lista para irte?— cuestionó papá.

Lo pensé un momento, bueno fingi porque si me quería ir.

—Sí, ya tengo las maletas listas— me serví un vaso de jugo y me senté en la mesa.

Había pensado anoche mientras terminaba de arreglar las maletas con los productos de higiene decirle a Dannah que me acompañara para no pasarla sola pero ella seguramente diría que no porque quiere estar con Junior y pues esta bien entonces decidí que era mejor ir sola.

—Te extrañaremos— dijo mamá sonriendo mientras me daba un plato con mi desayuno.

Y yo a ustedes, siempre.

Al rato aparecieron los borrachos con cara de zombies, quise agarrar una olla y una cuchara para hacerles bulla pero mi mamá no me dejó. Se sirvieron café y se sentaron a desayunar con nosotros.

—¿A que hora te vas?— me pregunto Dannah.

—A las ocho sale el bus.

Una vez que todos desayunamos subimos para terminar de arreglarnos, baje las dos maletas que llevaba junto a Junior, nos fuimos todo en el auto de papá.

—No puedo creer que mi nena se valla— se lamentó mamá.

—Mami, solo serán cuatro semanas, no toda la vida— me reí.

—Estarás sola, mariposa.

—Si se cuidarme si eso les preocupa.

Dannah fue todo el camino abrazada a mi y haciéndome vídeos cortos y publicando historias en Instagram. Cuando llegamos a la terminal me ayudaron a subir las maletas, obtuve mi boleto y fue cuando llegó el momento de la despedida.

—Te extrañaré— me dijo Dannah mientras me abrazaba.

—Y yo a ti.

—Te quiero— me susurró Junior—. Perdón.

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