Problems ✔

Capítulo 26

—Buenos días— dijo Jack apenas salía de la habitación.

Había olvidado que él estaba aquí, no le contesté y me fui a la cocina por una taza de chocolate caliente, hacia frío.

—Ya me voy— dijo sacando la maleta.

—Ya era hora— susurré tomando de mi taza—. Que tengas buen viaje y cierras la puerta cuando te vallas, adiós.

Me senté en la mesa de la cocina a disfrutar del hermoso sol que hacía y se reflejaba en el lago, era una mañana maravillosa. Por un momento quise salir a la mesa de afuera pero para eso tendré que cambiarme, necesitaba un traje de baño porque hoy entraría al lago.

—¿En serio vas a dejar que me valla?— cuestionó con su maleta en mano.

—¿Quieres que te suplique? Por qué eso solo a los santos—respondí mordaz.

No lo quería aquí, ¿acaso es difícil de entender?

—Vamos, Sydney, ambos sabemos que quieres que me quede— se acercó a mi y pasó sus brazos por mi cintura.

Su perfume me vuelve loca.

Cerré los ojos un momento, tratando de canalizar todo lo que sentía y actuar con cordura porque eso es lo que me falta cada vez que él está cerca.

—Jack— susurré abrazandolo—. Jack, solo quiero lo mejor para ti.

—Y yo creo que lo mejor para mi eres tú, por favor, déjame estar contigo.

No sé ni qué decir, no sé por qué se empeña tanto en estar conmigo. Es algo ambiguo de explicar, quiero que este conmigo que se quede siempre a mi lado pero al mismo tiempo quiero que se valla, quiero que no se quede porque se que Madison lo está esperando, ella quería que en las vacaciones él pasara mucho tiempo junto a ella.

—¿De verdad lo crees? Porque yo no— alce mi cabeza para verlos a los ojos.

Y en ellos me vi reflejada, una chica sola, rota, que tiene miedo a decir lo que siente por miedo a que la dejen, una chica que añora con todo su corazón tener una relación de verdad con Jack pero al mismo tiempo veo a una chica que no quiere nada serio y esta metida en problemas hasta el cuello y prefiero que él no esté metido en toda esta mierda.

—Solo quiero estar contigo— me apretó más a su cuerpo—. Quiero tener todas las libertades para agarrarte de la mano en la calle, quiero besarte en público sin que nadie juzgue, quiero ir a tu casa y tenerte entre mis brazos si que tus padres nos preguntes si somos algo, quiero que todos en el instituto vean que eres mía. Quiero tenerte sin complicaciones porque aunque no lo creas tú me tienes, Sydney— besó mi frente.

—Y yo también lo quiero, Jack— susurré aunque él no alcanzo a escucharlo—. Es mejor que te vallas.

Me separé de él y lo mire apenada.