Fernando
Recuerdo que solía decirme cada noche que si llegaba a salir algo mal con Verónica estaría preparado para todo; que no me dejaría vencer tan fácil y que lo sobrellevaría de la mejor manera. No es verdad, la gente miente cuando hace esas afirmaciones y a final de cuentas la tristeza te consume al ver que perdiste a un ser que tanto amas.
El lunes a medio día, el momento que regresamos de sepultar sus restos fuimos a casa de nuestros padres. Casi toda nuestra familia estaba allí, y entré a su habitación sin que nadie se percatara. Todo es color rosa, era su color favorito. Un estante lleno de osos de peluche, su colección de Barbies, los posters de sus artistas favoritos decoran las paredes. Al lado de su cama tiene un montón de fotografías pegadas en la pared, todos sus recuerdos con sus amigos y los eventos a los que fue en su carrera fugaz como modelo. Luces blancas de navidad decoran el respaldo de su cama, en su mesita de noche hay un teléfono vintage que tanto amaba color menta. Recorro su habitación con un nudo en la garganta. Aún no creo que ya no esté aquí y no quiero aceptarlo.
Estos han sido los días más difíciles de mi vida, no hay día que no sienta que el mundo se me viene encima con el pasar del tiempo, todo se ha complicado, que todo se me va de las manos. Siento que no puedo más. Y este sentimiento de culpa no me abandona en ningún momento.
Todo ocurre tan rápido desde aquella mañana, desde que una parte de mí se fue con ella. Mientras más pasa el tiempo me es más difícil asimilar el hecho de que ya no está con nosotros. En el trabajo actúo de manera profesional, pero en el momento que llego a casa mi mundo se derrumba, se hace añicos.
Esa madrugada la recuerdo bien y creo que es algo que jamás olvidaré por el resto de mi vida. Después de recibir la noticia me quede inmóvil, tratando de entender que fue lo que pasó, todo me parecía surreal, que en verdad no podía estar pasando nada de eso. Mi madre lloraba al igual que mis abuelos. Mi padre, en un sentimiento de frustración y tristeza, me vio desde su lugar y se acercó. Por un instante pensé que tal vez quería que lo abrazara, como gesto de consuelo, pero fue todo lo contrario. Sus palabras suenan en mi mente todas las noches:
—Preferiste irte de fiesta a embriagarte y llevarte a tu hermano. Dejaste a tu hermana por una borrachera y ahora se ha ido. Bonito ejemplo de hermano mayor.
Desde ese momento, hasta la fecha, me siento la escoria más grande del mundo. Tenía razón, debí al menos ignorar las insistencias de Verónica, aunque se enfadara. Qué no daría por verla una vez más, verla sonreír, escuchar su voz.
Hoy se cumplen tres semanas que se fue, es sábado por la noche. Estos últimos fines de semana la paso encerrado en mi habitación bebiendo cerveza, además de fumar un cigarro a diario mientras no hago nada. Estoy sentado justo frente al ventanal, tengo una vista de la ciudad desde aquí, todo está iluminado. Todo en mi habitación está hecho un desastre; mi material para realizar mis dibujos los he dejado tirados en el piso. Paso mi mano por mi rostro y siento que mi barba comienza a salir, hace días que dejé de afeitarme ya que dejé de tomarle importancia a mi apariencia personal. Milo está sentado a mi lado, solo lo acaricio, él no entiende nada de lo que pasó, pero sé que en fondo sabe que algo ha pasado.
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Por volverte a ver [Completa✔]
RomanceFernando y Bárbara son polos opuestos, muy difícilmente podían coincidir en algún momento en la vida, pero por ordenes del destino sucedió. • • • • • • Él, sentía que su vida se acababa poco a poco. Ella, estaba buscando una sal...