Veinticuatro

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Actualización 2/4. Hay otro cap antes de este. 


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Bárbara


—¿Cuánto más vamos a caminar por todo el centro comercial? Ya hemos visitado todas las tiendas y no te decides por nada.

Escucho a mi amigo Gael mientras subimos por las escaleras eléctricas hacia el segundo piso de este gran centro comercial.

—Nos vamos a detener hasta que encuentre el vestido perfecto para la fiesta que tendré este fin de semana con Marcos —responde mi amiga Isela, quien es la que busca el vestido—. Quiero verme espectacular y radiante, no quiero verme sencilla.

—Ya escoge algo, lo que sea —dice él mientras caminamos viendo hacia todos lados en los locales.

No digo nada porque la verdad estoy tan entretenida recorriendo este lugar. Es la primera vez que vengo y todo me parece fascinante, aunque la mayoría de las cosas que se venden aquí son demasiado caras. Claro, la mayoría son marcas bastante reconocidas.

Hemos visitado cada tienda que hay y no ha escogido algo en especial o al menos tiene una idea de qué es lo que quiere. Isela es una mujer muy difícil de convencer, es casi una misión imposible. Gael nos ha acompañado porque necesita una opinión sincera, él no duda ni un segundo en decirte la verdad aunque a veces duela.

—Todos los vestidos que hemos visto son realmente lindos, todos me han fascinado —le digo mientras caminamos—. Además, creo que comienzan a dolerme los pies

A pesar de que llevo puestas unas zapatillas que no tienen un solo centímetro de tacón, no son muy cómodas que digamos. Y eso es más que suficiente para causarme molestias.

—No quiero algo simple, necesito algo que luzca bien a mi cuerpo —sugiere Isela mientras hace un ademán con las manos.

—Hemos visto tantas opciones, casi todo, y la verdad no tengo la más mínima idea de qué es lo que buscas. Por eso hemos venido aquí —dice Gael refiriéndose al lugar que se encuentra en San Pedro—. Bárbara, ¿sabías que tu querido suegro es el dueño de semejante lugar?

—Tenía una ligera sospecha y ahora me lo acabas de confirmar.

Algo me comentó Gael hace tiempo, no dudé ni un segundo que es este lugar. 

Los Galván tienen una especie de «imperio» siendo dueños de enormes centros comerciales, edificios departamentales y de negocios, así como de residencias y haciendas en las zonas más exclusivas del estado. Y todo eso agrega los próximos proyectos que vienen en camino. Lo sé, suena abrumador. Sin embargo, no todo es así.

He conocido tantos lugares de los que no tenía idea, todo gracias a Fernando. Y claro, al igual que él a mi lado cada vez que salimos y yo soy la del plan. En una ocasión le dije que debíamos ir a cenar a un local de comida rápida que se encuentra cerca de mi casa, un puesto callejero, donde venden tacos y todo eso. No se negó, así que fuimos y esa noche cada uno comió dos burritos gigantes y Coca-Cola en envase de vidrio. Estábamos hambrientos.

Por volverte a ver [Completa✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora