Capítulo 12

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Aquí estaba yo, lunes por la mañana con el alma en el piso sin ganas de hacer nada con Dannah a mi lado parloteando de lo perfecto que es mi hermano

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Aquí estaba yo, lunes por la mañana con el alma en el piso sin ganas de hacer nada con Dannah a mi lado parloteando de lo perfecto que es mi hermano.

—... ¿acaso no es tan lindo que tenga esos gestos conmigo?— me encogí de hombros.

Hacía mucho sol y yo solo quería llegar al salón pero Dannah decidió caminar por el campo de fútbol, se podían apreciar a los del equipo entrenando y algunos chicos reunidos en el estacionamiento haciendo nada al igual que nosotras.

—Sí, si, es lindo— dije sin ánimos.

A pesar de que hacía sol y una tremenda calor yo andaba con un abrigo negro súper grande que alguna vez perteneció a Junior pero se lo quité porque me gustó.

—¿Qué tienes? Estas rara desde que llegaste.

Vi a Jack junto a un grupo de chicos y le hice señas para que habláramos.

—¡Oye!— me gritó cuando me alejaba.

—Nos vemos luego— le dije caminando hasta donde estaba Jack esperándome.

Llegue hasta él con todos los nervios de punta, si bien él estaba enojado no sabría como explicarle la llegada de Madison.

—¿Podemos hablar?

—¿No estas pensando?— preguntó, me ponía de muy mala actitud su manera de hablar.

—Solo quiero hablar contigo deja de ser tan grosero.

—Dime que quieres— replico.

Me puse la mano en la frente porque no lo veía bien a la cara:—¿Vamos a otro lado? Hace mucho sol.

—No quiero ir contigo a otro lado— mascullo.

—Bien, jodete, Jack— me di la vuelta enojada.

Cuando intente dar algunos pasos el me detuvo agarrándome del antebrazo:—¿En serio no me vas a decir para que quieres hablar conmigo?

—Cuando se te pase el enojo hablaremos— me solté de su agarre y camine de vuelta a donde estaba Dannah hablando por celular con Junior.

—¿Estás bien?— cuestiono cuando entrábamos al salón y nos sentábamos en el lugar habitual.

Sonreí sin ganas:—Claro.

—¿Estás segura?— volvió a preguntar.

—Dannah— advertí.

—Esta bien, ya— alzo las manos en señal de paz y se recostó en el respaldar de la silla.

Al poco tiempo entro Jack y su grupo de amigos al salón. Delante de nosotros se sentaba Max junto a Shell nos conocíamos desde pequeños pero no éramos tan unidos, ellos eran hermanastros y se llevaban genial.

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