Capítulo 32

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Habían pasado algunos meses, meses en los que no había visto ni hablado con Jack pues lo evitaba, Dannah ya estaba cumpliendo cinco meses de embarazada y su panza estaba muy grande, en el instituto todos se habían sorprendido por el embarazo de el...

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Habían pasado algunos meses, meses en los que no había visto ni hablado con Jack pues lo evitaba, Dannah ya estaba cumpliendo cinco meses de embarazada y su panza estaba muy grande, en el instituto todos se habían sorprendido por el embarazo de ella y era de esperarse Dannah siempre había sido de las niñas más locas y responsables. En fin, faltaba poco para salir del instituto y yo no veía la hora de irme de esta ciudad con Max.

Max y yo nos habíamos vuelto muy cercanos y me hacía feliz el hecho de poder confiar en alguien más, también había vuelto Malcom y estaba más que feliz aunque él casi no salía de casa por encontrarse con Dakota pues sería muy doloroso recordar todo lo que pasó hace muchos meses atrás.

—¿Te quedaras allí o vendrás con nosotros?— la embarazada tenía las manos en la cadera.

Reí:—Ya voy, mamá.

Era sábado, una fría tarde de noviembre, estábamos a un mes de salir del instituto y habíamos decidido salir a comer pizza con los chicos.

Malcom, Max y yo íbamos en los asientos traseros del auto mientras que Junior manejaba y Dannah iba en el asiento del copiloto.

—¿Están listas para salir del instituto?— hablo Junior.

—Sí— hable emocionada—. Ya quiero irme de aquí.

Max me miró cómplice.

—Yo solo quiero ir a la universidad sin ex novias locas— rió Malcom y todos lo hicimos.

—Lo que yo quiero es una pizza— dijo Danny.

—Sí, tu solo quieres comer— la acusó Junior, cierto, Dannah se mudó a vivir con nosotros después de que cumpliera dos meses de embarazo pues su madre debía salir de la ciudad y no quería dejarla sola, mis padres no se opusieron  y dejaron que era hora de que ellos se acostumbraran a vivir juntos porque pronto formarían una familia.

—Ya, cállate— le dio un pequeño golpe en el brazo.

Reí, sus peleas eran demasiado tiernas pero fuera de todo eso ellos se llevaban muy bien y Dannah sabía atender muy bien a mi hermano.

—¿Y que hay de Madison?— preguntó Malcom.

Él no sabía de todo el rollo que nos traíamos, no le quise contar porque no me había dado tiempo pero algún día lo haré.

—Por allí perdida— dijo la embarazada sin mucha ganas.

Malcom no siguió preguntando y lo agradecí.

—¿Estás bien?— susurró Max en mi oído.

Sonreí haciéndole saber que sí, todo estaba bien.

Cuando llegamos ocupamos una mesa cerca de la puerta, Junior fue a pedir mientras nosotros esperábamos hablando de cosas sin sentido.

—Sydney— advirtió Dannah.

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