Capítulo 27

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Habían pasado dos días, sí, dos maravillosos días al lado de Jack, completamente solos, sin molestias, solo los dos

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Habían pasado dos días, sí, dos maravillosos días al lado de Jack, completamente solos, sin molestias, solo los dos.

Hoy es mi cumpleaños. Al fin, al fin cumplo dieciocho.

Admito que estos dos días han sido los mejores de mi vida y quiero que dure para siempre.

—Buenos días, princesa— cantó entrando a la habitación.

—Buenos días, príncipe— dije estirandome en la cama.

Quiero quedarme todo el día en la cama.

—¿Tienes hambre? Prepare mi desayuno especial para ti— se acostó junto a mi.

Lo pensé, amaba con mi vida sus desayunos especiales porque siempre trataba de cocinar saludable y más porque usaba frutas para hacerlos.

—Claro que si— lo besé en la mejilla.

Me duche y me puse un vestido blanco, deje mi cabello suelto y salí de la habitación, él estaba en la cocina sirviendo el desayuno. Me senté en la mesa viéndolo.

Me agradaba estar así, podría imaginar que estábamos casados, él sería mi esposo, yo trabajaría desde casa y él en una oficina del pueblo, está seria nuestra casa, nuestro pequeño paraíso. Podría hacerlo, podría imaginarme todo eso y más pero no quería. Pensar en un futuro con él ya era bastante difícil si apenas y podía creer que Jack estaba junto a mi.

—Me da miedo cuando te pierdes— musitó dejando mi plato en frente de mi.

Reí:—Solo estaba pensando— me encogí de hombros.

—Hoy te tengo una sorpresita para ti— rió.

—No me gustan las sorpresas viniendo de ti— achine los ojos.

Recuerdo cuando fue el cumpleaños de Junior y su regalo fue una rata muerta en una mochila, fue espantoso y totalmente asqueroso.

—Te prometo que no habrá ratas... ni lagartijas.

Mi piel se eriza de solo pensar en aquellos animales.

Asco.

Deje esos pensamientos de un lado, muy lejos porque de verdad quería disfrutar del desayuno.

Deje esos pensamientos de un lado, muy lejos porque de verdad quería disfrutar del desayuno

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